Las cuentas catalanas

Alianzas cruzadas en el Parlament: las 4 claves de la ruptura de los bloques en Catalunya

El Govern acusa al PSC de incumplir el pacto de presupuestos por tumbar de la mano de Junts el plan piloto de la renta básica universal

El 'president' Pere Aragonès saludando al líder del PSC, Salvador Illa, tras la aprobación de los presupuestos

El 'president' Pere Aragonès saludando al líder del PSC, Salvador Illa, tras la aprobación de los presupuestos / KIKE RINCÓ / EUROPA PRESS

Sara González
Carlota Camps
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Tras la aprobación definitiva de los presupuestos, el Parlament ha afrontado el segundo 'round', el de la ley de medidas fiscales y financieras, una suerte de cajón de sastre que acompaña las cuentas y que no ha hecho más que consolidar que la mayoría independentista ya no opera en la Cámara catalana, pero que, a su vez, lejos de consolidarse una mayoría alternativa estable de legislatura, el PSC aprovecha esa grieta para tejer acuerdos a dos bandas. Y es que los socialistas, a pesar de haber pactado con el Govern y con los Comuns los presupuestos, han logrado el apoyo de Junts para que caigan proyectos estratégicos para ERC, como el plan piloto de la renta básica universal. La alianza a tres, pues, ha empezado con mal pie. Tanto, que el Govern ya acusado a Salvador Illa de "incumplir" lo suscrito.

Buscando eclipsar esa sintonía con los socialistas, los posconvergentes han elevado el tono contra sus exsocios por boca del diputado Joan Canadell, que ha llegado a acusar al Govern de Pere Aragonès de tener "tics autoritarios" y de haber abandonado la senda independentista. Aún así, no han logrado arrastrar al PSC para que apoye sus enmiendas sobre los macroproyectos, sin eufemismos y con plazos más urgentes que lo suscritos por socialistas y republicanos. Los Comuns, el tercer aliado del Govern para las cuentas, se han mantenido fieles a lo pactado, aunque han advertido que estarán ojo avizor para que no se cuele "por la puerta de atrás" partidas como la de la ejecución de la B-40.

La sintonía entre PSC y Junts

Como ya pasó hace una semana en comisión, ha prosperado la iniciativa del PSC y secundada por Junts para tumbar el plan piloto de la renta básica universal. De poco han servido las reclamaciones de ERC para que se acepten los 40 millones para un ensayo que considera estratégico para combatir la desigualdad y que cuenta con el respaldo de la Taula del Tercer Sector. Los socialistas han vuelto a argumentar que esos recursos deben destinarse al Ingreso Mínimo Vital y a la Renta Garantizada de Ciudadanía, y no a una prestación que genera "falsas expectativas" porque la Generalitat no podría sostener los más de 50.000 millones que supondría para que llegara a todos los catalanes.

La alianza entre el PSC y Junts ha indignado al Govern. La 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, se ha comprometido a hallar los mecanismos para continuar impulsando el plan piloto. También la CUP, ha lamentado que el proyecto se haya tumbado, ya que fue una de los compromisos que consiguieron arrancar a ERC a cambio de su voto en la investidura de Aragonès, una queja a la que se han sumado los Comuns. Socialistas y posconvergentes han logrado también hacer caer que la Agència Catalana de l'Aigua sea quien determine el precio del agua en las ciudades del área metropolitana bajo el argumento que invadiría competencias municipales de los ayuntamientos.

La fidelidad al pacto de los Comuns

"Solo teníamos una línea roja: cero euros para los macroproyectos", ha dicho durante el debate la presidenta de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach. Y para los Comuns, esta condición se cumple a pesar del pacto suscrito entre ERC y el PSC para la ejecución de la B-40, aumentar la capacidad del aeropuerto del Prat e impulsar el macrocomplejo de ocio del Hard Rock. Por ahora, es cierto que no hay partidas en las cuentas para estas infraestructuras, pero debería haberla si, como han pactado socialistas y republicanos, se firma el convenio de la Ronda del Vallès antes del 31 de marzo y la Moncloa traspasa los recursos para impulsarla. Mientras eso no pasa, los Comuns han apoyado tanto los presupuestos como la ley de medidas y no han colado ninguna enmienda por sorpresa. Las dos que presentaron, una sobre derechos de los animales y otra sobre la remunicipalización de la gestión del agua no han tenido suficiente apoyo.

JxCat, sin apoyos para sus apuestas

Tras su salida del Govern, la estrategia de Junts en el Parlament ha sido la de buscar que ERC sufra su minoría en cada votación. Pero esta vez, se ha quedado sola y ha visto como sus propuestas han quedado fuera de las cuentas. Sus más de 800 enmiendas parciales han sido rechazadas. Incluso las de los macroproyectos, con las que pretendían poner a prueba el acuerdo entre ERC y el PSC, no han logrado el 'sí' de los socialistas como pretendían. El grupo de Salvador Illa asegura que ha priorizado la "lealtad" al pacto con ERC, aunque el grupo presidido por Albert Batet ha pedido la votación separada de cada punto para poner a los socialistas en la tesitura de votar en contra de que la B-40 llegue hasta Granollers, de la ampliación del aeropuerto o la aprobación del plan director del Hard Rock en el primer cuatrimestre del año. Los socialistas, que están de acuerdo con ambas propuestas, recuerdan que ya han llegado a un acuerdo con el Govern para desencallar estos proyectos.

Tampoco ha prosperado ninguna de las otras propuestas de los postconvergentes como la rebaja del tramo autonómico del IRPF a la rentas más bajas o el incremento de las bonificaciones del impuesto de sucesiones para que queden exentos de pago hasta los 700.000 euros en lugar de los 600.000 actuales. 

Sin alianza independentista

También la ruptura de la mayoría independentista se ha hecho evidente durante todo el debate. Junts ha reprochado a ERC no haber aceptado ninguna de sus enmiendas, especialmente las relacionadas con el 'procés', como las referentes a la apertura de nuevas delegaciones en el exterior, el plan para reducir la dependencia del FLA o la elaboración de unas cuentas alternativas sin déficit fiscal. Durante el debate, el diputado de Junts Joan Canadell ha acusado a los republicanos de cambiar el paradigma de la legislatura. "Dijo que venia a hacer la independencia y lo que quería es hacer un tripartito. Ha conseguido retrasar dos años más la independencia", ha reprochado Canadell al 'president'.

Sin embargo, la única coincidencia entre los independentistas ha sido para frenar la propuesta del PSC para modificar la ley de Organización de Servicios Jurídicos de la Administración. Según la norma, la Generalitat puede presentarse como acusación particular en casos de revelación de secretos con programas como Pegasus tanto si afecta a materias vinculadas al desarrollo de su función pública como a la vida privada. El PSC considera que solo tendría que poder ejercer esa función en el primero de los supuestos.

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