Club de Educación y Crianza de EL PERIÓDICO

¿Quién teme a las matemáticas?

  • La comunidad docente exige terminar con la "injusta herencia cultural y social" que provoca que muchos alumnos tengan aversión a los números

  • La discalculia es un trastorno del aprendizaje que provoca nula capacidad para el razonamiento matemático

Un niño de 2º de primaria realiza en casa los deberes de matemáticas.

Un niño de 2º de primaria realiza en casa los deberes de matemáticas. / M. G.

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Olga Pereda
Olga Pereda

Periodista

Especialista en educación y crianza.

Escribe desde Madrid

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El rechazo que muchos niños y niñas sienten ante las matemáticas -un temor que roza la angustia o el terror- es un grave problema para ellos y ellas, sus familias y el país entero porque España, como toda la comunidad europea, necesita matemáticos y matemáticas. ¿De dónde viene esa injustificada aversión a los números y las operaciones?

“Por herencia cultural y social. Hace años, las matemáticas con sangre entraban y muchos estudiantes han interiorizado el mito de que es la asignatura más difícil, pero no lo es. Las matemáticas ni son frías ni deben provocar ansiedad. Es una asignatura que ayuda a fomentar el pensamiento crítico y a saber distinguir una opinión de un dato. Requieren esfuerzo, sí. Pero son bonitas, chulas, divertidas y muy útiles. Tenemos que popularizar las matemáticas. Y hacerlo como en Francia, como una cuestión de Estado. Si no, en el futuro nos enfrentaremos a exclusión laboral. En unos años, el 10% del PIB español lo generarán profesiones relacionadas directamente con las matemáticas. Si en España no tenemos profesionales habrá que traerlos de fuera. Debemos fomentar este talento con urgencia”, asegura Clara Grima, profesora de Matemática Aplicada en la Universidad de Sevilla, divulgadora y autora de ‘Mati y los matemostruos ¿Quién tiene miedo a las matemáticas?’ (editado por Beascoa).

La discalculia es un trastorno del aprendizaje que conlleva comprender mal los números y el significado de los símbolos matemáticos, tener nula capacidad para el razonamiento matemático y el cálculo mental

Las matemáticas no son tan fieras como las pintan. Hoy, en el Club de Educación y Crianza, hablamos de esta materia que trae de cabeza -injustamente- a tantos alumnos por más pequeños que sean. Las matemáticas son perfectamente accesibles a todo el mundo, a no ser que el estudiante sufra discalculia, un trastorno clínico del aprendizaje que conlleva, entre otras consecuencias, comprender mal los números y el significado de los símbolos matemáticos, tener nula capacidad para el razonamiento matemático y sufrir serios aprietos con el cálculo mental.

La discalculia puede afectar a un porcentaje de la población estudiantil que varía entre el 2,27% y el 6,4%, según un artículo publicado en la Revista de Investigación y Evaluación Educativa de la Universidad de València. Es un trastorno con base neurobiológica y genética, y en algunas ocasiones, está asociado a alguna otra alteración del neurodesarrollo.

Si no se trata, el problema no desaparece cuando el chaval se hace adulto. “La intervención temprana y la ayuda del orientador del cole o instituto y el departamento de pedagogía terapéutica pueden ayudar mucho a superarlo”, explica Fran López Mellado, profesor de Matemáticas en el instituto Sabinar de Roquetas de Mar (Almería).

"Las matemáticas son bonitas, chulas, divertidas y muy útiles. Tenemos que popularizarlas. Y hacerlo como en Francia, como una cuestión de Estado"

Clara Grima, profesora universitaria y divulgadora

Volvamos al inicio, al miedo (que no trastorno) que a muchos les dan las matemáticas. ¿Cómo se puede atajar este atragantamiento? La profesora Clara Grima explica que los progenitores y los maestros deben animar a los niños desde muy pequeños a jugar con los números para descubrir tanto su belleza como sus infinitas posibilidades. “Es una asignatura que se aplica en el día a día”, recuerda la divulgadora. 

'Mati y los Matemonstruos' habla de manera divertida de los grafos, el sistema binario, el número pi, las estadísticas… Su autora se revuelve cuando escucha decir a alguien que saber el máximo común divisor no sirve para nada. “¿Diríamos algo así de la poesía de Lorca, o de la música y los museos?”, critica. 

En defensa de las matemáticas

Conocido en redes por Fran el profe de mates, Fran López Mellado asegura que, lamentablemente, las matemáticas generan un miedo infundado y urge, como Grima, a realizar una labor pedagógica en su defensa. “El miedo debe desaparecer cuanto antes porque cuando los chavales llegan al instituto puede que ya sea tarde”, remarca.

Las buenas prácticas en el aula pasan, en su opinión, por no a aburrir a los alumnos con cientos de sumas, restas o ecuaciones sino por hacer accesible y divertida la asignatura, incluso tirando de gamificación, (palabra que proviene de 'game', juego en inglés).

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El juego, de hecho, no es algo secundario. Es un derecho de los niños y las niñas al mismo nivel que la educación y la salud, según dictamina Naciones Unidas. El juego es, además, una herramienta educativa. Muchas voces consideran que el juego tiene gran poder para transformar la educación y que es una de las soluciones para los retos del aprendizaje en el siglo XXI. Hace tiempo, en el Club de Educación y Crianza os hablamos de cómo los juegos de mesa estaban irrumpiendo en el aula.

El profesor de Roquetas de Mar destaca, con orgullo, que al inicio de curso, el nivel de aprobados no superaba el 50% de la clase (con alumnos de 16 años) y ahora roza el 80%. Las chicas, añade, son las que han sacado mejores notas. 

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