¿Tiene sentido prolongar el minitrasvase para llevar agua del Ebro a Barcelona?

Los ingenieros han intentado dejar claro que su plan no consiste en realizar un trasvase. Lo que proponen es enviar a Barcelona cierta cantidad agua de la que puede disponer el CAT (Consorci d'Aigües de Tarragona) pero que no se utiliza porque no está siendo necesario. Esta agua procede del llamado minitrasvase del Ebro a Tarragona.

Es un trasvase que empezó en los años ochenta, para resolver los problemas de abastecimiento que sufrían pueblos y empresas del Camp de Tarragona con pozos y ríos secos. Se decidió aportar agua del Ebro hasta Tarragona para asegurar las reservas. Como máximo, se pueden desviar 4 metros cúbicos por segundo, una cantidad que no se llega a trasvasar.

De hecho, el observatorio de los colegios profesionales plantea llegar a estos 4m3/s para enviar parte de esta agua que no se use en Tarragona al sistema Ter-Llobregat, mediante una nueva tubería que se debería construir y que costaría, según sus cálculos, unos 300 millones de euros. Así, se podría enviar agua del Ebro a Barcelona sin ampliar la actual concesión incluida en el minitrasvase. Solo se debería cambiar la ley que indica que esta agua solo se puede utilizar dentro de las fronteras geográficas del CAT.

A día de hoy, hay cuatro trasvases entre cuencas distintas. Uno de ellos es el ya mencionado minitrasvase del Ebro a Tarragona. Luego, está el trasvase del Ter a Barcelona, una desviación de agua que se debe reducir año a año tras los acuerdos del Ter, que marcan el camino a seguir para que Barcelona no necesite esta agua almacenada en Sau o en Susqueda. Y en última instancia, existen dos trasvases más pequeños: el del río Siurana (de la cuenca del Ebro) hasta Riudecanyes (Baix Camp), que ha destatado una auténtica guerra del agua, y una pequeña desviación de agua de la Noguera Pallaresa para los regadíos entorno al Segre. Los ingenieros apuestan por interconectar redes mediante tuberías (no por un nuevo trasvase) no solo de Tarragona a Barcelona sino también del Ter al sistema Fluvià-Muga (Empordà).

<strong>Anna Barnadas</strong>, secretaria de Acció Climàtica, en declaraciones a la Agència Catalana de Notícies (ACN), ha descartado la interconnexión entre cuencas: "No está en el marco de soluciones que el Govern tiene sobre la mesa. La afectación en las cuencas podría ser irreversible. No es un proyecto sostenible". Fuentes del Departament de Acció Climàtica consultadas por EL PERIÓDICO aseguran que no están previstos nuevos trasvases para hacer frente a la actual sequía. De hecho, ya lo han repetido en varias ocasiones tanto el president, Pere Aragonès, como el conseller, David Mascort, o el director de la ACA, Samuel Reyes, que defienden las nuevas obras para que el área metropolitana se autoabastezca. Las palabras concretas de Reyes en una entrevista en este medio fueron las siguientes: "No lo puedo descartar tajantemente, pero a día de hoy no está sobre la mesa. Se debería analizar y debatir con mucha profundidad". Sin embargo, aseguran que estas estudiarán el documento elaborado por los ingenieros cuando se lo envíen.

Evidentemente, la propuesta de los ingenieros no ha pasado desapercibida y ha llegado a las altas esferas políticas. Por ahora, el Ministerio para la Transición Ecológica descarta este transporte de agua desde Tarragona hasta Barcelona mediante cañería. Sobre trasvases, la postura del Gobierno es similar a la de la Generalitat. En conversación con EL PERIÓDICO, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, fue así de contundente: "Los trasvases son un concepto antiguo, de cuando había cuencas excedentarias. Ahora todas las cuencas sufren estrés hídrico, por lo que un trasvase no tendría sentido". La presidenta de la CHE, sin ser tan contundente, considera que hay obras previstas para garantizar agua en Barcelona: "Un trasvase no está sobre la mesa. Si se planteara cualquier actuación puntual, dependería del Gobierno de España, que es quien debería determinar si el escenario requiere esta medida".

Este fin de semana se ha pronunciado <strong>Salvador Illa (PSC)</strong>, el líder de la oposición en Catalunya. Agradece la propuesta de los ingenieros: "Es positivo que los cuatro colegios profesionales se hayan unido. En muchos debates, les hemos escuchado muy poco". Sin embargo, su partido apuesta por resolver el abastecimiento en el área de Barcelona con <strong>nuevas actuaciones</strong> en materia de agua regenerada, sobre todo en el Besòs: "Pensamos que esto daría autosuficiencia y las actuaciones tendrían que haber sido más rápidas". Los otros partidos no se han pronunciado, aunque Jèssica Albiach (En Comú Podem) ha exigido coherencia, planificación y ejempleridad ante la sequía.

Entidades ambientalistas como Aigua és Vida o la Plataforma en Defensa de l'Ebre se muestran en contra de lo que reclaman los colegios de ingenieros y economistas, y optan por preservar la independencia de cada cuenca, manteniendo tanta agua como sea posible en el curso natural de los ríos. También se oponen agricultores del ámbito del Ebro. Ecólogos expertos en gestión del agua como Narcís Prat, en declaraciones a EL PERIÓDICO, tampoco ven clara la idea: "Es una huida hacia adelante. No tiene sentido. Lo que es razonable es recargar los pozos el Vallès con la depuradora del Besòs y potenciar el agua regenerada en esta área". Recuerda que esto se planteaba en la Fundación Nueva Cultura del Agua des de principios de siglo XX, sin embargo la propuesta no se materializó.

Además de los ingenieros y economistas de los colegios profesionales, la Associació Catalana d'Amics de l'Aigua se ha posicionado a favor de interconectar redes de distribución en un comunicado: "Nos parece bien cualquier solución que ayude a resolver problemas actuales de forma eficaz y técnicamente viable, como es la interconexión de redes bidireccional entre el Consorci d'Aigües de Tarragona y el ente Ter-Llobregat". Los ingenieros, para construir la cañería que cumpliría con este propósito, reclaman recuperar el trazado que planteó Agbar en 2008.

El director de la ACA, Samuel Reyes, ha repetido en más de una ocasión que se debe apostar por un área metropolitana de Barcelona autosuficiente y poner todos los esfuerzos en la potabilización del Besòs y los nuevos pozos en el sistema Ter-Llobregat. Sectores ecologistas exigen extraer menos agua de los ríos y el medio ambiente, acuíferos incluidos, y plantear un modelo económico que tenga en cuenta los usos razonables del agua. En líneas generales, hay consenso en la idea de avanzar en la regeneración en el Besòs, aunque Aigües de Barcelona y el PSC ponen prisas al Govern para que acelere las obras. Los ingenieros opinan que con la regeneración en el Besòs, no bastará para abastecer a Barcelona en momentos de emergencia, de aquí su propuesta de interconectar redes.