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VIDEOCATA: los 3 vinos tintos que más seducen a sumilleres y restauradores

Tres profesionales participan en la serie de catas dirigida por Jordi Cotrina con sus recomendaciones

Sucamulla 2020, vino 'roig''

Cata Mayor

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Si te gusta descubrir vinos, lo mejor es acudir al consejo de un experto. Es lo que hacemos en 'De cata con...', sección de 'Cata Mayor' (el canal gastronómico de EL PERIÓDICO y el grupo Prensa Ibérica, al que pertenece este diario). Aquí recogemos las recomendaciones de profesionales del mundo del vino a través de videocatas dirigidas por Jordi Cotrina. Ahí van tres vinos tintos que más gustan a los sumilleres y restauradores que hemos visitado en los últimos meses.

L'Anit 2019, 100% cariñena de Celler Frisach, uno de los mejores tintos de la Terra Alta

L'Anit 2019, 100% cariñena de Celler Frisach, es uno de los mejores tintos de la Terra Alta, según Nico Montaner, de Maitea Taberna. /

L'Anit 2019 (Celler Frisach)

Nico Montaner, de la taberna vasca Maitea, propone L'Anit 2019, de Celler Frisach, un vino de la Terra Alta con el que recuerda a los amigos que tiene en aquella zona. El restaurador destaca el buen trabajo que llevan a cabo los hermanos Joan y Francesc Ferré en Frisach, "una bodega inspiradora que hacen vinos de territorio, de los que te transportan a un paisaje". "Tienen mucha sensibilidad y trabajan de manera excepcional", resume.

Es un 100% cariñena de viñas viejas "con una interpretación algo diferente a lo acostumbrado" y que "se bebe casi sin sed". En contraposición a lo que se estila, la sobremaduración de la uva "que luego necesita tiempo para domarse en la barrica de roble", el vino que propone Montaner "busca una cariñena más crujiente, madura pero fresca y profunda, especiada".

En definitiva, "una interpretación muy interesante que vale la pena conocer" que resulta "muy gastronómica y agradable". Así es L'Anit 2019.

Faugères 2017 (Domaine Leon Barral)

Faugères 2017 (Domaine Leon Barral)

Benoît Valée, propietario del bar L'Ànima del Vi, elige Faugères 2017 de Domaine Leon Barral. "Lo elabora el viticultor que me enseñó en 2001 lo que era un vino natural", recuerda Valée, que hizo prácticas en su bodega justo después de salir de la escuela de enología de Burdeos. "Hacían todo lo contrario de lo que había estudiado". Desde entonces, solo consume vinos naturales.

Y este vino del Languedoc, "de una zona que por sus suelos de pizarra se parece al Priorat", lleva un ensamblaje de garnacha, cariñena y cinsault, variedad, esta última típica del sur de Francia. "En la primera nariz -analiza- es bastante animal. Al tratarse de un vino natural, necesita un momento de oxigenación para volver a vivir". El experto destaca su "gran frescor, y eso que tienen un alto grado alcohólico [14,5º]". "Se nota también el 'frío' que puede dar también la pizarra, la sensación de piedra mojada, y después vienen las notas de fruta casi confitada, de ciruela, de cereza muy madura".

"Tiene una acidez natural que hace salivar en el fondo de la garganta y que mantiene el vino mucho tiempo en la boca. Cuando se abre un poco aparecen notas de cacao, café, y un poco de amargor que le da frescura", explica sobre Faugères 2017.

Sucamulla 2020, vino 'roig''

Sucamulla 2020 (Vinyas d'Empremta)

Roger Viusà, propietario de Plaça del Vi 7 (Girona), elige Sucamulla 2020, de Vinyas d'Empremta. "Uno de los vinos que más me han tocado el corazón, más auténticos que podemos encontrar en Catalunya", confiesa el experto. Para él, es el que mejor representa el paisaje de montaña (la bodega es de Navàs, en la parte norte del Bages que está en la frontera con la comarca del Berguedà). Y eso significa que "es continental, prepirenaico, de altura, y como desaparece el Mediterráneo, huye de la dulzura de la costa, de las garnachas, las cariñenas, el ull de llebre, el macabeu...".

Así que nos encontramos con que "las frutas no son tan exuberantes" en este 'vi roig', y en cambio, aparecen "el sotobosque, la humedad, el deje terroso". "Tiene profundidad pero al mimo tiempo 'bebilidad'", afirma sobre este Sucamulla 2020, no tan intenso en nariz y cuyo color rubí degradado con toques un poco marronosos pueden sorprender a quien no esté acostumbrado a beber vinos naturales. Le agrada que "en boca es elegante y sutil, fácil de beber, complejo, profundo, con amplitud".