IU denuncia la retirada de la tarjeta sanitaria a los emigrantes en paro

Los españoles que intenten encontrar trabajo en otro país de la UE perderán la tarjeta sanitaria española cuando superen los 90 días de estancia en el extranjero, según una disposición publicada en el BOE del pasado 26 de diciembre. Aunque, en principio, esos ciudadanos pasarían a tener derecho a la asistencia sanitaria del país europeo en el que encontraran trabajo, esto no está asegurado para quienes no logren una ocupación en esos primeros 90 días de permanencia en el exterior. Esto motivó la pregunta que el eurodiputado de IU Willy Meyer dirigió ayer a la Comisión Europea. Meyer se interesó por la legalidad de dicha medida, adoptada por el Ministerio de Empleo español, que dirige Fátima Báñez. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguraron a este diario que esos individuos recuperarían su tarjeta sanitaria española en el momento en que volvieran a residir en España, y que los trabajadores españoles que residan en el ámbito de la UE tienen garantizada su asistencia en el país de acogida.

ATENTADO CONTRA DERECHOS / «La medida afectará a los desempleados y trabajadores precarios que tarden más de tres meses en encontrar trabajo en un país extranjero, ya que los dejará absolutamente desprotegidos», afirmó Meyer. Según el eurodiputado de IU, la iniciativa de Empleo supone «un atentado contra el derecho fundamental a la salud de los emigrantes, y viola la legislación europea en dicho ámbito». Fuentes sanitarias puntualizaron, no obstante, que los españoles en paro que vuelvan a residir en España volverían a tener derecho a la tarjeta sanitaria. La desprotección, añadieron, la proporcionaría el país de acogida del parado o estudiante español que no cotice allí por no tener un trabajo asegurado. Meyer replicó que «los tratados de la UE buscan garantizar los derechos de los europeos en todos los estados miembros, algo que en el área sanitaria está regulado en un reglamento sobre coordinación de sistemas de Seguridad Social».

Esta situación inquieta a los investigadores y estudiantes españoles que pasan largas temporadas, o años, en países de la UE en los que no cotizan a la Seguridad Social de esos respectivos países. Para ellos, disponer de una tarjeta sanitaria española activada suponía la opción de solicitar asistencia de algún centro sanitario de España.