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Combo de Artur Segarra (i) y Carlos Alcañiz (d)

Combo de Artur Segarra (i) y Carlos Alcañiz (d) / EPC

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Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, ingresó el verano pasado en prisión tras declararse culpable del asesinato de Edwin Arreta, cirujano colombiano con el que guardaba una estrecha relación. A la espera de que comience el juicio, el hijo del actor Rodolfo Sancho sigue su vida dentro del centro penitenciario Koh Samui District Prison, ubicado en la isla de Samui.

Allí, se encuentra otro español que cumple condena desde mayo de 2020, Carlos Alcañiz, un violento criminal originario de Terrassa. Se trata de uno de los dos precedentes de asesinatos cometido por españoles en el país del sudeste asiático, siendo Artur Segarra el otro de los condenados.

Violento y problemático

Apodado como 'el Elegido', este catalán de 36 años, aficionado a las artes marciales y de tendencias problemáticas ingresó en la cárcel por el asesinato del chileno René Patricio Guzmán, amigo y compañero de trabajo de Alcañiz, el 10 de mayo de 2020 en la localidad tailandesa de Ban Tai. Antes, en 2005, el joven ya fue acusado de homicidio por el atropello a una anciana a la que no socorrió.

Tras darse a la fuga, Alcañiz viajó a Tailandia, donde terminaría fijando su residencia en 2015. Fue en el país asiático donde el terrasense emprendió 'Los Elegidos', un proyecto humanitario en el que invirtió 3.000 euros para ayudar a los más necesitados. Con tendencia megalómana, el joven, al cual se vinculó al mundo del narcotráfico, decía ser "el elegido por Dios para salvar al mundo", informa El Español.

Asimismo, según confesaron sus allegados, Alcañiz sufría un "desequilibrio mental" que le llevó a cometer el crimen en la misma isla en la que Sancho ha acabado con la vida de Arreta, motivo por el cual ahora ambos coincidirán en la misma cárcel.

Artur Segarra

El otro español condenado por asesinato y descuartizamiento en el país asiático es Artur Segarra, a quien el rey de Tailandia conmutó la pena de muerte. El español, que huyó para eludir a la justicia española por delitos vinculados a una trama de estafas, secuestró, torturó, asesinó y descuartizó al empresario David Bernat en 2016. El crimen tuvo lugar en Bangkok, y la justicia del país inicialmente lo sentenció a la pena capital. Sin embargo, Segarra consiguió revertir la situación por medio de una carta enviada al monarca tailandés en la que reconocía el asesinato.

Después de que trascendiese el suceso por el que se juzgará a Sancho la próxima semana, Segarra pidió "una oración y que se respete su presunción de inocencia".