Crisis hídrica

Las lluvias llegan "demasiado tarde" en las cuencas del Ebro y las restricciones seguirán, afirma la CHE

Los arroceros se las ingenian para salvar la cosecha en el delta del Ebro: "Es un desastre"

La falta de agua dulce pone en riesgo toda la biodiversidad del delta del Ebro

El Bajo Ebro ha entrado en "situación excepcional por sequía" en las últimos días, una mala noticia para el delta

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro / Claire Louis

Guillem Costa

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"La zona más crítica de la cuenca del Ebro es Catalunya." Así de clara es la sentencia de Mario Carreras, jefe de Recursos en Explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). ¿Y por qué van tan mal las cosas en la mitad este de Catalunya? "Porque una de las principales unidades hidrológicas, la cuenca del Segre, lleva meses en emergencia", explica Carreras en declaraciones a EL PERIÓDICO.

La emergencia es el peor de los escenarios de sequía previstos por la CHE. Pero, además de esta fase, hay otra catalogación especial que se declara solamente en casos graves: se trata de la situación excepcional por sequía extraordinaria.

La CHE reivindica una buena planificación, a diferencia de lo que considera la Generalitat

Semanas atrás se decretó en la cuenca del Segre, pero ahora, el Bajo Ebro se declara también en este estado. Esta decisión de la CHE se traslada al Ministerio de Transición Ecológica y de Agricultura para que lo tengan en cuenta a la hora de brindar ayudas y analizar la situación.

¿Las lluvias de este fin de semana y las que vengan en los próximos días pueden revertir la emergencia? El responsable de explotación de la CHE considera que no: "Por mucho que llueva, la situación global es difícil cambiarla. Es verdad que los modelos de predicción prevén más precipitaciones, pero no será suficiente porque partimos de una situación complicada".

Nieve fundida

A este hecho se suman las escasas reservas nivales. "La mayor parte de la nieve ya se fundió, lo que provocará que la aportación sea mínima". Los caudales de los ríos están en estiaje: no hemos llegado a junio y si miras el río parece que estemos en agosto. "El problema es que solo nos queda medio mes de ventana para lluvias -señala Carreras-. Aun así, bienvenidas sean".

Con más agua en los embalses de Rialb y Oliana, se aseguraría del todo el abastecimiento urbano y se podrían salvar los árboles frutales. Sin embargo, las fases de situación de sequía decretadas por la CHE no variarán. "Si la climatología nos da una sorpresa y junio se convierte en el mes de abril de otros años, sería fantástico, pero es poco probable que suceda", advierte Carreras.

El escenario es muy pesimista. En octubre, cuando empezó el año hidrológico, se confiaba en que los embalses se llenaran. Pero los meses habitualmente más lluviosos han batido récords de aridez.

Competencia de los regantes

En la confederación, reivindican la "buena planificación" que han hecho. "Desde las juntas que se celebraron en octubre, las comunidades de regantes saben cuál es la situación, ya que se les informa continuamente de la realidad", expone Carreras.

"Lo que no se puede hacer es repartir una agua que no tienes, nosotros trabajamos así, y lo que ha ocurrido es que se han cumplido la peores previsiones", se lamenta. A partir de este punto, se tienen que garantizar los abastecimientos urbanos y los caudales ecológicos.

"Con el volumen de agua restante, son los regantes los que deciden cómo lo distribuyen, por esto han tomado decisiones como el cierre del Canal d'Urgell, es su competencia. Ellos tienen que decidir qué hacen antes de saber lo que ocurrirá".

"No se puede repartir una agua que no tienes, es como trabajamos nosotros"

— Mario Carreras, responsable explotación de la CHE

Esta justificación llega después de que la Generalitat haya acusado a la CHE reiteradamente de no planificar la escasez de agua. El Govern, de hecho, va un paso más allá y exige competencias sobre las cuencas del Ebro, algo que por ahora descartan desde el Ministerio de Transición Ecológica.

Agonía deltaica

En el delta del Ebro sufren especialmente la sequía sufrida por las cuencas del Ebro. El prorrateo que se ha decidido para esta zona es de un 50% del agua que se ofrecía normalmente, algo que pone en riesgo la campaña de riego de los arroceros y también la biodiversidad del delta.

Carreras duda de que haya cambios en esta restricción: "Si entra agua en el embalse de Mequinenza o Riba-roja, podrían cambiar las cosas, pero teniendo en cuenta que se tiene que asegurar el caudal del río y que lo que llueva en el Segre se quedará en Oliana y Rialb, es difícil que mejore la situación". Es la primera vez en la historia en la que los arroceros del delta ven como se les limita el uso del agua, un elemento esencial en su producción, ya que riegan los campos por inundación.

A todo esto, la parte final del curso del Ebro y el Segre no son las únicas zonas que están sufriendo la sequía en la cuenca del Ebro. Las unidades hidrológicas de la Noguera Ribagorçana y la Noguera Pallaresa se encuentran en alerta, la fase previa a la emergencia.

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Un agricultor siembra arroz en el delta. / Claire Louis

Este escenario, poco habitual en zonas pirenaicas, podría modificarse si sigue lloviendo. "El resto de zonas de la cuenca del Ebro se van degradando y deteriorando. La cuenca del Esera también está en una situación difícil, lo que afecta el canal Aragón-Catalunya", avisa Carreras.

Desde la CHE niegan que todo esto haya sucedido por mala planificación. Lo achacan a la falta de lluvias inesperada y aseguran que en todo momento se ha informado a los agricultores para que tomen las decisiones que crean convenientes. El presidente de los regantes del Canal d'Urgell, Amadeo Ros, no descarta abrir el canal más veces de los previsto si realmente las lluvias cambian la situación en los embalses.

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