La sequía se recrudece en el Ebro: más municipios catalanes de la CHE entran en emergencia

El último informe mensual de la Cuenca Hidrográfica del Ebro (CHE) trae malas noticias. Las precipitaciones de abril han sido casi inexistentes y esto repercute en el estado de las reservas. Ante esta situación, la unidad territorial de escasez (UTE) del bajo Ebro entra en emergencia. Esta zona abarca municipios de las comarcas catalanas del Baix Ebre, Montsià, Terra Alta o Ribera d'Ebre.

La emergencia es el peor escenario que prevé la CHE. La cuenca del Segre también está en esta misma situación pero desde hace 12 meses. En el caso de la unidad territorial del Segre, la CHE fue un paso más lejos y declaró la "situación excepcional por sequía prolongada". Esta declaración significa que el panorama es especialmente grave en el territorio, por lo que la CHE lo comunica al ministerio pertinente, un proceso que podría facilitar las ayudas a los agricultores, por ejemplo.

En el caso de la subcuenca del bajo Ebro, que justo ha entrado en emergencia, la declaración de situación excepcional por parte de la presidenta podría llegar pronto. Hay dos subcuencas más del Ebro que cambian de fase. Las unidades de la Noguera Ribagorçana y la Noguera Pallaresa entran en alerta, el paso antes de la emergencia. Si no llueve pronto y con abundancia, la CHE reconoce que estas dos unidades también entrarán probablemente en emergencia.

ACA y CHE

Hay que aclarar que los diferentes escenarios de sequía tienen denominaciones distintas en la CHE que en las cuencas internas (regidas por la Agència Catalana de l'Aigua, la ACA). En la CHE las fase son:

• Normalidad
• Prealerta
• Alerta
• Emergencia

La ACA contempla un escenario más:

• Normalidad
• Prealerta
• Alerta
• Excepcionalidad
• Emergencia

En estos momentos, la única unidad territorial de la cuenca del Ebro que está en normalidad es la del río Garona (Vall d'Aran), que desemboca en el Atlántico.

En este año hidrológico, toda la cuenca se encuentra por debajo de la media en precipitaciones, y su mayor parte, por debajo del 75% de la media. Los escenarios de lluvia de la AEMET para los próximos meses todavía no aportan la suficiente concreción como para saber exactamente en qué escenario estará la cuenca del Ebro en el siguiente informe.