Crisis hídrica

Los arroceros se las ingenian para salvar la cosecha en el delta del Ebro: "Es un desastre"

La falta de agua obliga a los flamencos del delta del Ebro a criar en la Albufera de Valencia

Catalunya exige al Gobierno que asegure el agua dulce para el delta del Ebro

El agua permanecerá "demasiados días estancada" en algunos campos y ello hace peligrar la calidad del arroz

DELTA DEL EBRO 01/05/2023 Delta del Ebro. Albert Pons, agricultores. Sequía en el delta del Ebro. campos de Arroz, granjas de mejillones y aves afectados por la escasez de agua dulce. FOTO de ZOWY VOETEN

DELTA DEL EBRO 01/05/2023 Delta del Ebro. Albert Pons, agricultores. Sequía en el delta del Ebro. campos de Arroz, granjas de mejillones y aves afectados por la escasez de agua dulce. FOTO de ZOWY VOETEN / Zowy Voeten

Guillem Costa

Guillem Costa

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"En el delta del Ebro ha sucedido de todo. ¿Pero quedarnos sin agua? ¡Esto es lo nunca visto!". Albert Pons, arrocero de toda la vida, lleva desde las seis de la madrugada reparando desagües para aprovechar cada gota de agua. Son días de dudas y tensión: "Estamos inundando los campos de arroz sin la seguridad de que podamos cosechar".

Si la cosecha fracasa, los agricultures dejarán de ganar 70 millones de euros 

Todavía es primera hora de la mañana y el silbido del viento se mezcla con un ruido de metrónomo aflautado. Es el canto del autillo, que a esta hora destaca por encima de los demás pájaros. Algunos campos, pocos, ya están llenos de agua. Otros aún no, ya que muchos agricultores optan por la "siembra en seco" para evitar que el caracol manzana destroce los cultivos. Lo que hacen es esperar a que el arroz crezca un poco para inundar entonces las parcelas.

Pons acompaña la escena deltaica con sus explicaciones: "Tanto para un tipo de siembra como para el otro, llega un momento en el que estás obligado a liberar el agua". Esto supone más inversión en maquinaria, para poder adaptarse a los dos estilos de siembra.

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

El arroz sembrado "en seco" empieza a crecer. / Zowy Voeten

"Estoy tirando arroz en el campo pensando que tiro el dinero por primera vez en la vida"

— Kilian Franch

En las últimas horas han recibido un mensaje de la comunidad de regantes. Les exigen que mantengan todos los desguaces cerrados y que, cuando hayan llenado el campo, cierren la toma de agua. Es decir, que el agua que entra en el campo no sale hacia las lagunas, como ocurría normalmente. Si permanece en los campos se rompe el ciclo.

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Albert Pons, frente uno de los canales de riego. / Zowy Voeten

Esta es una de las medidas aplicadas para afrontar una temporada de riego condicionada por la limitación que les impone la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Los arroceros solo tendrán disponible el 50% del agua (250 hm3 de los 500 hm3 habituales).

¿Dejarán campos sin regar? "No. Aquí nadie nos ha avisado con antelación, como sí ha pasado con los arroceros del Empordà. La CHE ha actuado con alevosía", critica Pons. Ya tienen la siembre hecha y el adobe en el campo: "Nosotros empezamos ahora y veremos cómo acaba".

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Kilian Franch y Albert Pons en uno de los arrozales. / Zowy Voeten

A la charla se suma otro agricultor, Kilian Franch, que baja de su tractor para dar su opinión: "Estoy sembrando arroz pensando que tiro el dinero. Nunca en la vida ha ocurrido nada parecido". Si no llueve, les cortarán el agua antes del mes de agosto. "Esto significaría perder las cosechas", advierte Franch. Él ha decidido sembrar lo antes posible: "Por si hay suerte y puedo llegar a recoger algo".

Circuito truncado

Los nervios y la preocupación de los arroceros monopolizan la conversación en los bares de Sant Jaume d'Enveja y Poblenou del Delta. ¿La falta de agua provocará que el arroz pierda calidad? Según Pons, es posible que sí: "La clave es que el agua nunca se estanque en los campos, que vaya circulando lentamente.

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Kilian Franch ya ha sembrado sus arrozales. / El Periódico

Va entrando por la toma y va saliendo por el desagüe, para llenar lagunas icónicas como la Encanyissada o la Tancada".

"Nos obligan a cerrar los desagües y el agua no llegará a las lagunas salobres"

— Albert Pons, agricultor

Pero este año no será como siempre. La orden de la comunidad es "no desaguar bajo ningún concepto", lo que puede provocar que el agua se quede demasiado tiempo en un mismo campo. "Esto perjudica al arroz. Con el calor, el agua se evapora, y no estará lo suficientemente oxigenada", se queja Pons. "Y el arroz pide agua fresca cada día", zanja.

En el canal de la izquierda, para poder reaprovechar el agua, los arroceros han trabajado para preparar las bombas de agua. Así, como mínimo, se podrá enviar el agua de un campo a otro constantemente y no se estancará tanto. Pons cuenta las consecuencias negativas: "Con este sistema, le regalamos autopistas acuáticas al caracol manzana, con el que llevamos 10 años librando una dura batalla. Pero parece que no hay otra salida".

"Si no logramos que el arroz florezca, no podremos cobrar ayudas económicas"

— Albert Pons, agricultor

Los regantes del canal de la derecha lo tienen todavía más difícil. Deberán sacar adelante sus cosechas sin este mecanismo de recirculación. "Mala pinta tiene todo esto", suelta Toni Almudeve, otro agricultor. "Pero seguimos trabajando", se resigna.

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Preparación de las banderas negras que ahuyentan a los flamencos. / Zowy Voeten

En una de las barracas de agricultores del canal de la derecha, arroceros preparan las "banderas piratas", hechas con bolsas de basura, que ahuyentan a los flamencos para que no se coman el arroz. Otros preparan la tierra para la siembra incierta. En algunos campos ya lo tienen todo inundado para evitar que la sal emerja y dañe el arroz. El agua dulce mantiene a raya el agua salada.

70 millones en juego

La carrera de fondo de los arroceros ha empezado. Todos ellos se conjuran para lograr la floración del arroz a mediados de julio: "Si logramos llegar vivos a este punto, al menos podemos recibir las ayudas. Si no, no aspiramos ni a las compensaciones económicas".

Arranca el riego del arroz en el delta del Ebro

Daniel Forcadell en su tractor. / Zowy Voeten

Pons teme que todos los agricultores de Catalunya pidan ayudas económicas: "No será fácil que nos las den, pero si la planta no florece será imposible cobrarlas". Después, para conseguir cosechar decentemente, se necesitaría agua durante todo el mes de agosto, algo que la CHE no asegura si el embalse de Mequinenza sigue perdiendo fuelle. Los arroceros intentan no perder la esperanza. Saben que la Generalitat ha pedido a la CHE que asegure el caudal ecológico durante todo el verano, lo que salvaría los arrozales.

"Nosotros regamos. Si se termina el agua, no habrá nada que hacer"

— Daniel Forcadell, arrocero

¿Cuánto dinero hay en juego? En el delta se cultivan 140 millones de kilos de arroz, a 0,5€ al kilo. Es decir, que si no se cosechase nada, se dejarían de ganar 70 millones. "Es un desastre, nunca hemos sembrado ante un escenario como este", sentencia Daniel Forcadell, otro arrocero del canal de la derecha que preside la junta del parque natural.

Ya no están a tiempo de cambiar de cultivo. El agua dulce ya irriga toda la red de riego. Y esto significa que el agua dulce, el corazón del ecosistema del delta, ya late en los arrozales. "Lo que está por ver es si llegará hasta el final. Nosotros regamos. Si se termina el agua, no habrá nada que hacer".

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