De Maragall a Maragall. Ruta urbanística por la ciudad que creó Pasqual y por los sueños de Ernest en estas elecciones municipales

Pasqual Maragall era un firme defensor del empleo del urbanismo y la arquitectura, de la capacidad de transformación que tienen los ayuntamientos, como modo para combatir las desigualdades sociales. Y es que no en vano, y sin ir más lejos, el diseñador de la malla del Eixample, Ildefons Cerdà, era de la misma opinión, que se puede sintetizar en que, en lo privado, que cada uno haga lo que pueda, pero el espacio público tiene que ser de igual calidad, sea cual sea el barrio en que uno esté. Y sin duda es el urbanismo, y la voluntad de que el ayuntamiento lidere las transformaciones urbanas,  uno de los puentes que unen a los dos hermanos Maragall, Pasqua y Ernest.

El alcaldable republicano fletó el sábado por la tarde un autocar para que, parte de su equipo y de la prensa que le sigue en estaócampaña, vivieran lo que ERC bautizó como ‘Sueño Maragall”. El recorrido de esta ‘tour' empezó en la estación de França, dirección hacia levante, toda esa porción de litoral que su hermano Pasqual recuperó para una ciudad que se había echado a crecer hacia poniente. Así, se circuló por el frente y el paseo marítimo, que se quiere completar, hasta llegar al río Besòs, el punto final, con la zona Fòrum, de la Barcelona maragalliana. 

A partir de ese momento se sucedieron los deberes pendientes, como la de dotar a la ciudad de una fachada al río Besòs, mediante la transformación del Bon Pastor; la construcción de la estación de la Sagrera, planeada en 2004 y que el propio Ernest Maragall recuerda haber afirmado, en 1998, que estaría, precisamente, para ese 2004.

Cobertura de la Ronda

El autocar, con alguna cara conocida como la de Oriol Clos, exarquitecto en jefe del ayuntamiento, con Jordi Hereu como alcalde, enfiló la Ronda de Dalt, cuya cobertura es uno de los asuntos de la campaña. Micrófono en mano, cual guía turístico, explicó que, de acometerse los trabajos, que el defiende, la cobertura de la Ronda de Dalt, que se supone no al 100%, dada las prexistencias, puede precisar varios mandatos para completarse. "Entre las plazas de Karl Marx y la de Alfonso Comín de puede crear una gran zona verde y de equipamientos de ciudad, apuntó el concejal Jordi Coronas, buen conocedor de la área.

Maragall se puso las manos a la cabeza con la "frivolidad" con la que Xavier Trias o Jaume Collboni hablan de soterrar "esta cicatriz que supura, principal foco de contaminación del aire y acústica de Barcelona". La cobertura de la Ronda de Dalt, pese a estar en el programa no había sido antes mencionada por el republicano. ¿La razón? "Los vecinos de aquí ya no se creen nada, o sea mejor hablar con seriedad de estos asuntos que de manera demasiado alegre", apuntó.

Se llegó ya a la zona alta. Más deberes pendientes y proyectos de futuro, como permeabilizar el parque de Collserola, el Central Park barcelonés, como rezaba la propaganda maragalliana en los 80. Si Pasqual acercó al mar a los ciudadanos, Ernest se propone hacer lo propio con la montaña, 

La ruta tenía prtevista la explicación del proyecto que sin duda supondría el cierre de un círculo familiar. Si Pasqual hizo crecer la ciudad 'hacia atrás', hacia levante, Ernest quiere llevarla hacia poniente, vía la prolongación de la avenida de la Diagonal hasta el Llobregat.

Ya de retorno hacia Ciutat Vella, el autocar pasó por el Morrot, por donde el republicano sueña con construir un túnel de Rodalies de apenas dos kilómetros que dotará a la ciudad de una tercera entrada ferroviaria. Un proyecto original para el AVE, diseñado por la agencia Barcelona Regional, y que permitía conectar la alta velocidad entre el aeropuerto y el centro.