La pregunta del millón

¿Cada cuánto tienes que cambiar las sartenes?

Si todavía te preguntas cuándo te toca invertir en un nuevo juego... sigue leyendo esta guía

¿Sartén quemada? El truco viral para limpiarla sin esfuerzo

Ármate en la cocina

Juego de sartenes antiadherentes.

Juego de sartenes antiadherentes. / Studio58

Laia Zieger

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La respuesta a esta pregunta es siempre compleja, ya que la duración de una sartén depende siempre del uso que se le haya dado y, sobre todo, de cómo se haya cuidado. Para ser precisos, lo ideal es cambiar una sartén antiadherente (las que comúnmente conocemos como sartenes de teflón) cuando hayan perdido la capa antiadherente, cosa que inevitablemente acabará ocurriendo pasado un tiempo. Para conservar esta cobertura el mayor tiempo posible, es conveniente seguir una serie de recomendaciones, como no someter la sartén a altas temperaturas, emplear siempre utensilios de madera para no dañarla, lavarla con una esponja suave y, a poder ser (aunque en este punto hay controversia), no meterla en el lavavajillas.

Pese a que las sartenes más comunes en los hogares son las antiadherentes, que cuentan con un recubrimiento de PTFE (politetrafluoroetileno, más conocido como teflón), existen otros materiales mucho más duraderos. Así pues, las sartenes de hierro o acero inoxidable son muy resistentes, prácticamente imperecederas, pero muchos consumidores se quejan de que los alimentos se pegan y que, por tanto, no son prácticas para cocinar. Es cierto, pero también lo es que bastan algunos sencillos trucos para conseguir un efecto antiadherente y así beneficiarnos de las propiedades de estas sartenes de batalla, muy utilizadas en cocinas profesionales.

El caso de las sartenes de teflón

En cuanto a las sartenes de teflón, lo recomendable es reemplazarlas ante cualquier mínima rayada, cosa que puede ocurrir fácilmente simplemente pasando un papel de cocina por una sartén con restos de migas, o utilizando un tenedor para retirar un trozo de carne o pescado. Por tanto, conviene ser muy rigurosos con los utensilios y emplearlos solo de plástico, madera o silicona, evitando cualquier mínimo contacto con materiales como el metal.

Pese a que el teflón se ha asociado tradicionalmente a un mayor riesgo de padecer cáncer, organizaciones como la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han desestimado esta opción y las autoridades sanitarias de todo el mundo califican el teflón o PTFE como un material seguro. Esta confusión se debe a que, antiguamente, se utilizaba un material llamado ácido perfluoroctnoico (PFOA), que sí ha sido calificado por la OMS como "posiblemente carcinógeno". Este fue prohibido hace muchos años y ya no encontramos en el mercado ninguna sartén con este material.

El problema, pues, no es el teflón, sino que desde el momento en que este recubrimiento tan delicado se daña la sartén pierde sus propiedades antiadherentes, cosa que se nota enseguida a la hora de cocinar. Conviene recordar que las sartenes están fabricadas con un material concreto, que puede ser aluminio, y llevan un acabado fino de teflón que es el responsable de sus propiedades antiadherentes (no están elaboradas íntegramente con teflón, como mucha gente piensa). Pese a que tanto diferentes organismos internacionales como las autoridades sanitarias de todo el mundo insisten en que el teflón es seguro, es cierto que no se debe someter a temperaturas muy altas, ya que a partir de 280º puede emitir sustancias tóxicas. Es importantísimo, en este caso, no calentar nunca la sartén vacía.

Truco para comprobar el estado de las sartenes antiadherantes

Para comprobar si es necesario cambiar ya las sartenes antiadherentes que tenemos en casa, es conveniente fijarnos en algunos detalles. Si el recubrimiento se desprende (cosa que ocurre, sobre todo, en las de cerámica, que se pusieron de moda hace un tiempo pero han ido cayendo en desuso), si presenta arañazos o si su color cambia (lo que sucede al someter repetidamente la sartén a altas temperaturas), es el momento de reemplazarla. También es posible que la sartén no presente ninguno de los daños descritos anteriormente pero notemos que se pegan los alimentos: es el momento de reemplazarlas.

Así pues, pese a que a menudo cuando compremos una sartén el vendedor nos asegurará que durará para siempre, no será así en el caso de las antiadherentes. Si bien es cierto que han ido mejorando en durabilidad y que si las tratamos bien podemos alargar su vida útil unos cuantos años, también lo es que habrá que ir renovándolas periódicamente. Lo mejor es invertir en sartenes de calidad, con una base gruesa que reparta bien la temperatura, y hacer caso omiso a las recomendaciones de lavarlas en el lavavajillas (aunque el fabricante asegure que podemos hacerlo).

Consejos de mantenimiento

Para su correcta limpieza, lo mejor es usar siempre una esponja suave (nunca el estropajo) y si tiene restos de grasa dejarla en remojo con agua caliente y detergente para tratar de retirar los restos sin necesidad de rascar. Por último, lo mejor es no apilarlas. Si no disponemos de espacio, lo mejor es colocar paños de cocina entre sartén y sartén, aunque también venden separadores de silicona, muy prácticos.

No está de más destacar que muchos profesionales de la cocina recomiendan a los usuarios perder el miedo a materiales como el acero inoxidable. Las sartenes fabricadas con este material no solo pueden apilarse y lavarse en el lavavajillas (incluso se pueden usar estropajos de aluminio si es necesario), sino que además dan muy buenos resultados a la hora de cocinar si aprenden a usarse correctamente.