Atención a la dependencia

La Generalitat deriva a pacientes de salud mental a geriátricos entre críticas de las residencias

Trabajadores afectados y familias afirman que los centros no están preparados para gestionar esta complejidad

Drets Socials aduce que busca lugares adecuados para estas personas fuera de los psiquiátricos y que la experiencia resulta "positiva"

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BARCELONA 20/07/2023 SOCIEDAD Visita al Geriátrico Verdi Residencial donde hay personas ingresadas menores de 65 años tras un alta en un psiquiátrico. FOTO ELISENDA PONS

BARCELONA 20/07/2023 SOCIEDAD Visita al Geriátrico Verdi Residencial donde hay personas ingresadas menores de 65 años tras un alta en un psiquiátrico. FOTO ELISENDA PONS / ELISENDA PONS

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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La Conselleria de Drets Socials está trasladando a pacientes con enfermedades mentales -algunos de ellos menores de 65 años- a residencias de la tercera edad, en las que conviven con ancianos dependientes. Así lo afirman direcciones de geriátricos preguntados por este diario, trabajadores y también familias afectadas, quienes mantienen que estos centros no están preparados para asumir la complejidad que plantea este tipo de usuarios, al tiempo que relacionan estas derivaciones con las listas de espera que existen en las residencias especializadas en salud mental.

La Generalitat, no obstante, asegura que estos traslados tienen el visto bueno de las familias y los centros -que mantiene que sí cuentan con la atención adecuada- y sostiene que el resultado está siendo "muy positivo".

Las familias de la residencia Bertran Oriola, en el barrio de La Barceloneta de Barcelona, ya alertaron de esta situación. El centro público, gestionado por una empresa privada, cambió de manos tras las deficiencias detectadas por su gestión durante la pandemia del coronavirus. "A partir de enero de 2021 empezaron a llegar enfermos mentales a la residencia: contamos nueve ingresos de este tipo", relata Enriqueta López, familiar del centro y vecina implicada en los cambios y mejoras del geriátrico. Ahora el centro ha vuelto a cambiar de gestores y algunas de estas personas han sido trasladadas a otros lugares.

Varios residentes del geriátrico Verdi Residencial, en Barcelona, participan de un taller de pintura.

Varios residentes del geriátrico Verdi Residencial, en Barcelona, participan de un taller de pintura. / ELISENDA PONS

Fuentes de inspección de la Generalitat explicaron entonces a este diario que esta práctica podría circunscribirse a personas en situación de extrema vulnerabilidad, pacientes que no tienen donde ir después de salir del hospital, ya que no existen suficientes plazas en centros residenciales de personas con patologías de salud mental. También lo corrobora otra trabajadora social de un hospital sociosanitario en Girona. "Cuando nos encontramos ante este tipo de casos complejos que no sabemos dónde pueden ir y necesitan un recurso, hacemos un informe -señalaa-. Los servicios territoriales de la Generalitat deciden dónde los derivan y, a veces, eligen residencias".

Menores de 65 años

El caso de la Bertran Oriola no es el único. "Cada vez llegan a las residencias más personas que solicitan el recurso residencial para menores de 65 años con enfermedades mentales. Cuando preguntamos el motivo, siempre nos dan dos razones: no hay otro recurso en la zona y es más barato. Triste, pero verdadero", explica el director de un geriátrico que prefiere no revelar su nombre. Lo mismo afirma Margarita Ibáñez, presidenta de la Asociación de Ayuda a Personas Adultas con Enfermedad Mental (AGAM), que desde hace cinco años está intentando impulsar un nuevo modelo de gestión para estos casos.

"Es cierto que se están haciendo traslados de pacientes psiquiátricos a residencias de la tercera edad", cuenta Ibáñez. Ella dirige la residencia Verdi, un centro en el barrio de Gràcia de Barcelona que cuenta con 29 plazas. Ellos empezaron a recibir ingresos de pacientes con enfermedades mentales en 2018. "Personas de 63, 55 y 58 años... La mayoría con esquizofrenia paranoide", cuenta Ibáñez. "Algunos vienen de urgencias psiquiátricas, otros son personas que están en la calle y te piden que las atiendas como caso urgente. A veces también los mismos hospitales psiquiátricos te llaman pidiendo si tienes lista de espera para ingresarlos". Ibáñez explica que los centros no se pueden negar a ello. "Si tienes plazas públicas, que dependen de la Generalitat, tu obligación es acogerlos como recurso urgente, porque cumplen con los criterios de dependencia".

Algunos residentes del geriátrico Verdi Residencial participan de distintas actividades organizadas por los empleados del centro.

Algunos residentes del geriátrico Verdi Residencial participan de distintas actividades organizadas por los empleados del centro. / ELISENDA PONS

Quienes también llevan semanas denunciando esta situación son los familiares de la residencia El Molí, de Barcelona. "Al menos hay tres personas con patologías graves en la residencia que ingresaron en 2019", asegura Mari Carmen González, portavoz de las familias. Su madre, de 93 años, lleva siete años en el centro. La mujer explica que, a raíz de la llegada de estos enfermos, han ocurrido situaciones graves en el centro porque los profesionales de los geriátricos no están preparados para abordar este tipo de casos.

Reacciones violentas

"Este marzo, en el comedor, uno de estos pacientes no quería comer y cogió un cuchillo de plástico y amenazó a una de las trabajadoras, que estaba embarazada", cuenta González, quien también asegura que presenció un tocamiento. "Si sufren un brote o una crisis, pueden llegar a agredir a los trabajadores -advierte la hija-. Me parece muy grave, los familiares tenemos miedo", asegura esta mujer que ya ha presentado una queja ante el Consorci de Serveis Socials de Barcelona.

"Es evidente que los trabajadores de las residencias, los gerocultores, no están preparados para abordar esta complejidad: evidentemente estos pacientes han de ser atendidos con las ratios necesarias y el personal formado para ello", critica Josep Maria Yagüe, coordinador de residencias del sindicato Comisiones Obreras, quien recuerda que hace años que falta personal en los geriátricos, con unas ratios usuario-personal que son mejores en los centros especializados en salud mental. "Las residencias pensadas para personas de la tercera edad no están preparadas para afrontar qué hacer en caso de brote o cómo reaccionar ante un paciente que se muestra agresivo", insiste también Ibáñez.

La Generalitat: "El resultado es positivo"

Ibáñez considera que este tipo de traslados están aumentando por el plan de la Conselleria de Salut de reducir las plazas de larga estancia en hospitales psiquiátricos. Además, las residencias pensadas para personas con enfermedades mentales también cuentan con largas listas de espera.

Desde la Generalitat, no obstante, la versión es diferente. "Se está llevando a cabo un proceso de desinstitucionalización en el ámbito de la salud mental, y eso implica buscar nuevos lugares para vivir destinados a personas con problemas de salud mental que resulten más adecuados", argumentan desde Drets Socials. "Es una posibilidad que prevé la norma y el resultado es muy positivo", añaden. Señalan, además, que los centros estan "preparados" para atenderles. "Si se produce alguna actuación derivada de su estado degenerativo o atención médica, o que se encuentren puntualmente en una situación descompensada, se les deriva a un centro sanitario, como se hace con el resto de casos", zanjan desde el Govern.

Drets Socials asegura que los traslados de centros psiquiátricos dependen del Departament de Salut. Salut asegura que los enfermos mentales que tienen más de 65 años, así como los que se encuentran en un alta situación de vulnerabilidad, dependencia y una extrema urgencia, tienen derecho a estar en un geriátrico. Sí matizan que, en caso de hacerse estos traslados ante una alta hospitalaria

mientras que los que realiza Drets Socials atañen a personas con discapacidad intelectual, aunque estos últimos son los responsables competentes de cuanto sucede en las residencias públicas. "Se hace evaluando caso por caso, con el visto bueno de los residentes y sus familias y desde una perspectiva inclusiva".

Por su parte, la Conselleria de Salut asegura que los pacientes

Aseguran también que la mayoría de los traslados son para personas mayores de 65 años, quienes presentan un grado elevado de dependencia, y se hace cumpliendo con los mismos criterios que el resto de peticiones.