OTRO ÉXITO MÁS PARA EL GIRONA

Dovbyk es el Pichichi, con 24 goles, de la Liga tras la lesión de Sörloth

Goleada al Granada para la historia (7-0) con triple de Dovbyk

¿Cómo encontró el Girona a Dovbyk?

Dovbyk celebra su tercer gol, anotado de penalti, al Granada en Montilivi.

Dovbyk celebra su tercer gol, anotado de penalti, al Granada en Montilivi. / David Borrat / Efe

Marcos López

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La noche en Montilivi fue perfecta con la estruendosa goleada al Granada (7-0), el triunfo más amplio jamás alcanzado por el Girona en Primera División. Pero todavía quedaba un último trofeo, y de carácter individual, tras alcanzar el tercer puesto en la Liga, con 81 puntos, además de marcar 85 goles.

Faltaba el Pichichi, trofeo que pertenece ya a Artem Dovbyk, un anónimo delantero ucraniano (26 años), comprado este verano por 7,7 millones de euros. Con 24 goles superará a Lewandowski, que lo ganó la pasada temporada vistiendo la camiseta del Barça y anotando 23 tantos. El ucraniano se convierte ahora en uno de los delanteros más perseguidos del fútbol europeo.

Dovbyk  celebra su primer gol ante el Granada.

Dovbyk celebra su primer gol ante el Granada. / EFE

Al Girona esos 7,7 millones le garantizaban el 70% de la propiedad del ya máximo realizador del campeonato, con 24 tantos. Es el fichaje más caro de su historia. Un fichaje extremadamente rentable, como acreditó, de nuevo, el pasado viernes cuando Dovbyk marcó tres goles (dos de penalti) al Granada en la última jornada, y quedó pendiente de lo que hacía Alexander Sörloth, el jugador noruego del Villarreal. Tenía 23 goles.

Pinchazo muscular de Sörloth

Y con 23 se queda ya Sörloth porque nada más iniciarse este sábado el duelo contra Osasuna en Pamplona sufrió una lesión, que le obligó a ser sustituido en el minuto 13. Apenas tuvo tiempo para realizar un disparo, que se marchó fuera de la portería navarra. En ese disparo, mientras acababa un ataque por la banda izquierda del Villarreal, se rompió.

Tiró y, de inmediato, se sentó en el césped al notar Sörloth un pinchazo muscular, que le hizo pedir, muy a su pesar, el cambio para que entrara el ‘Comandante’ Morales. Se marchó abatido del Sadar, mientras sus compañeros lo miraban desconsolado, recibiendo incluso el apoyo de Arrasate, el técnico de Osasuna.

24 goles de Artem, 23 dentro del área

Queda Dovbyk como ganador del trofeo Pichichi, un delantero que ha sido fundamental para entender la máquina de hacer goles en que se ha convertido el equipo de Míchel. Un grupo que llega al gol por diferentes caminos, aunque todo sintetizado en el punto y final que representa Dovbyk.

Han sido 24 goles (siete de penalti, los dos últimos al Granada), 23 desde dentro del área y solo uno fuera, lo que demuestra su capacidad para definir con precisión. Zurdo puro como es Dovbyk ha marcado 17 tantos con la pierna izquierda, seis gracias a precisos cabezazos y solo uno con la derecha.

Dovbyk celebra su gol al Barça en Montilivi.

Dovbyk celebra su gol al Barça en Montilivi. / Lluís Gené / Afp

Pero no todo lo reduce al remate final sino que el ucraniano ha regalado ocho asistencias, por lo que ha participado en el 38% de los goles que ha marcado el Girona.

No solo ha superado a Stuani, máximo realizador con 21 tantos en la temporada 2017-18, ídolo y leyenda del Girona, sino que se ha mostrado certero en una temporada irrepetible, que le coloca en el centro del escaparate del mercado europeo. El Girona no ha hecho pública, en ningún momento, su cláusula de rescisión

Dovbyk marca de penalti el 3-0 del Girona al Granada en Montilivi.

Dovbyk marca de penalti el 3-0 del Girona al Granada en Montilivi. / David Borrat / Efe

Dovbyk disfrutó de su Pichichi descansando tras los tres tantos al Granada. Terminó el curso dejando 85 disparos, 46 a puerta. O sea un promedio de 52% que le han llevado a disfrutar de la condición de mejor goleador de Primera.

Un descubrimiento de Quique Cárcel

Y todo en su primer año en la Liga española, desmintiendo todos los prejuicios sobre los períodos, avalando así con enorme grandeza la apuesta que hizo Quique Cárcel, secretario técnico del Girona. Andaba el ejecutivo detrás de Dovbyk desde hacía bastante tiempo, pero a este no le seducía jugar en Segunda División.

Aguardó el futbolista en Ucrania y cuando llegó su amigo y compañero Víktor Tsygankov encontró la puerta abierta para aterrizar en Montilivi, el estadio que el pasado viernes por la noche coreaba su nombre, entregado al gigante frío e impasible –no suele expresar demasiado sus emociones- hasta que Savinho forzó el penalti en el último suspiro. Penalti que marcó, era el segundo y su tercer gol, el gol que le da el Pichichi.