El área de Barcelona ampliará restricciones la próxima semana y declarará la 'preemergencia' por sequía

Catalunya prepara la pista de aterrizaje para encender la luz roja y entrar en la llamada fase de emergencia por sequía en la región metropolitana de Barcelona y en Girona. Pero para suavizar este aterrizaje y evitar que el cambio sea tan brusco, el Govern creará una especie de estado de transición del que hasta la fecha no había hablado nadie: la 'preemergencia', que se anunciará la próxima semana si no hay cambio de planes.

En lugar de la emergencia, se crea la fase de preemergencia, que se anunciará pronto para llamar al ahorro extremo

La previsión es que los municipios del sistema Ter-Llobregat (más de 5 millones de personas) pasarab de la excepcionalidad directamente a la emergencia. Sin embargo, esta preemergencia actuará como un paso intermedio, con el fin de ganar tiempo e intensificar el ahorro de agua. ¿Pero qué restricciones se añadirán a las actuales? De momento no se han concretado porque todavía se están estudiando, pero serán medidas a caballo entre la excepcionalidad y la emergencia, que podrían llegar a restringir los consumos domésticos.

Después de un tiempo en 'preemergencia', escenario que no estaba incluido en el Plan Especial de Sequía, llegará la definitiva fase de emergencia, que podría activarse en el mes de enero. "No puede ser que necesitemos esperar a que haya cortes o se sequen los pozos para que se sea consciente de la situación", ha explicado Samuel Reyes, director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). De hecho, para concienciar a la ciudadanía, el Ejecutivo catalán pone este martes en marcha una nueva campaña: 'El agua no cae del cielo'.

Ventana cerrada

"El mensaje es de preocupación. La emergencia se encuentra tras la puerta", ha insistido Reyes. "Si conseguimos ahorrar una gran cantidad de agua, podríamos lograr retrasar la entrada en emergencia, pero todo el mundo debe colaborar", ha añadido. A día de hoy, la peor fase del plan de sequía (la auténtica emergencia) está vigente solo en 37 municipios (la mayoría de ellos en el Empordà). Además, hay decenas de localidades que sufren cortes de agua porque dependen de pozos secos.

"Hemos analizado el actual escenario y toca tomar decisiones extraordinarias", ha asegurado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja. Ya hace unos días que se ha constatado que esta es la peor sequía en Catalunya desde que hay datos: persiste durante 36 meses y es intensa. Por este motivo la Administración pide ahorrar al máximo. ¿Quién y dónde? "Todo el mundo. En casa, en las empresas, en los museos, en la calle, en la oficina, en todas partes", ha concretado Reyes.

Un biólogo dicta los "diez mandamientos" para la "misa del agua" del párroco de Darnius

Las cifras de esta crisis hídrica sin precedentes se han puesto sobre la mesa del Comité Interdepartamental de la Sequía que se ha reunido este martes a primera hora de la mañana. Un total de 300 hectómetros de agua que solían llegar a los pantanos no lo han hecho. Este volumen equivale a la mitad de lo que cabe en todos los embalses de las cuencas internas de Catalunya (es importante recordar que la situación en las cuencas del Ebro no es tan grave, ya que la mayoría de agua, ahí, se usa para las campañas de riego, que ahora han terminado). En el embalse Darnius-Boadella (Alt Empordà), por ejemplo, tan solo queda agua para 10 meses.

Sectores críticos

Reyes advierte de que hoy las cosas están mucho peor que en septiembre: "Entonces confiábamos en la ventana que se abría para las lluvias (los meses de septiembre y octubre). Pero las precipitaciones han sido insuficientes". En adelante, la próxima ventana no se abre hasta el mes de marzo, aunque es cierto que puede haber situaciones extraordinarias, como ocurrió con el Gloria, el último gran temporal que cayó en enero de 2020 y que dejó los pantanos a rebosar.

En las últimas horas, la oposición ha sido crítica con la gestión de la escasez de agua por parte del Govern. El PSC ha cuestionado que no se reuniera el Comité Interdepartamental de Sequía hasta otoño de 2022, puesto que en 2021 ya había indicios que confirmaban el inicio de esta crisis hídrica.

La plataforma Aigua és Vida también lamenta la actuación de la Administración. No entienden que se tomen medidas sobre los hogares y consideran que, en los últimos tres años, se podría haber reducido más el consumo de sectores como la agricultura, la ganadería o el turismo.