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Campuzano anuncia en un mitin de Maragall la transferencia de 13 millones de la Generalitat al Ayuntamiento de Barcelona

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El 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, en el Parlament

El 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, en el Parlament / ALBERTO PAREDES / EUROPA PRESS

Xabi Barrena

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ERC hizo este lunes un 'Pedro Sánchez', es decir, un anuncio de gasto público (cada uno en su escala) en un acto electoral. El 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, independiente en el Govern de Pere Aragonès detalló que en un mitin de Ernest Maragall, en el Poble Sec, que el Consell Executiu aprobará este martes la transferencia, desde la Generalitat, de 13 millones de euros, de los fondos Next Generation, "al Ayuntamiento de Barcelona" en políticas sociales.

Según el titular de Drets Socials, que cierra la lista municipal de Barcelona, especificó que esos 13 millones se emplearán en la introducción de tecnología para la gestión de estas políticas y "se suman a los otros 37 millones ya transferidos". Campuzano detalló que ese montante global de 50 millones forma parte del botín de la Generalitat de los fondos europeos que la administración catalana cede su gestión a la barcelonesa.

Quizá lo más llamativo del anuncio, más allá de ese aire a imitación de lo que lleva haciendo Sánchez a lo largo de toda esta campaña electoral, es que fue Campuzano el que lo hizo, cuando Aragonès no solo se hallaba entre el público, sino que, incluso, ya había hecho, brevemente, uso de la palabra.

Y no es que la referencia de esa transferencia no se ajustara al discurso del 'president', por cuanto este desglosó los logros sociales de su Govern, como los 7.200 nuevos docentes, la gratuidad de la enseñanza prescolar y la promoción de 10.000 viviendas sociales puestas ya en marcha.

Campuzano ya estuvo en precampaña en el ojo del huracán tras un acto electoral en Santa Coloma con Gabriel Rufián, a la sazón alcaldable republicano en la localidad metropolitana, para anunciar la futura construcción de una residencia de la tercera edad. La oposición en el Parlament y la alcaldesa, Núria Parlon, pusieron el grito en el cielo y hasta se exigió la dimisión del posconvergente.

Sustituir a Colau

El alcaldable republicano, por su parte, trató de fijar dos mensajes. El primero es que él "no está para ayudar o acompañar a Ada Colau, sino para sustituirla" y el segundo es que cualquier otra opción que no sea él pasa por Jaume Collboni. Y con el socialista por en medio, vino a decir, no hay solución buena: si se alía con Colau resultará un gobierno municipal "continuista", nada de cambio como el propio Collboni proclama. De hecho, Maragall se refirió a esa opción como el ejecutivo "Colau-Collboni o Collboni-Colau" , sibilina manera de recordar al alcaldable socialista que su partido que ha estado, y a fecha de hoy sigue estando, en el gobierno municipal no puede venderse como la renovación.

Y si el pacto del alcaldable socialista se da con Trias, es decir, si se da pie " a la 'sociovergencia", ello supondría "el entreguismo y la renuncia de la ciudad y la vuelta a los viejos tiempos, con un elemento adicional, como es la entrada, por primera vez en 44 años del PP en la gobernabilidad de la ciudad".

Y ante el efecto de sus palabras del domingo en Les Corts, en las que recordó, en una entrevista en la Acn, las prácticas irregulares de CDC/CiU, mentando el famoso 3% que acuñó su hermano Pasqual, Maragall, recordó a Trias que la "Convergència que él quiere resucitar tuvo que disolverse por la corrupción. Una "recuperación" que, por cierto, el propio posconvergente había negado desear aduciendo que "lleva años muerta" y que lo que tenía que hacer el republicano "es mirar al futuro y no al pasado".

Maragall hizo caso omiso de las palabras de Trias y siguió con su diatriba recordando que en el mismo gobierno municipal que Trias dirigió "hay personas que han sido condenadas por prácticas irregulares y están siendo investigadas por ese 3%", en referencia explícita al que fuera tercer teniente de alcalde, Antoni Vives, condenado a dos años de cárcel por su gestión y contratación de personal irregular a cargo del erario público y cuyo nombre se halla en las diligencias del propio 3%. Un candidato posconvergente que el republicano "cada vez que habla "se aleja de la solvencia y la necesidad que exige una transformación de la ciudad que sea positiva para los ciudadanos.

Ante todo ello, el republicano renovó su voto, expresado al inicio de la campaña, de votarse solo a él mismo en el pleno de constitución del consistorio que debe elegir alcalde. Y sobre los posibles pactos, reiteró que solo llegará a ellos "en base a un proyecto para la ciudad. No pienso entrar en el mercadeo de sillas y cargos. Eso es lo que pasó en 2019 y Barcelona todavía paga las consecuencias.

Camiseta con mensaje

La anécdota del día se produjo al inicio del acto vespertino del Poble Sec, en que Maragall presentó una camiseta haciendo chanza del último video de Ada Colau en el que la común ironiza sobre que ella tiene la culpa de todo, como sus adversarios la señalan. Maragall, que lleva días reclamando a la alcaldesa que deje, a su vez, de echar las culpas a la Generalitat se hizo una fotografía con una camiseta que rezaba "La culpa de todo la tiene la Generalitat".