Crisis hídrica

El canal Segarra-Garrigues también cierra y solo ofrecerá agua por "necesidad estricta"

La campaña de riego del Canal d'Urgell se cierra por la falta de agua | Fotogalería

Hacer caer la fruta y dejar que se pudra: la única salida para salvar a los frutales en el Urgell

Por primera vez en la historia el canal, que empezó a funcionar en 2009, termina el suministro antes de tiempo

lcanal Segarra-Garrigues al seu pas pel terme municipal de les Borges Blanques

lcanal Segarra-Garrigues al seu pas pel terme municipal de les Borges Blanques / Ignasi Gómez / ACN

Guillem Costa

Guillem Costa

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La Comunidad General de Regantes del Canal Segarra-Garrigues ha decidido cerrar el suministro de agua desde este sábado hasta el martes día 2 de mayo. A partir de entonces, solo se ofrecerá la cantidad de agua necesaria para salvar los cultivos de árboles frutales. Es una medida grave que va en la línea de lo que ya ha ocurrido estos últimos días en el Canal d'Urgell.

No solo se perderán cosechas actuales, sino que está en riesgo la futura planificación

El presidente de la comunidad de regantes del canal, Josep Maria Jové, ha cifrado en 7.000 las hectáreas afectadas, 2.000 de ellas de cereal y 5.000 de frutales. Jové ha recordado que a partir del día 2 se concretará con cuánta agua podrá pasar hasta el mes de septiembre cada regante.

"Nos han cerrado el agua de un día para otro, estamos todos sorprendidos porque no había ocurrido nunca", reconoce Albert Balcells, agricultor en Arbeca que usa el agua del canal. El objetivo de la restricción es llegar al final de la campaña con la mínima cantidad de agua posible. Muchas de las cosechas se dan por perdidas y la intención principal de los agricultores es simplemente evitar que los frutales mueran.

Si esto ocurriera, las pérdidas económicas serían todavía más graves de lo previsto, ya que la compra de un árbol supone una inversión a largo plazo. No se puede comparar con una cosecha anual, detallan agricultores. Balcells plantó olivos el año pasado: "Son árboles jóvenes con raíces poco profundas. Con el calor que está haciendo, si no les doy agua pronto, morirán fácilmente".

Lo nunca visto

Estas últimas semanas, la sequía extrema está golpeando con fuerza a las comarcas de Lleida y a la zona del Urgell. La Confederación Hidrográfica del Ebro ha declarado la excepcionalidad en la cuenca del Segre. Y después del fin de campaña anticipado en el Canal d'Urgell, una medida histórica e inédita, ahora es el Canal Segarra-Garrigues el que modifica la planificación por primera vez desde su existencia.

Desde el próximo martes se irá ofreciendo agua en función de lo que pida cada regante, siempre pensando en este riego de salvamiento y se informará del volumen mensual que se puede llegar a consumir. No se suministrará agua a ningún cultivo que se haya sembrado a partir del 28 de abril.

"Todavía podremos recoger algún fruto, pero poco y de mala calidad"

— Albert Balcells, agricultor

La cantidad de agua almacenada en el sistema Oliana-Rialb, en caso de que en mayo no llueva, no podría garantizar el uso agrícola para cosechas, porque antes hay otras prioridades como la población, la supervivencia del ganado en las granjas. Después están los árboles, que son más importantes que los cultivos de cereales, ya que no se pueden dejar morir.

Balcells está tan preocupado que el martes, lo primero que hará es pedir que le suministren agua urgentemente. Para salvar sus olivos se necesitará más agua que para mantener con vida los árboles más viejos. ¿Y las cosechas, se podrán salvar? "Las de cereales ya están perdidas casi todas. Los que tenemos cultivos leñosos todavía podremos recoger algún fruto, pero poco y de mala calidad. Vamos a mínimos", se lamenta.

Planes desbaratados

Ya ha asumido que perderá dinero y, como el resto de sus compañeros, está pendiente de las posibles ayudas puedan llegar por parte de la administración. Las actuales cosechas, no son lo único que genera inquietud: "Tenía una tierras preparadas para empezar a regar la próxima temporada y plantar almendros y olivos. Ahora, si no me aseguran el agua, me lo estoy replanteando".

"Lo primero que haré el martes es pedir agua para salvar los olivos jóvenes"

— Albert Balcells, agricultor

Su caso es el de muchos otros agricultores. "Hace poco, arranqué varios árboles que ya habían sido productivos para plantar otros. Como no tengamos agua, no podré tirar adelante con la planificación". Además advierte que los árboles que no mueran y sobrevivan sufrirán un gran estrés que no ayudará de cara a futuras producciones.

La decisión de cerrar el canal durante unos días se toma con los puntos de almacenamiento llenos. Pero aun así, solo se puede garantizar el suministro para los meses inmediatos, por esto los regantes se anticipan y limitan ya el riego. Si llegan nuevas aportaciones (con posibles lluvias en mayo) se destinarán a abastecer a los regantes que más hayan sufrido la falta de agua.

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