DÍA CONTRA LA POBREZA

El tercer sector pide medidas ante la crisis que acecha

Un hombre sin hogar duerme y pide ayuda a la vez en una acera del paseo de Gràcia, el pasado noviembre.

Un hombre sin hogar duerme y pide ayuda a la vez en una acera del paseo de Gràcia, el pasado noviembre.

Elisenda Colell

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Las entidades sociales lanzan un reto a los políticos: que muevan ficha urgentemente para evitar que la ciudadanía sufra en los próximos meses una segunda crisis económica de consecuencias gravísimas. Lo han hecho este 17 de octubre, Día mundial para la erradicación de la pobreza, donde además de pedir previsión y un cordón de seguridad a las distintas organizaciones, alertan de los niveles de cronicidad que están soportando los que no han salido del agujero. "Puede ser un auténtico desastre, necesitamos que se centren en los problemas de las personas", ha insistido la presidenta de la Taula del Tercer Sector, Francina Alsina.

"Apenas se ha recuperado la inversión a los niveles anteriores de la crisis, y las familias viven ya en la precariedad", ha recordado la presidenta de la plataforma Pobresa Zero Justícia Global, Teresa Crespo. Este jueves dicha plataforma ha organizado unas jornadas en el Centre de Cultura Contemporánia de Barcelona, donde han debatido sobre la situación social y económica que vive Catalunya. Visto cómo ha transcurrido la última década la entidad plantea ahora que se instaure un "nuevo marco de gobernanza ciudadana" donde las personas, con sus problemas y dificultades, se empoderen y traten de cambiar el rumbo de las instituciones. Porque después de tantos plenos, manifiestos y compromisos, la cruda realidad sigue acechando centenares de familias que no saben como van a llegar a final de mes y que tratan de sobrevivir como pueden. "La crisis anterior ocurrió en un marco de bonanza, la gente tenía ahorros, ahora ya no", ha señalado Crespo, que pide algún tipo de previsión o medida a los políticos.

También la presidenta de la Taula d'Entitats del Tercer Sector, Francina Alsina, ha lanzado una petición muy concreta a la clase governante: "Si no toman ninguna medida paliativa o preventiva, vamos a precipitar miles de personas en la máxima vulnerabilidad", ha advertido. El tercer sector sigue con "mucha preocupación" los datos y previsiones del Banco Mundial y el Fondo Monetario que alertan de la desaceleración económica, y espera que los políticos "pongan a los ciudadanos como prioridad", al menos aprobando unos presupuestos en Catalunya. También lo ha reclamado el Fòrum de Síndics Municipales de Catalunya, que teme que el colapso se instale con una sociedad que ya está "hecha picadillo", almenos en temas como el acceso a la vivienda y el trabajo digno, desde la pasada crisis del 2008. "Los desahucios no se han parado y las familias siguen con ingresos precarios", ha señalado la defensora de la ciudadanía en Barcelona, Maria Assumpció Vilà.

En medio de esta posibilidad de un nuevo colapso social, la Cruz Roja ha expuesto en un comunicado a la prensa que "la recuperación económica no ha llegado a los sectores más vulnerables" que aún sufren "las consecuencias de la precariedad". Esta oenegé tuvo que atender 165.281 personas en Catalunya durante el 2018, de los cuales 116.000 se encontraban en "extrema vulnerabilidad". Es decir que los necesitaron para comer o para tener algún tipo de techo, sin contar a las personas a las que han ayudado a formarse para encontrar un trabajo. Si lo sumamos con los datos de Cáritas Catalunya que dio a conocer el pasado miércoles la responsable de programas y servicios, Mercè Darnell, la cifra crece hasta los 375.000 personas que necesitan el apoyo de las entidades humanitarias para, simple y llanamente, subsistir.

Problemas para estudiar y trabajar

¿Qué futuro les espera a nuestros jóvenes? Es la pregunta que se hicieron desde Pobresa Zero-Justícia Global, que ayer optó por darle la voz a varios jóvenes del Raval en el manifiesto conjunto para el dia contra la pobreza. Marina Planell, Trimon Choudhury, Maheen Ahmed, Mehk Khan y Hussnain Iftikhar fueron los encargados de pedir un mundo en el que la desigualdad se reduzca, y plantearon casos muy concretos. "Tenemos problemas para tirar adelante nuestros estudios", expusieron, y además lamentaron que tener titulación no les va a asegurar un "trabajo digno". También demandaron la vivienda como un "derecho fundamental", y expusieron que el hecho de ser inmigrantes les complica aún más la posibilidad de alquilar un piso.

En este manifiesto no faltó la demanda a una sociedad libre de machismo, que luche por la supervivencia del planeta y sus ecosistemas, y donde la clase política no se permita más muertes en el mar de aquellos que cruzan buscando una vida mejor. Además, pidieron que se permita que todas las personas tengan acceso a los permisos de residencia, y constataron la exclusión a la que se enfrenten ellos mismos, ya que algunos de ellos no tienen reconocido el derecho de poder votar en las elecciones. Aunque en realidad, el discurso del 17 de octubre se puede resumir con una de las frases que leyeron estos jóvenes del Raval. "Que los políticos pisen los barrios, conozcan sus necesidades y escuchen a su gente".

Uno de cada cinco catalanes, en riesgo de pobreza

El 21,3% de los catalanes están en riesgo de pobreza, una tasa que no había estado a este nivel incluso durante los peores años de la crisis. El riesgo de la pobreza afecta ya uno de cada tres niños y adolescentes, la mitad de los inmigrantes y dos de cada cinco familias sostenidas por una mujer sola. Pero además hay indicadores sobre la calidad de vida que han aumentado en tan solo un año. Por ejemplo, aquellas familias que no pueden comer carne ni pescado cada dos días que ya representan el 4% de la sociedad catalana. O los que no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada, que han pasado a representar del 6,3% al 8,8% de los catalanes. Unos datos del 2018 publicados este junio por l’Institut d’Estadística de Catalunya.

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