Los niños y las niñas también pueden arreglar el mundo

"La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo", sentenció Mandela. Cuánta razón. Los próximos días 16 y 17 de septiembre se celebra en el CCCB de Barcelona la tercera edición del festival Fixing the future (arreglando el futuro), que, por primera vez, incluirá como eje temático la educación. Lo hará desde la óptica de la tecnología, lo que se conoce por STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Recientemente también se ha añadido la “a” de arte (STEAM) porque la ciencia sin la parte humanística se queda corta. 

“Sin educación no hay futuro”, advierte Sonia Casas, directora de Habilis, plataforma educativa de Abacus y organizadora del festival. El certamen es un punto de encuentro para toda la comunidad que, lejos de derrotarse ante un futuro incierto, pide paso para pensar, estudiar, debatir y aplicar soluciones para un planeta amenazado, entre otras cosas, por la emergencia climática. Desde la moda sostenible hasta la alimentación, el urbanismo, la música, la economía circular, la inteligencia artificial o la realidad virtual. No solo habrá charlas y mesas redondas sino talleres para toda la familia (incluidos niños de 6 a 12 años) porque la educación va mucho más allá de las clases teóricas que se imparten en un aula o a través de una pantalla. “Cuando hablamos de tecnología parece que solo hablamos de tecnología digital. Pero se trata de aprender con las manos, trastear y experimentar”, añade la responsable de Habilis.

Pequeños inventores

¿Se puede inventar un tenedor que enfría la comida, un patinete familiar o una bicicleta para los días de lluvia? Sí. Son experimentos que forman parte del proyecto de una de las estrellas del festival: Dominic Wilcox, artista, diseñador y responsable de Little inventors (pequeños inventores), una iniciativa para crear proyectos ideados por niños y niñas de todo el mundo. “Proyectos que pueden hacer la vida más fácil en el futuro”, recuerda Casas.

El festival también contará con la presencia de Bethany Koby, divulgadora de la educación STEAM y una de las máximas defensoras de la tecnología como herramienta de educación. Para que los docentes sean los primeros en abrazar el mundo digital en lugar de despotricar contra él, la maestra Gemma Koch demostrará la cantidad de cosas que se pueden enseñar en un aula gracias a la tecnología. También la alimentación de los escolares estará presente en el certamen. Lo estará de la mano de Bee Wilson, activista de los menús infantiles saludables, asignatura pendiente de muchas escuelas.

Las responsables del festival -dirigido por mujeres y donde más de la mitad de los ponentes también son mujeres- insisten en que los niños, las niñas y los adolescentes no pueden quedar al margen de los retos que afronta el planeta. Citando el optimismo de Chomsky como vía fundamental para poder emprender acciones, la directora de Fixing the future, Silvia Brandi, insiste en no estar siempre dando mensajes negativos a la infancia y la juventud sobre el mundo que han heredado. 

La ecoansiedad -sensación de malestar, nerviosismo, tensión, miedo, frustración y ansiedad ante los problemas ambientales y las consecuencias negativas que puede haber en el planeta- es un problema serio entre los chavales, que corren el riesgo -insiste Brandi- de quedar paralizados por el pesimismo y no hacer nada ni tomar iniciativas para cambiar el mundo.

“Es cierto que la humanidad está en un momento muy crítico, pero nunca como hasta ahora ha habido tanta gente dedicada a estudiar cómo enfrentarse a los retos. Hay mucha soluciones, mucho talento y mucha creatividad. Debemos mirar el futuro con optimismo. Nuestro festival pretende plantar semillas para el cambio”, concluye Brandi.

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Desarrollar el pensamiento crítico es fundamental entre los más jóvenes. Nuestra compañera Valentina Raffio -redactora de EL PERIÓDICO especializada en periodismo científico- ofrecerá un taller sobre cómo encontrar buenas fuentes de información, distinguir los hechos reales de las opiniones y, sobre todo, detectar las 'fake news', otra amenaza muy seria que sufre la humanidad.

“Queremos abrir la puerta del mundo STEAM a las familias y que la tecnología esté a la altura del resto de las asignaturas en colegios e institutos”, recuerda la directora de Habilis, que critica el hecho de que determinadas enseñanzas no lleguen a los colegios y solo se impartan en las actividades extraescolares. Los niños y las niñas -recuerda- deben experimeintar, crear y aprender con las manos. Es una excelente vía para aprender algo fundamental en la vida: tolerar la frustración. Porque, claro, las cosas no siempre salen como queremos. Ni en el aula ni en la vida.