12M

Las políticas para cultura en Catalunya: acuerdo en el 2%, divergencias sobre los derechos culturales

PP y Ciutadans se ausentan del debate de los partidos sobre sus propuestas para las elecciones catalanas, celebrado en el Cercle d'Economia

De izquierda a derecha, Juli Fernàndez (ERC), Rocío García (PSC), Francesc Ten (Junts), David Caño (CUP) y Enric Bárcena (Comuns), en el Cercle d'Economia

De izquierda a derecha, Juli Fernàndez (ERC), Rocío García (PSC), Francesc Ten (Junts), David Caño (CUP) y Enric Bárcena (Comuns), en el Cercle d'Economia / Adrián Quiroga

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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Juli Fernàndez (número 13 de la lista de ERC por Barcelona a las elecciones del 12M), Rocío García (número 6 del PSC por Barcelona), Francesc Ten (número 10 de Junts+ Puigdemont per Catalunya por Girona), David Caño (número 5 de la CUP-DT por Barcelona) y Enric Bárcena (número 7 de Comuns Sumar por Barcelona) representaron a sus respectivas formaciones en el debate sobre políticas culturales celebrado este martes en el Cercle d'Economia. Ciutadans justificó su ausencia por problemas de agenda y el PP rechazó participar en el acto, según los responsables de la cita, organizada por la Associació d’Empreses de Teatre de Catalunya (ADETCA), la Associació de Professionals de la Museologia de Catalunya (AMC), la Associació de Professionals de la Gestió Cultural de Catalunya (APGCC), el Cercle de Cultura (CC), y la Federación de Productoras Audiovisuals (PROA).

Todos los partidos estuvieron de acuerdo en que en 2025 se debe alcanzar el objetivo de que el presupuesto del Departament de Cultura represente el 2% de las cuentas globales de la Generalitat. Pese a que el Govern no lograra el apoyo a sus presupuestos para 2024, en los que la 'conselleria' dirigida por Natàlia Garriga ganaba 89 millones hasta alcanzar el 1,7% del total. Fernàndez (ERC) recordó que al inicio de la legislatura el presupuesto de Cultura era el 1,1% y atribuyó el "salto muy significativo" a que la cultura ha sido "estratégica" para el saliente Ejecutivo catalán. Puestos a recordar, García (PSC) recordó que se venía de unos "recortes estratosféricos" aplicados por presidents convergentes y posconvergentes y que el punto de inflexión para al recuperación fue que la plataforma Actua Cultura "se plantó". Ten (Junts), Caño (CUP) y Bárcena (Comuns) coincidieron en señalar que, desde que los presupuestos fueron tumbados, el Govern ha tenido y aún tiene mecanismos para aprobar esos 89 millones o una parte de ellos si tanto le interesa la cultura. En otros ámbitos ha aprobado partidas desde entonces, indicaron.

Distribución territorial

En el bloque del debate dedicado a la distribución de la cultura en Catalunya tampoco hubo mucha discordia. La representante del PSC abogó por la creación de una red de equipamientos culturales para que las "grandes producciones culturales" barcelonesas puedan girar por el territorio. Nadie le llevó la contraria. El delegado de Junts constató que el "ecosistema cultural es muy débil" y que para las empresas culturales medianas, pequeñas y micro es "muy difícil sobrevivir", en primer lugar, dijo, por "la burocracia que suponen las subvenciones". El portavoz de los Comuns fue más allá y expuso la necesidad de "descentralizar las enseñanzas artísticas".

Derechos culturales

En el apartado de los derechos culturales, que los cinco grupos llevan en su programa, hubo divergencias serias. Fernàndez (ERC) los definió como "el cuarto pilar del estado del bienestar" y subrayó que el Govern estaba trabajando en una ley al respecto. García (PSC) replicó que la ley de marras ya tendría que estar hecha, como las de museos, patrimonio y la Filmoteca de Catalunya. "Ha faltado liderazgo del Govern", asestó. "El plan normativo de la 'conselleria' ha sido un desastre", abundó Ten (Junts). Aunque fue Caño (CUP) quien expuso el bonito concepto de derechos culturales en forma de dilema. Se trata, a su entender, de priorizar un "cambio de modelo" en las inversiones culturales: "Formación artística de las personas, derechos de los artistas y participación de la ciudadanía en la cultura" por encima de "industria cultural con ánimo de lucro", porque "no hay dinero para todo". García saltó: "La industria cultural también defiende los derechos culturales". Bárcena (Comuns) se permitió "sacar pecho": "Tanto en el Ayuntamiento de Barcelona [en el anterior mandato] como en el Ministerio de Cultura, los derechos culturales son troncales".

El catalán

Fernàndez defendió la creación de una Conselleria de la Llengua Catalana para "liderar el cambio de la realidad", propuesta a la que se sumó Caño. García abogó por que el catalán dependa de Presidència, "igual que con Maragall y Montilla", y Ten también consideró que debe "colgar" de Presidència, pero con transversalidad en todos los departamentos.

El CoNCA y la Corporació

Apoyo de todos al Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA), al que García propuso sumar a los sectores culturales. Bárcena animó a "tomárselo en serio" y darle más presupuesto.

Y palos de Junts, CUP y Comuns a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, que no fue defendida por ERC y PSC. Los críticos afearon la pobre programación cultural de las televisiones del ente público, prácticas como 'la rueda' de madrugada y que "siempre salen los mismos".