De uvas (pasas) a rollitos de repollo: así se comen la Nochevieja en el mundo

La última noche del año está plagada de supersticiones que, como no podía ser de otro modo, se combaten a base de mordiscos. Para eso está la Navidad: para dejarse llevar durante dos semanas en un aquelarre de ingestas descontroladas. En ese sentido, la Nochevieja siempre guarda, entre su propuesta de menú degustación atasca-arterias, un plato o 'snack' especial que hay que tomar todos los años (apetezca o no) para combatir a la mala suerte.

En el caso español son las 12 uvas de marras. Desde hace unos años, suelen ser sin pepitas para prevenir atragantamientos. Menos emoción pero más seguridad. Pero en otros países la tradición cambia. Aquí te explicamos lo que hacen en algunos de ellos.

Uvas -pasas- (Portugal)

Nuestros vecinos tienen una tradición prácticamente calcada a la nuestra pero ellos cambian las uvas naturales por las pasas. En su caso, también es tradición tomar una por cada campanada. ¿Se tragan mejor las pasas? La verdad es que sospechamos que no, por lo que solo nos cabe quitarnos el sombrero ante los portugueses. Deben necesitar bastante champán para poder tragarlas...

Fideos (Japón)

Los fideos 'soba' -elaborados a partir de trigo sarraceno- son la cena por excelencia en la Nochevieja japonesa. Largos y finos, simbolizan longevidad y suerte para el año entrante y se suelen degustar en familia. En el caldo también pueden aparecer otros ingredientes que varían en función de cada receta, desde distintos vegetales a tempuras de pescado. Hay quien los toma haciéndolos coincidir con las ¡108! campanadas que suenan los templos budistas. Así cualquiera.

Chucrut (Alemania)

Esta preparación a base de col fermentada no falta en los banquetes de fin de año de países como Alemania. Es la guarnición principal de la carne de cerdo que también consumen en esta fecha. El chucrut es, desde luego, una de las opciones más saludables que uno pueda imaginarse para recibir el año. No sabemos si traerá buena suerte, pero seguro que, al menos, proporciona una digestión más llevadera.

Rollitos de repollo (Rumanía)

Hay numerosos países en los que el repollo y otras verduras de hoja verde son símbolos de buena suerte con los que conviene recibir el Año Nuevo. Está claro que el color es una metáfora perfecta de los billetes que se espera recibir durante los siguientes 365 días (quizá un poco menos, ahora que las tarjetas de crédito mandan). En el caso de Rumanía, por ejemplo, se sirven unos rollitos de repollo rellenos de una mezcla de carne, arroz y otras verduras. En otros países, como Irlanda, el repollo también forma parte, como guarnición, de la última cena del año. 

Arenques (Escandinavia)

Aunque en España tan solo los consumen los fanáticos de Ikea, hay numerosos países del norte de Europa en los que los arenques forman parte de las tradiciones de Nochevieja. En Escandinavia, no suelen faltar en el picoteo de medianoche junto a patés o albóndigas. Mientras, en Polonia, se sirven en una preparación con azúcar, vinagre blanco, especias y cebolla. Su color plateado es lo que los hace perfectos para estas fechas.

Lentejas (Italia)

Probablemente una de las tradiciones que más gracia nos hace en España es la costumbre de los italianos de comer lentejas cuando se acerca el momento de despedir el año. Es cierto que hay quien las toma acompañando al 'cotechino', el fiambre elaborado a partir de carne magra, corteza y grasa de cerdo, uno de los platos que suelen ser de la partida en estas fechas. Pero también hay quien, tras haber dado buena cuenta de dulces como el 'pandoro' o el 'panettone', regresa a las lentejas cuando llegan las campanadas. 

Hoppin’ John (sur de Estados Unidos)

Seguimos con las legumbres, esta vez en una receta que evoca el tradicional plato de judías y arroz de muchos países africanos y americanos. En este caso, se trata de alubias carillas que se acompañan, además, de cebolla picada y panceta en tiras. Es un clásico que se consume en el sur de Estados Unidos en el fin de año debido a que estas alubias ('black-eyed peas') se asemejan a los centavos, por lo que se cree que es un plato que atrae el dinero. Un motivo de peso para comerlo.