Las claves del plan del 'exconseller'

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El 'exconseller' Josep Rull.

El 'exconseller' Josep Rull. / Ferran Nadeu

Fidel Masreal

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Sube al escenario precedido, a menudo, de una presentación cariñosa, emocionada, y de una ovación densa del público. Lleva subiendo a las tarimas meses y meses, lejos de los focos mediáticos, cerca de la militancia de base del que es su partido, pero más que su formación política, es su proyecto. Josep Rull, tras pasar tres años, cuatro meses y un día en la cárcel al ser condenado por el 1-O, despliega una filosofía de partido y de la política muy personal con el fin de reorientar Junts per Catalunya. Estas son las claves de un proyecto que muchos en JxCat ven como el referente del futuro de la formación:

Recuperar la política

El 'exconseller' de Territori asume, en los actos en los que interviene, que la política "no pasa por sus mejores tiempos, ni está en su mejor posición". Reconoce que todos los países pueden sufrir esta desafección parcial pero que Catalunya, al no disponer de un Estado, "necesita un compromiso mucho más alto". Su compromiso es que el mensaje sea siempre en "positivo", para que la política lleve al bienestar y la esperanza colectiva. Para ello se necesitan dos ingredientes fundamentales, apunta: vocación de servicio e ideales nobles a los que servir.

Desterrar el "yo" de la política

"Solo hay una palabra prohibida, para los políticos, y esta es el 'yo", asegura. Esta referencia podría interpretarse -aunque Rull nunca personaliza sus mensajes y mucho menos lanza ataques internos- como la antítesis del discurso que despliega Laura Borràs en redes sociales, actos e intervenciones públicas. El 'exconseller' defiende -en un tono que sus críticos consideran demasiado blando, beatífico, naíf- la idea de volcarse en los demás porque "nadie es transparente" y hay que "amar a la gente". Esta es, subraya, la "buena política en mayúsculas".

Aislarse de los reproches

No acostumbra a lanzar críticas al Govern, ni ERC ni a la CUP, como tampoco a las entidades independentistas. Elude el barro, la actualidad, salvo casos referidos a mala gestión. Se centra en sus ideas: "Hacer es más importante que deshacer, sumar es más importante que restar, construir es más importante que destruir", indica. Y defiende que, especialmente en los pueblos y ciudades "hay que gobernar para todos, te voten o no, algo que por desgracia no pasa siempre". Rull se muestra convencido de que en el momento actual de desazón independentista y de desafección generalizada con la política, es necesario desplegar mensajes constructivos.

Cultivar la cultura del equipo

Rull trufa su discurso de citas históricas y de referencias populares, siempre buscando seducir a la audiencia con un mensaje inclusivo. Por ello cita la historia del 'dos de nou', un 'castell' que costó mucho levantar y descargar porque pese a que se necesitan 700 personas para armarlo, las 'colles' se dieron cuenta de que faltaban cuatro más. Esas cuatro personas son decisivas. La metáfora sirve a Rull para pedir "cultura de equipo". Algo que por cierto -él no lo dice en sus intervenciones- hoy en Junts es un déficit evidente dada la confrontación entre sectores.

Desdramatizar la cárcel

Bromea incluso sobre su paso por la cárcel. "Qué mal le ha sentado a este la cárcel que nos habla de 'castells' y de Kennedy", lanza él mismo riéndose, para conectar con los asistentes. Cita, sí, la intervención del senador Bob Kennedy en Sudáfrica en 1966 ("Cada vez que un hombre lucha por un ideal, o actúa para ayudar a otros, o se rebela ante injusticia, está generando una pequeña ola de esperanza, y millones de esas pequeñas olas, cruzándose entre sí y sumando intensidad forman un tsunami capaz de derrumbar los más poderosos muros de resistencia y opresión"), al final de sus discursos, y al 'president' Francesc Macià, en favor de "una Catalunya políticamente libre, económicamente próspera, socialmente justa y espiritualmente gloriosa".

Rull no ha dado ningún paso para liderar el partido, porque Junts tiene muchos deberes pendientes antes de plantearse quién será el protagonista de su cartel electoral, pero el impacto de estos mensajes del 'exconseller' sobre las bases es notable y constituye casi una enmienda a la totalidad a la estrategia y las formas de Borràs, presidenta de la formación.

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