¿Vacaciones gastronómicas? Toma nota de estos 5 destinos

Son muchos los rezagados que a día de hoy todavía no han planeado sus vacaciones de verano. La gastronomía es una buena excusa para optar por un destino vacacional y, por suerte, tenemos muy cerca un montón de lugares donde comer y beber de fábula al tiempo que hacemos turismo. Toma nota de estos cinco destinos muy 'foodie'.

Costa Brava (Girona)

El tramo de costa que va desde Blanes hasta el Portbou no falla nunca. No falla por sus preciosas playas rodeadas de pinos y rocas, por sus calas en las que parece que se para el mundo, por sus pueblos de pescadores, por su ambiente nocturno y por esa combinación tan particular entre naturaleza y mar que solo encontramos aquí. La Costa Brava es lugar de peregrinaje vacacional de numerosos 'bon vivants' de buen paladar, ya que está repleta de propuestas de primer nivel.

¿Algunos ejemplos? Este año los chefs Javier Sanz y Juan Sahuquillo, de Cañitas Maite (Albacete), desembarcan en La Santa Market, el espacio de ocio transversal situado en una hípica de Santa Cristina d'Aro. Son, sin duda, los chefs de moda, creadores de la Mejor Croqueta del Mundo de Jamón Joselito en Madrid Fusión 2021 y poseedores de un sol Repsol, una estrella Michelin y una estrella verde por su restaurante Oba-, también en Albacete. Llegan con un menú degustación en ocho pases (siete tapas y un postre) en formato 'finger food' que recoge los platos más representativos de Cañitas Maite y se sirve en un restaurante ajardinado al aire libre mágico y elegante a partes iguales. 

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Para degustar una selección de recetas tradicionales exquisitas y otras con sello más contemporáneo de la factoría Jubany, debemos dirigir nuestros pasos a la preciosa cala Sa Tuna de Begur y reservar mesa en el restaurante del Hotel Sa Tuna, donde Rosa Maria Jubany, hermana de Nandu, lleva las riendas de este local de postal. Entre Llafranc y Tamariu encontramos Far Nomo, un 'japo' divertidísimo en un entorno de lujo: se encuentra en el Far de Sant Sebastià y las vistas son de vértigo (nunca mejor dicho).

No puede faltar una visita a los clásicos: Miramar, la casa del chef Paco Pérez, con dos estrellas Michelin; el Castell Peralada Restaurant, donde el chef Javi Martínez pone en valor la esencia de la cocina del desaparecido Xavier Sagristà; o Toc al Mar, situado en Aiguablava, una de las calas más bonitas del mundo. 

València

Cualquier excusa es buena para plantarse en València y disfrutar de una ciudad que día tras día enamora a los viajeros con una combinación de cultura, arquitectura y gastronomía, todo ello regado con un espíritu mediterráneo que tiende a celebrar la vida, a ser posible alrededor de una mesa. Una buena excusa para visitar la ciudad anfitriona de los últimos premios 50 Best Restaurants es conocer el trabajo de uno de sus chefs estrella, Ricard Camarena, cuyo restaurante con el mismo nombre acaba de entrar, precisamente, a formar parte de las lista de los 100 mejores del mundo. 

Ricard Camarena Restaurant se encuentra en un edificio singular: Bombas Gens, una antigua fábrica de bombas reconvertida ahora en un efervescente centro cultural. Si preferimos un ambiente más canalla e informal, nada mejor que ocupar mesa en Central Bar, el restaurante de Camarena en el Mercat Central, que es un festival de productos frescos que saben mejor cuando se degustan en pleno ajetreo de un mercado. Canalla Bistró, Bar X y Habitual son otros de los locales del chef en la ciudad.

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Si nos apetece un solvente estrella Michelin donde los pescados son sensacionales, La Salita, de la chef Begoña Rodrigo, es el lugar en el que reservar mesa, y si lo que queremos es mezclarnos con los locales en un ambiente festivo y en un local con solera, nada mejor que acercarnos al Mercado de la Imprenta, un edificio histórico de 1.800 metros cuadrados reconvertido ahora en un gran espacio gastronómico distendido y alegre donde también se programan actividades culturales. 

Cáceres 

La ciudad extremeña es siempre un soplo de aire fresco para los amantes de la gastronomía y la cultura. Una buena excusa para visitar Cáceres es reservar mesa en el triestrellado Atrio. El restaurante ubicado en el interior de la ciudad amurallada, con sus construcciones almohades, góticas, renacentistas y coloniales, es un despliegue de elegancia y 'savoir faire' que enamorará, sobre todo, a los amantes del vino.

La bodega de Atrio está a la altura del escenario que la acoge y figura siempre en las listas de las mejores del mundo: hay joyas desconocidas y grandes vinos de todos los tiempos que tan bien maridan con su cocina profundamente arraigada en el territorio.

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Pero no todo es alta gastronomía en esta ciudad abierta, alegre y elegante. La Matilda, con su bonita terraza en la plaza de Santiago, arrasa con su carta de cocina sencilla para compartir. En El Madruelo, muy cerca de la plaza Mayor, disfrutaremos de sus sabrosas recetas de cocina ibérica, que van de la morcilla a los embutidos locales o unos solventes arroces para compartir. Si queremos adquirir algún pastel artesano delicioso, hay que dejarse caer por Chef Alia Pastry Shop, cuyo 'cheese cake' levanta pasiones. Pero en Cáceres también tienen lugar las tendencias más contemporáneas: el café, que sea siempre de Zeri’s.

Santiago de Compostela

Un buen motivo para dejarse caer por Santiago de Compostela es conocer de primera mano una de sus flamantes aperturas: Ceo da Boca, en el Mercado Boanerges, donde el mejor producto se da la mano con las técnicas más sofisticadas.

Si nos entusiasman los mercados y la visita a Ceo da Boca nos sabe a poco, nada mejor que acercarse al de Abastos y reservar mesa en Abastos 2.0, donde degustaremos un marisco de calidad trabajado a la perfección. 

La capital gallega es una mina para los amantes del buen comer. ¿Tapeo informal? La mejor tortilla de la ciudad se encuentra en La Tita (cuidado, lo más probable es que haya colas). ¿Cocina tradicional en un ambiente contemporáneo? Fogar do Santiso es perfecto para un tapeo a base de pulpo, carnes excelentes, pimientos de Padrón y otras delicias. Hay que dejar sitio para el postre: la tarta de Santiago que sea de Ébano. 

Y más allá de nuestra fronteras... Lyon

Visitar Lyon es siempre una alegría para los amantes del vino, de la gastronomía y de esa 'joie de vivre' tan particular que solo encontramos en Francia. La herencia del reputado cocinero Paul Bocuse se respira en todos los rincones de esta ciudad fascinante, que ha sido nombrada Capital Mundial de la Gastronomía Francesa y no se cansa de demostrar que le sobran los méritos para serlo.

¿Por dónde empezar? Si vamos a lo grande, la guía Michelin nos tiene reservadas maravillas como Prairial (con una estrella), Mère Brazier (con dos) o el hermoso Les Terrasses de Lyon, con sus increíbles vistas de la ciudad y su cocina de producto. 

Si nuestro bolsillo no está para estos dispendios, Lyon es la ciudad ideal para entrar en cualquier bistró informal, pedir un vino estupendo y disfrutar de una cena-de-picoteo solvente e informal sin dejarse una millonada. ¿Dónde? En La Cocagne, con sus recetas de temporada y su ambiente cálido y alegre. O en Le Café du Paintre, con su ambiente bohemio y atemporal.

El carismático Le Bouchon des Filles es como la casa de una simpática abuelita que cocina las mejores recetas tradicionales francesas. Si buscamos un 'wine bar' clásico el bonito Table et Vins d’Ainay tiene exactamente todo aquello que nos viene a la cabeza cuando pensamos en una vinatería francesa: quesos, 'foie', charcutería, alguna tapita 'delicatessen', excelentes vinos del mundo y un 'charm' irresistible.