Proyecto pionero en marcha

La tala puntual de árboles aportará hasta un 25% más de agua de lluvia a los ríos de Catalunya

Catalunya talará árboles en las cabeceras de los ríos para que llegue más agua a los embalses

OBJETIVO BOSQUES | ¿Es viable lograr bosques mediterráneos maduros?

Tània Giró, ingeniera forestal, del Departament d'Acció Climàtica y Maria González, investigadora del CTFC.

Tània Giró, ingeniera forestal, del Departament d'Acció Climàtica y Maria González, investigadora del CTFC. / El Periódico

Guillem Costa

Guillem Costa

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Los pinos luchan entre ellos por cada milímetro de tierra y por cada gota de agua en este bosque denso y aún joven del Ripollès. Son árboles que se plantaron durante los años cincuenta y que han crecido sin cesar, sin apenas perturbaciones (naturales o artificiales) que crearan claros en la arboleda. Cerca de estas hectáreas sombrías y húmedas (sobre todo, después de las precipitaciones de las últimas horas), pasa el curso del río Ritort y también algunos arroyos.

En un bosque denso de Molló elegido como laboratorio de pruebas se talará uno de cada cuatro árboles

"Es un bosque público y gestionado por la Generalitat", cuenta Anna Sanitjas, directora general de Boscos. Sanitjas admite que hasta la fecha, la gestión propuesta por la Conselleria d'Acció Climàtica siempre ha ido muy dirigida a la prevención de incendios, sobre todo en áreas con riesgo para la población. Sin embargo, tras una sequía de casi cuatro años, se han visto obligados a pensar también en la disponibilidad de agua.

En concreto, como adelantó EL PERIÓDICO hace unas semanas, la Generalitat pondrá en marcha un proyecto para generar más 'agua azul'. ¿Y qué es el agua azul? Es el agua que no se llega a evaporar hacia la atmósfera y que permanece en el suelo, captada y succionada, en su mayoría, por la vegetación. Es decir, lo que hará la Administración es promover las talas puntuales de árboles para que más cantidad de agua llegue a los ríos (y por consiguiente, a los embalses).

Prueba piloto

El objetivo de estos trabajos, que empezarán a lo largo de los próximos treinta días, es realizar una gestión forestal pensada para que las reservas de agua tengan más recursos. "El escenario en los bosques es de emergencia forestal, pero a esta situación se suma la falta de gestión y el exceso de masas de bosque jóvenes y densas", detalla Sanitjas. Por lo tanto, con estos trabajos, se conseguirán varios beneficios a la vez, asegura.

Tras la prueba en el Ripollès, la iniciativa se trasladará a la Garrotxa y el Solsonès

También se favorecerá la mejora de la biodiversidad: "Trabajamos para garantizar la salud de los bosques. Y este pinar no goza de una gran biodiversidad porque es un ecosistema muy hemogéneo. Cuando se eliminen árboles, entrará la luz y el hábitat se enriquecerá".

¿Cuántos pinos se retirarán? A lo largo de las hectáreas escogidas para la prueba piloto, en Espinavell (en el municipio de Molló), se talará uno de cada cuatro árboles. "Hay que tener en cuenta que aquí hay 2.000 pinos por hectárea", precisa Sanitjas. Esto equivale a tener 2.000 pinos en un campo de fútbol.

"El objetivo es poner en marcha proyectos como esto en más bosques de las cabeceras de los ríos"

— Anna Sanitjas, directora general Boscos

En solo 61 hectáreas, se calcula que se producirán 0,1 hectómetros de agua. "Esta es la cantidad de agua que necesitan 1.300 personas a lo largo de un año: más de la mitad de la población de Camprodon", compara la directora de Boscos. En total, si llueve, se puede aumentar un 25% la disponibilidad de agua de lluvia disponible para los ríos.

En total, la Generalitat dispone de 100.000 hectáreas de bosques públicos. La conselleria calcula que si se llega a actuar en todas las zonas forestales de las cabeceras, se podría llenar el pantano de Sau. Pero de momento se empieza por Molló.

¿Y cuándo se tendrán resultados? Casi de forma inmediata, dentro de poco más de un mes se sabrá, puesto que se podrá analizar el caudal del río Ritort, que desemboca en el Ter y que, por lo tanto, acaba en los embalses de Sau y Susqueda.

Aval científico

Como el bosque tiene menos pinos y también menos copas y hojas, más agua logrará caer al suelo. Hasta ahora, lo habitual era que en este bosque se viviera el fenómeno de interceptación de las hojas, una especie de "efecto paraguas" que retiene parte del agua. Y al mismo tiempo, no habrá tantos árboles que succionen el agua del suelo y disminuirá el consumo global de agua. Si hay más agua acumulada en el suelo, más agua acaba llegando tanto al río como a los acuíferos, otra fuente de recursos esencial en época de escasez.

Para sacar adelante el proyecto, expertos del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC), junto a trabajadores de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), han analizado al detalle en qué zonas estratégicas se puede potenciar la generación de esta valiosa 'agua azul'.

Después del Ripollès, será el turno de bosques de la Garrotxa y el Solsonès, donde los especialistas ya están buscando puntos clave para actuar. La madera que se extraiga se comercializará y el seguimiento científico del proyecto será constante, para garantizar que el ecosistema forestal no se pone en peligro.

El Govern promete respetar el ecosistema y actuar solo en bosques muy jóvenes y densos

Después de que se anunciara la intención de probar esta medida, varios grupos ecologistas denunciaban que no era una solución a la sequía. ¿Qué les responde el Govern? Sanitjas promete que se realizará una gestión forestal totalmente respetuosa con el ecosistema, que se fomentará la biodiversidad y que se actuará solo en bosques excesivamente jóvenes y densos. Si funciona, no se descarta promover este tipo de acciones en bosques privados.