Salud pública

La cocaína ya desbanca a la heroína como la nueva droga de entornos marginales

Los médicos advierten del aumento de su consumo a causa del incremento de la oferta y de la caída del precio

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Interior de la 'narcosala' de La Mina, en Sant Adrià del Besòs.

Interior de la 'narcosala' de La Mina, en Sant Adrià del Besòs. / Zowy Voeten

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

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La cocaína fue la droga que más se inyectaron los usuarios de la sala de venopunción de La Mina (Sant Adrià del Besòs) el año pasado. Desde la creación de este centro en 2004, el más grande de Catalunya, es la primera vez que la cocaína desbanca a la heroína como la sustancia más inyectada. Las salas de venopunción o de reducción de daños (conocidas popularmente como 'narcosalas') son espacios sanitarios donde los consumidores pueden inyectarse la sustancia de manera segura y bajo supervisión de profesionales. Que la cocaína (que se puede esnifar, pinchar y fumar) fuera en 2023 la droga más inyectada en La Mina es un síntoma de cómo su consumo escala a la vez que los precios caen "en picado" debido a la "sobreexplotación" en los países de origen, según fuentes de la Policía Nacional. Policías y sanitarios advierten de que nunca antes había habido tanta oferta.

"Desde 2015 estamos viendo un incremento lento y progresivo –que no disparado– de personas que consumen cocaína o la han consumido alguna vez. No solo aquí, es algo que sucede en Europa", explica la psiquiatra Francina Fonseca, jefa del Servicio de Adicciones del Hospital del Mar (Barcelona). Las salas de venopunción tanto de La Mina como del Fòrum, que Fonseca supervisa porque dependen del Mar, han visto cómo aumenta el consumo de cocaína. En La Mina, por primera vez el año pasado, la cocaína inyectada superó a la heroína: el 35% de los usuarios se inyectaron solo cocaína; el 30%, solo heroína; y el 30%, 'speedball' (una mezcla de cocaína y heroína que se administra por vía endovenosa). Esta proporción fue, en 2022, del 31%, 32% y 34% respectivamente.

La cocaína fue la droga que el año pasado más se inyectaron los usuarios de la sala de venopunción de La Mina

Este cambio de tendencia "no es radical", como precisa Fonseca, y responde a un aumento progresivo del consumo a lo largo de los años. "Hemos visto una variación este año, pero no sabemos qué será lo que cambiará el año que viene", añade. Según ella, lo que la gente consume en las salas de venopunción es "básicamente" lo que se vende en las zonas cercanas. En La Mina es cocaína y heroína.

Fonseca, que además de la 'narcosala' de La Mina también coordina los centros de atención y seguimiento (CAS) de la Barceloneta, Fòrum y Santa Coloma de Gramenet, dos unidades de ingreso de patología dual y la unidad de intoxicación del Mar, asegura, no obstante, que el alcohol sigue siendo "la droga principal de inicio de tratamiento". "El 45% de las demandas para empezar tratamiento son por alcohol. Después la cocaína y luego la heroína", asevera.

"Nunca ha habido tanta oferta"

Pese a que el alcohol es la droga más habitual, los médicos muestran inquietud por el consumo de la cocaína. "La cocaína es ahora mismo lo que más me preocupa por el número de gente que la consume. Me preocupa, sobre todo, a la larga, porque tiene factores de riesgo cardiovascular crónico", afirma Emilio Salgado, responsable de la Unidad de Toxicología del Hospital Clínic (Barcelona). En su ámbito de trabajo, delimitado al Eixample Esquerra, el consumo "mayoritario", después del alcohol y el cannabis, es la cocaína clorhidrato (en polvo) por vía intranasal. "Además, en los últimos meses estamos encontrando más usuarios de cocaína base (el 'crack'), que se consume fumada", afirma Salgado. Y añade: "Nunca se había encontrado tanta oferta de cocaína. Por eso han bajado los precios".

Según fuentes de la Policía Nacional, el precio de la cocaína está "cayendo en picado" desde hace más de un año por la "sobreexplotación". Hay más hectáreas cultivadas en Colombia y sigue entrando mucha cantidad en Europa (vía marítima), principalmente por Amberes y los Países Bajos. En España la entrada es por Galicia, Algeciras y València, que ha desbancado a Barcelona. Entre narcos, la droga ha pasado de pagarse de 33.000 euros el kilo hace más de un año a los actuales 18.000.

Precios estancados en la calle

Según la Conselleria de Salut, la cocaína es la segunda sustancia, después del alcohol, con más demandas de tratamiento, si bien el consumo detectado en las encuestas en los últimos años se mantiene "estable". Salut, que solo ofrece datos hasta 2022, observa un "ligero incremento" ese año en las urgencias hospitalarias por intoxicación de cocaína, paralelo a una "cierta disminución" del consumo de heroína. "El precio de la cocaína en la calle está estancado, se mantiene en unos 60 euros el gramo. Sí que hay más decomisos de cocaína y hay más cocaína circulante que antes", señala Joan Colom, subdirector general de Drogodependències de la Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspcat).

Además, en el análisis de muestras de cocaína realizadas por la entidad Energy Control, se vio un incremento de la pureza entre 2014 (48%) y 2018 (65%), pero desde entonces se mantiene "estable".

Como el resto de médicos, Colom expresa su preocupación por el alcohol. "Desde un punto de vista global, lo que sustenta la evidencia es que las primeras demandas de tratamiento son por alcohol. Este es el principal problema que tenemos", dice el subdirector general de Drogodependències.

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