Decisión inesperada

Elsa Artadi renuncia a ser candidata a Barcelona por motivos personales

La presidenta del grupo de Junts en el ayuntamiento comparecerá este viernes y podría estar planteándose abandonar la política

Elsa Artadi

Elsa Artadi

Toni Sust

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La presidenta de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona, Elsa Artadi, alcaldable del partido confirmada en unas primarias celebradas en febrero pasado, ha anunciado este jueves a su círculo más próximo que ha decidido renunciar a presentarse a las elecciones municipales que se celebrarán en mayo de 2023, según han avanzado El Nacional y TV3.

Junts ha convocado a una comparecencia de la concejala que tendrá lugar este viernes en el consistorio. La política, según los medios citados, podría estar planteándose abandonar la política.

Vicepresidenta del partido y diputada en el Parlament, su renuncia se debe a motivos personales, y llega poco después de que redoblara su apuesta por seguir en el ayuntamiento. Artadi ganó las primarias para ser alcaldable de Junts sin que se presentara ningún oponente.

El resultado de 2019

Hace menos de un mes, Artadi anunció que dejaba de ser portavoz de Junts per Catalunya para centrarse en la vida municipal. La presidenta del grupo posconvergente llevaba desde el principio del mandato manifestando que no dejaría el consistorio, una afirmación que tuvo que defender con cierta vehemencia por que se daba por hecho que no acabaría el mandato cuando la lista que encabezó en 2019 -formalmente fue segunda por detrás de Joaquim Forn, alcaldable simbólico- solo logró cinco concejales, la mitad de los obtenidos por Xavier Trias en 2015, cuando perdió la alcaldía a manos de Ada Colau,

Artadi fue la número dos de la candidatura de Junts en 2019, por detrás de un alcaldable simbólico, Joaquim Forn, uno de los políticos encarcelados por el 1-0 que anunció desde la prisión de Lledoners que aceptaba el reto de presentarse a la alcaldía. Desde el principio, quedó claro que la candidata de facto era Artadi. El resultado de las elecciones confirmó los presagios de las encuestas y Junts devino un grupo irrelevante en la vida del consistorio barcelonés.

La oposición municipal

Y la vida de la oposición municipal es muy dura si sus votos no son imprescindibles, o por lo menos potencialmente útiles, para la toma de decisiones que afecten al día a día. Si en el primer mandato de Colau el grupo de Trias tuvo algún papel relevante, como pactar con la alcaldesa el plan de vivienda, en el actual sus cinco votos no tienen trascendencia alguna.

Con Barcelona en Comú y el PSC como socios del gobierno, y ERC apoyando desde fuera las decisiones más relevantes, a Artadi le quedó el papel amargo de intentar sacar la cabeza con una oposición de tono duro y efecto escaso. Una oposición tan relevante, o tan poco, como la de Luz Guilarte, Eva Parera y Josep Bou, presidentes de los grupos de Ciutadans, Valents y el PP, respectivamente.

Pese a todo, Artadi ha reafirmado constantemente su compromiso municipal. En octubre de 2021, pronunció una conferencia en la que mostró su voluntad de disputar la vara de mando municipal a Colau en 2023, y de recuperar la alcaldía para los suyos. Semanas después declaró a este diario: "Cuesta creer que tenga que repetir que seré candidata". En enero se dispuso a afrontar las primarias que ganó sin competencia.

Si Artadi confirma este viernes que no se presenta, dejará abierta una incógnita considerable sobre el futuro de Junts en el consistorio. La primera es quién toma su relevo si no agota el mandato. En el grupo hay otros dos concejales que en su día se postularon como alcaldables: Neus Munté, que ganó las primarias del PDeCat y que luego vio como esa victoria quedaba en nada, y Ferran Mascarell, que fue cuarto de la lista. Si la actual presidenta dejará su plaza de concejal antes del fin del mandato es de suponer que Munté la sucedería.

Pero el verdadero debate se crearía al respecto de quién asume la labor de enfrentarse a las municipales que se celebrarán el 28 de mayo de 2023. No es precisamente un plato de gusto, a la vista de que todo apunta a un pulso entre BComú, ERC y el PSC, que podría contribuir a que Junts no mejore o incluso empeore su resultado de 2019.