Ventajas (y algún inconveniente) de tener un hijo zurdo

El doctor Manuel Sosa Henríquez, catedrático de Medicina en la Universidad de Las Palmas, tiene 65 años. Todavía recuerda perfectamente cómo sus maestros le ataban la mano izquierda a la pata de la mesa para obligarle a escribir con la derecha. Era zurdo. Y lo sigue siendo. La zurdera no se corrige. No supone ningún problema físico ni psicológico ni neurológico. Por más que lo dijeran los curas durante el franquismo, la mano izquierda no es la mano del diablo. Es más, ser zurdo conlleva alguna que otra ventaja.

Si tu hijo es zurdo, que sepas que son personas más creativas y con más virtudes en el deporte uno contra uno. Eso sí, las dificultades también son obvias. El mundo está hecho para los diestros. Las tijeras para zurdos están ya en muchas papelerías. No pasa lo mismo con las reglas o con los pupitres escolares y universitarios, que siguen teniendo la paleta en el lado derecho. Por no hablar del elevado precio que tienen las guitarras para zurdos.

Licenciado en medicina interna y neurología y especializado en osteoporosis, Sosa Henríquez ha dedicado -y sigue dedicando- gran parte de su vida a investigar la zurdera. Publicó en la plataforma 'The conversation' un artículo titulado 'Mi hijo es zurdo, ¿debo preocuparme?' La respuesta va más allá del siempre no. Es “no, en absoluto". Pero el médico reconoce que usó ese gancho periodístico para atraer a los lectores ante un tema del que se habla poco y que merece más atención.

La comunidad científica asegura que el 10% de la población es zurda. Y lo es desde la prehistoria. “Es algo que se comprueba en las pinturas rupestres, donde el reborde delata que se usó la mano izquierda”, explica Sosa Henríquez, que, como todos los zurdos, también emborrona más el papel cuando escribe a mano.

El porcentaje de zurdos, en todo caso, no es un número exacto por dos motivos. Primero, porque es difícil hacer una escala única. Hay quien es zurdo solo para escribir y no para el resto de actividades. Y segundo, a lo largo de la historia -como muy bien sabe Sosa Henríquez- la zurdera se intentó corregir y reprimir. Así que, muy posiblemente, ese 10% sea en realidad más alto. 

Reprimir la zurdera es muy peligroso porque, en uno de cada tres casos, puede provocar alteraciones neurológicas, como trastornos en el lenguaje, explica el doctor canario, que pone como ejemplo al rey Jorge VI, padre de la recientemente fallecida Isabel II de Inglaterra.

La película 'El discurso del rey' (Tom Hooper, 2010) explica muy bien los tremendos problemas de tarmudez del monarca, que era zurdo. “De niño fue sometido a una rígida educación victoriana. Le prohibieron escribir con la mano izquierda. Y desarrolló tartamudez”, explica el médico. Por suerte, Sosa Henríquez no fue víctima de un trastorno del lenguaje a pesar de que a él también le intentaron frenar su mano izquierda. 

Ante la pregunta de por qué nacemos zurdos, hay dos respuestas. La corta es que no se sabe. La larga tiene que ver con factores genéticos que intervienen en el cerebro. Hay que huir de otras respuestas conspiranoicas y acientíficas que relacionan la zurdera con el número de ecografías que la madre se realiza durante el embarazo o la exposición a determinadas hormonas. 

Ventajas

Ser zurdo tiene ventajas. “Nos tenemos que enfrentar a un mundo hecho para los diestros, así que nos tenemos que buscar más la vida y desarrollamos más la creatividad. Los zurdos son mejores que los diestros en todo lo que tiene que ver con las artes escénicas, como el teatro, y también en la arquitectura”, destaca el médico. En el deporte también hay ventajas. Especialmente, en los que son uno contra uno, como el boxeo, el esgrima o el tenis. “El contrario lo recibe todo al revés”, explica el doctor poniendo como ejemplo a John McEnroe y señalando que Rafa Nadal es ambidiestro.

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Tras destacar que el 50% de los últimos 30 presientes de EEUU han sido zurdos, Sosa Henríquez explica que los zurdos son un colectivo muy pasivo y tranquilo. “Otros se hubieran lanzando a las calles para reivindicar sus derechos, pero nosotros aceptamos el mundo tal cual”, sonríe.

Habrá que esperar al 13 de agosto para celebrar -cómo no- el día internacional del zurdo. La iniciativa, explica el catedrático, fue promovida por Dean Campbell, fundador de Left Handers International, quien, precisamente, escogió el número 13 por ser considerado por muchos supersticiosos como un número “malo”. De hecho, en idiomas como el inglés, el francés y el italiano, zurdo tiene connotaciones negativas: siniestro, maldiestro, desgraciado. Nada que ver con la realidad.