Sequía en Catalunya

Buscar agua a 100 metros bajo suelo: la agonía de los acuíferos amenaza el abastecimiento

CONTAMINACIÓN | El 75% de los acuíferos que dependen de la Generalitat están en mal estado

AGUA SUBTERRÁNEA | El 40% de los acuíferos costeros ya están en mal estado por la salinización

Subvención europea al CSIC para investigar los acuíferos y su contaminación

Subvención europea al CSIC para investigar los acuíferos y su contaminación / CSIC

Guillem Costa

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Cavar un pozo y encontrar agua en las profundidades de la tierra ha sido siempre algo natural para la humanidad. Sin embargo, la actual sequía también ha puesto en jaque este proceso ancestral. Los acuíferos agonizan y la situación amenaza al abastecimiento, puesto que el 60% de los municipios de las cuencas internas de Catalunya beben agua subterránea. Estos pulmones de agua, que suelen resistir la crisis hídrica mejor que los embalses y los ríos, presentan registros mínimos inéditos hasta la fecha.

La Generalitat recibe más solicitudes para construir pozos el doble de profundos de lo que era habitual

Casi la mitad del agua que se usa en las cuencas internas procede de los acuíferos

"Cuando empieza a escasear el agua, las masas de agua subterránea, de inercias lentas, van aguantando y tardan en vaciarse", detalla Antoni Munné, jefe del Departamento de Control y Calidad de Aguas de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). Sin embargo, los meses han pasado y la sequía se ha intensificado hasta tal punto de que ya ni los acuíferos se salvan. Es cierto que algunos todavía resisten, como el de la Vall Baixa del Llobregat (cerca de Barcelona), que ha soportado una caída de 6 metros, o los de la Tordera o el Baix Ter.

Muy por debajo de la media

Pero en general, la mayoría se encuentran muy por debajo de la media. Es el caso del acuífero de la masa de agua Carme-Capellades (Anoia), la del Camp de Tarragona o el acuífero Fluvià-Muga (en el Alt Empordà). Y un problema añadido, que detalla Munné: "Así como los ríos se refuerzan con las lluvias, los acuíferos son más lentos a la hora de cargarse y tardan en recuperarse. Les costará tiempo". Para que mejoren, primero debe llover intensamente. Luego, el suelo ha de saturarse de agua. Entonces, lentamente, el agua va penetrando en la tierra hasta que llega al acuífero.

Demasiado asfalto

"Cuando hay cemento de por medio, el proceso es mucho más difícil", denuncia Annelies Broekman, investigadora del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) experta en agua. "Habría que eliminar algunas impermeabilizaciones de asfalto u hormigón, como por ejemplo los párkings de supermercados. Hay fórmulas existentes para que los coches puedan aparcar que dan solidez al terreno pero permiten el paso del agua".

Hay tres datos que constatan la importancia del buen estado de los acuíferos, que actúan como reservas estratégicas, ya que se recurre a ellas sobre todo durante las sequías. Cada año, en las cuencas internas se extraen unos 600 hm3. Esto equivale a cuatro veces todo el agua que cabe en el pantano de Sau. En total, el 44% del agua que se usa en las cuencas internas procede de los acuíferos. Buena parte de ella se utiliza para la industria, la agricultura o la ganadería. Y de toda la que usamos para el consumo urbano o doméstico, entre un 15% y un 30% tiene su origen en las aguas subterráneas.

Pozos más profundos

El actual escenario ha obligado a muchos municipios a construir nuevos pozos porque los que tenían se estaban secando. Y cuando piden permiso para cavar nuevos orificios en la tierra, cada vez optan por buscar agua a más profundidad. Si antes los pozos se solicitaban de 25 o 50 metros de fondo, ahora se piden de hasta 75 o 100 metros.

Otro problema de los acuíferos es la contaminación por nitratos, que afecta a la mayoría de ellos

"Los particulares y los ayuntamientos cada vez nos demandan pozos más profundos. Aquí entra en juego el equilibro económico, ya que cavar pozos más profundos y bombear el agua es más caro", explica Munné. En la ACA no descartan que en un futuro los pozos que hasta la fecha eran de 50 metros sean de 75 aproximadamente.

"Estamos trabajando para saber hasta qué profundidad se pueden construir pozos, porque se puede perjudicar a los ríos y a las fuentes. De hecho, solo damos autorizaciones cuando se trata de casos muy claros. No nos gusta ir concediendo pozos a la ligera", matiza Munné. Por este motivo, muchos de los ayuntamientos están recuperando pozos en desuso o arreglando existentes, más que crear nuevos agujeros en el suelo.

Los acuíferos también sufren en el capítulo de la contaminación. Aproximadamente un 75% tienen exceso de nitratos o sulfatos. "También hay algunos pozos con presencia de nitratos que se pueden explotar si se realiza un tratamiento posterior", precisa el especialista de la ACA. Algunos municipios diluyen el agua para que la contaminación sea menor, otros aplican procesos de desnitrificación y algunos acuíferos se van recuperando poco a poco, aunque este también es un proceso lento.

El mayor problema en cuanto a contaminación está en la Catalunya central, donde la alta densidad de granjas de cerdos y pastos provoca la contaminación de los acuíferos a través de los purines.

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