"La innovación educativa es el camino": ganadores del premio Ensenyament reivindican el cambio en la escuela

El Cercle d'Economia ha sido este lunes escenario de un acto para conmemorar los 15 años del premio Ensenyament a la innovación educativa en Catalunya, un galardón que goza de gran prestigio entre escuelas e institutos y que ha servido para avalar el trabajo y los proyectos de direcciones de numerosos centros. Algunos de los premiados a lo largo de estos años -Jordi Musons, director de la escuela Sadako; Xavier López, director de la escuela Octavio Paz; Narcís Almena, director del instituto Comte de Rius de Tarragona y Susanna Soler, exdirectora del institut Montgròs de Sant Pere de Ribes, se han reunido para hablar de esos proyectos transformadores. Lo han hecho en un momento en que el sistema educativo ha recibido el reciente golpe del informe PIRLS, que ha reflejado un descenso de la comprensión lectora. Y, anteriormente, el palo del descenso del nivel del alumnado en las competencias básicas de primaria y secundaria.

Pese a ello, todos ellos han reiterado la apuesta por la innovación en la educación. Han matizado, eso sí, que todavía queda camino para lograr que la innovación llegue y permanezca en todas las escuelas.

 Xavier López: "La innovación es el camino. Necesitamos alumnos competenciales con habilidades para resolver problemas"

"La innovación sigue intacta sin ninguna duda. Lo que es difícil es mantener los proyectos innovadores. El proyecto de Sadako ha sobrevivido ocho años pero no ha sido fácil. Hay muchos proyectos innovadores que se ahogan porque es difícil implantar la innovación educativa", ha valorado Musons, que recogió el premio Ensenyament en 2015.

A esta escuela barcelonesa el galardón de la Fundación Cercle d'Economia les sirvió para "salir del anonimato y de la clandestinidad". "Íbamos muy a contracorriente y el premio del Cercle puso en valor nuestro trabajo. Nos permitió salir del armario y convertirnos en centro de referencia e inspiración. Fue un aval indispensable, no solo a nivel externo, sino a nivel interno: le dio músculo a nuestro equipo docente. Nos sirvió para animarnos y ver que íbamos bien", ha recordado. Sadako implantó elementos que hoy en día ya son más habituales, que no, todavía, universales: la educación emocional, la docencia compartida en el aula, las situaciones de aprendizaje competencial, y la implicación del alumnado en asuntos como la resolución de conflictos.

Jordi Musons: "La educación es todavía muy teórica y muy poco práctica"

Musons huye del negativismo de los últimos informes sobre el descenso de la comprensión lectora o sobre las competencias básicas del alumnado. "La educación es algo más profundo que un titular. Todos leemos menos que hace 20 años", zanja. Sí admite que la educación es hoy aún "muy teórica y poco práctica". Defiende que el alumno debe aprender a hacer cosas y aplicar ese conocimiento. "Los procesos han de ser prácticos y el alumno debe ser más autónomo y tener un proceso más activo en la escuela. Aún estamos lejos de ese modelo de aprendizaje", dice tras recordar su visita a un aula danesa en la que niños de 4 y 5 años trabajaban con herramientas en un taller. "Aquí aún vamos con las tijeras de punta redonda", describe a modo de ejemplo.

Para ello, los profesores son clave. "Necesitamos docentes con competencias socioemocionales, cosa que antes no era tan importante. Los docentes han de ser hábiles en esas competencias, y eso es mucho más exigente que transmitir únicamente los conocimientos de la materia".

Dudas sobre el informe PIRLS

En la misma línea, Xavier López defiende que "la innovación es el camino". "Estoy convencidísimo. Necesitamos alumnos competenciales con habilidades para resolver problemas y ganas de aprender. El modelo tradicional no motivaba al alumnado". El director de la escuela de primaria Octavio Paz relativiza los malos resultados del informe PIRLS. "¿Las herramientas con que se elaboran los informes son las adecuadas? ¿Cómo se hacen los informes? ¿Qué es lo que evaluamos? ¿Antes funcionaba todo? Quizás habría que repensar cómo recogemos los datos cuando resulta que las necesidades actuales son diferentes", plantea. Sí admite que faltan más recursos económicos y humanos para llevar a la práctica con éxito los modelos de innovación educativa.

Susanna Soler: "La pena es que no hay muchos centros con proyectos innovadores"

Lo mismo opina Susanna Soler, directora hasta el curso 21-22 del instituto Montgròs: "Haría falta otro informe PIRLS para contrastar estos resultados. Yo impulsaría un estudio paralelo. No veo en los alumnos que se haya reducido la comprensión lectora", ha afirmado.

Ella es otra firme convencida del poder de la innovación educativa. "La pena es que no hay muchos centros con proyectos innovadores. Serán un 25% del total. Todas las escuelas tienen algo innovador, pero normalmente, la mayoría, son proyectos de mejora. No hay tantos centros con proyectos de tranformación", ha lamentado. Uno de estos es el Montgròs, que en 2017 recogió un premio por su proyecto de tirar paredes y abrir aulas: convirtieron las aulas de primero de la ESO en un solo espacio, con alumnos organizados en grupos y cuatro profesores por aula para así, avanzar en el trabajo por ámbitos. "El premio nos dio confianza de cara afuera y a nivel interno. Nos reconoció que íbamos bien y pudimos abrir las aulas del resto de secundaria", explica Soler.

También la Formación Profesional ha sido reconocida estos años con el premio Ensenyament. Uno de los galardonados, en 2013, fue el instituto Comte de Rius, precursor en Catalunya de la FP Dual, que inició en 2009. Almena recuerda que el galardón les permitió avanzar en la formación del profesorado y aumentar las colaboraciones con empresas.