Máxima alerta policial en Egipto en vísperas de la Navidad copta

Las fuerzas de seguridad egipcias están en alerta máxima para evitar que la fiesta de Navidad, que los coptos celebran este viernes, saque a la luz con violencia los agravios acumulados por esta minoría cristiana, históricamente discriminada, hacia el Gobierno y la mayoría musulmana. La madeja social egipcia se deshilacha desde que un potente atentado frente a una iglesia de la ciudad costera de Alejandría matase a 21 personas en la primera media hora de vida del 2011. Su autoría aún no ha sido reivindicada.

La policía ha aumentado los controles en distintos puntos del país y tanto en puertos como aeropuertos, para evitar la huida de los sospechosos, así como en las inmediaciones de las iglesias, donde los agentes impiden la presencia de vehículos. Los mandos policiales se han quedado de momento sin permisos.

SIN INCIDENTES / Ayer hubo nuevas protestas coptas, aunque sin incidentes como el vivido en la noche del sábado, cuando más de 40 policías resultaron heridos en enfrentamientos con manifestantes en torno a sede del Patriarcado copto. El malestar contra el Ejecutivo de Hosni Mubarak, al que acusan de haber infravalorado la amenaza yihadista, se tradujo en una lluvia de piedras a un ministro que se acercó a visitar al Patriarca, Shenuda III.

Mientras, los investigadores preparan una lista de las personas que llegaron a Egipto en los días previos al atentado desde países donde la red terrorista Al Qaeda suele reclutar a gente, según fuentes de la seguridad egipcia citadas por la agencia Reuters. Ya han sido arrestados o interrogados unos 20 sospechosos. El pasado noviembre, el Estado Islámico de Irak, una coalición terrorista encabezada por la rama iraquí de Al Qaeda, amenazó a los cristianos egipcios con el argumento de que una iglesia retenía contra su voluntad a dos mujeres que se habían convertido al islam, un caso que azuzó los recelos interconfesionales. Un mes después, un llamamiento anónimo publicado en una página web salafista exhortó a atacar centros de culto coptos.

IDENTIFICADOS / La policía ha identificado los 21 cadáveres, salvo a uno, muy probablemente el autor de la matanza. Su cabeza quedó entera y despegada del tronco, algo habitual en los atentados suicidas por efecto de la inmolación.

Shenuda III ha dejado claro que el ambiente de tensión no impedirá la celebración de la misa navideña, aunque algunos analistas temen lo peor. «El actual estado de cosas puede llevar a operaciones armadas coptas. A excepción del reconocimiento de las Navidades como festivo nacional, el Estado ha seguido ignorando las quejas de los coptos», advierte Bahey al-Din Hassan, director del Instituto de Estudios sobre Derechos Humanos de El Cairo, al periódicoAl-Masri Al-Yom.