El 67% de los votantes de PSC y Junts apoyan la Renta Básica Universal

Una importante grueso de catalanes está a favor de que Catalunya tenga una Renta Básica Universal y de que primero se pruebe con un proyecto piloto. Una impresión que proviene de votantes de todos los partidos políticos en Catalunya, excepto del PP y Vox. Estos son los datos de una encuesta realizada por la Generalitat a finales de 2022 a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO. Los datos muestran que casi el 70% de votantes del PSC y de Junts quieren que se pruebe esta medida en Catalunya, aunque estos dos partidos, junto con Cs, PP y Vox han votado tumbar el plan piloto.

Tenía que ser un proyecto estrella de la Generalitat, un estudio pionero en todo el mundo. Este 2023, el Govern iba a probar si la Renta Básica Universal es un proyecto viable y qué efectos tiene en la sociedad. La idea era dar 800 euros al mes a 5.000 catalanes durante dos años, independientemente de su renta y de su situación social. El objetivo, estudiar si, ante la precariedad laboral, la subida de los precios del alquiler o la robotización, la RBU podía ser una buena fórmula para acabar con la pobreza y la exclusión social, tal y como apuntan varias entidades sociales.

El proyecto lo impulsó la CUP en la investidura de Pere Aragonès (ERC) en coalición con Junts per Catalunya. Pero la salida del Govern de los posconvergentes -a quienes tampoco les entusiasmaba el proyecto- y el posterior pacto de presupuestos con el PSC han terminado de hundir el plan. Esquerra ha sacrificado las inversiones que necesitaba para implementarse, y ahora el Parlament, con el apoyo de PSC y Junts, lo deja sin fondos.

Más ingresos, menos apoyo

En este contexto, la encuesta a la que ha tenido acceso este diario muestra que la mayoría de catalanes sí apoyarían este proyecto. El 85% dice que se debería implementar la RBU, pero cuando se les explica mejor en qué consiste, el apoyo baja hasta el 79%. Están a favor de ella la mayoría de votantes, incluso los de aquellos partidos que no quieren que se llegue a aplicar.

El 82% de los votantes de la CUP apoyan la idea, seguidos del 78% de los votantes de los comuns y del 71% de los de ERC. En el caso del PSC y Junts, el 67% de sus votantes son partidarios de que se aplique esta nueva prestación, que también aprueban los votantes de Ciutadans (53%).

En cambio, entre los votantes de Vox y del PP, el apoyo es menor: de un 44% y un 49% respectivamente. Además, el grado de acuerdo baja a medida que sube el nivel de ingresos que perciben los encuestados.

La encuesta, en la que participaron 3.000 personas entre septiembre y noviembre de 2022, también pregunta sobre los motivos y las consecuencias que podría suponer la aplicación de esta renta básica. Hay un 20% de encuestados que están manifiestamente en contra. Según ellos, la RBU desincentivaría la búsqueda de empleo, es injusta y podría provocar un 'efecto llamada' de inmigración y provocaría más pobreza.

Sin embargo, la mayoría de encuestados creen que los catalanes vivirían más tranquilos y seguros, serían más felices y sería una fórmula eficaz para combatir la pobreza y aplicar la solidaridad y la justicia social.

Volver a estudiar y saldar deudas

Si la recibieran, tres de cada cuatro encuestados dicen que les cambiaría la vida y que volverían a estudiar o se seguirían formando. Un 58% dedicaría el dinero a pagar deudas, un 40% apostaría por dejar de trabajar y tomarse un tiempo sabático y otro 40% también contrataría un servicio doméstico para las tareas domésticas o el cuidado de familiares. Uno de cada cinco cree que emprendería un negocio. Los menores de 30 años han respondido que la mayoría del dinero lo usarían para pagar la vivienda.

Sobre el proyecto piloto catalán, el 76% está de acuerdo en que se haga. Una de las características de este proyecto es que no se tiene en cuenta el nivel de renta de los beneficiarios, lo cobrarían todos seleccionados con criterios de azar. Esta medida le parece bien al 53% de encuestados. Más del 60% están de acuerdo con que se financie con los impuestos de las rentas más altas, que la perciban todas las personas residentes en Catalunya y que en vez de ser una ayuda familiar como las prestaciones sociales, sea individual, incluyendo a los menores (73%).