Reinventarse más allá de los 50

Cambiar de vida con más de medio siglo de vida abre puertas en el mercado

Voluntarios que encienden las luces de una vejez activa_MEDIA_1

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CARME ESCALES / BARCELONA

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Nina Martí tiene ahora 60 años y hasta hace ocho no le había faltado nunca el trabajo. Era secretaria de dirección. Pero, con 52 años, llegó su final de trayecto en la empresa que la empleaba y coincidió también con su divorcio, tras 25 años de convivencia con el padre de sus dos hijos, que ahora tienen 30 y 25 años. «Fue la ruina personal», expresa. Y los currículos que envió a partir de entonces parecían llevar una alarma que anunciaba, sobre todo, su edad. «Al menos, como secretaria de dirección, buscan personas jóvenes», precisa.

Una noche, viendo el documental de Carles Bosch 'Bicicleta, cullera, poma', que narra el proceso vital y lucha contra el alzhéimer del expresidente y exalcalde Pasqual Maragall y su familia, despertó en ella el interés por el acompañamiento a personas que ya no pueden valerse por sí mismas. «La ventaja de vivir en un pueblo -Cardedeu-, es que desde el ayuntamiento te avisan para hacer cursillos, y justamente hicieron uno de cuidadora de enfermos de alzhéimer», explica.

Hacerlo la motivó tanto que se sacó el grado de Gerocultora de FP (antes llamado auxiliar de Geriatría). Hizo sus prácticas en el centro de día Les Teixidores, de Cardedeu, donde, al finalizarlas, le propusieron un contrato. «Son poquitas horas, pero me sentí tan orgullosa de que yo, la mayor de todos los que habíamos hecho las prácticas, fuera la elegida para quedarse, que ahora sé muy bien que la actitud es más importante que la aptitud», dice. «Yo no quería ser la típica persona amargada que se lamenta continuamente porque de lo suyo ya no puede trabajar», añade.

FORMAR A OTROS SÉNIORS

Y no solo eso. Ahora Nina Martí se propone formar a otros séniors, transmitirles lo que a ella le ha ayudado a dar cuerda a su vida, a poner vida a sus años y no años a su vida.

Otras personas, más allá de los 50, lo han hecho abriendo un negocio. Concha López, de 52 años, se ha especializado en indumentaria festiva valenciana y forma a personas para que se ganen la vida cosiendo. Pedro Marín, 50 años, era funcionario y hoy organiza viajes de asiáticos a España. María, tras 30 años como peluquera, es ahora asesora en imagen visual de marca. Maria Ángeles, de 57 años, exdependienta en pastelerías y panaderías, organiza ahora cáterings desde Perfectoanfitrion.es