Conflicto interno

La división del movimiento vecinal de L’Hospitalet se agrava en el arranque de una nueva etapa

Las guerras intestinas han vuelto a despuntar tras la dimisión de Manuel Piñar como presidente de la FAV L'H después de 24 años en el cargo

CONTEXTO | Cuatro asociaciones vecinales de L'Hospitalet denuncian que la FAV se salta los estatutos

Vecinos de L'Hospitalet cruzan las vías de tren sobre el Pont d'en Jordà, que une los barrios de la Torrassa y Santa Eulàlia.

Vecinos de L'Hospitalet cruzan las vías de tren sobre el Pont d'en Jordà, que une los barrios de la Torrassa y Santa Eulàlia. / RICARD CUGAT

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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Manuel Piñar dimitió el pasado 27 de abril como presidente de la Federació d’Associacions de Veïns (FAV) de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès). Durante un total de 24 años —en dos etapas no consecutivas: una de cuatro años y otra de 20—, Piñar ha sido el máximo representante del movimiento vecinal hospitalense, que en la ciudad arrastra una profunda división desde hace años y que solo ha hecho que agravarse. 

La última asamblea y la elección de Maite de la Concha, presidenta de la Asociación de Vecinos Distrito IV, para liderar la FAV, no ha hecho sino que volver a poner de manifiesto la fragmentación que reina en el tejido asociativo local. De hecho, las asociaciones de Collblanc-la Torrassa, Som Santa Eulàlia, La Florida y la Independent de Bellvitge han hecho público un comunicado, difundido también por la Confederació d'Associacions Veïnals de Catalunya (CONFAVC), en el que denuncian que la FAV de L’Hospitalet “ha tocado fondo”.

En el texto, las cuatro entidades reprochan a la FAV que la dimisión y votación de una nueva presidencia “no se había tratado en ninguna reunión previa de la Junta Directiva actual”. Algo que, dicen, les dejó sin la posibilidad de plantear una candidatura alternativa y valoran la nueva presidencia como "continuista". Así, sostienen que, durante la asamblea, se profirieron comentarios “hostiles y recriminatorios” hacia una asistente por “expresarse en catalán”.

Preguntada por escrito sobre estas cuestiones, la nueva presidenta insiste en que “no existe ningún conflicto lingüístico en la FAV L’H”. Respecto a su elección para suceder a Piñar, comenta que, cuando se le propuso al principio, dijo que no “por la carga que supone”, pero que aceptó cuando se lo pidieron “dos tercios” de las asociaciones que componen la federación.

La marcha de Piñar

A sus 76 años, el propio Manuel Piñar explica que ya había sopesado la posibilidad de alejarse de la FAV con anterioridad. “En 2022 ya estaba a punto de dejarlo, pero hubo insistencia en que continuara”, dice Piñar. Fue entonces cuando esas mismas cuatro asociaciones plantearon una candidatura alternativa que no prosperó

Así, el hecho de haber vivido tantos años al frente del movimiento vecinal de la segunda ciudad de Catalunya y el hecho de no residir ya en L’Hospitalet han sido los principales motivos que han llevado a Piñar a dar un paso al lado antes de finalizar el mandato.

En un comunicado, la Federació, ya liderada por de la Concha, reivindica que Piñar es “un referente para nuestra ciudad”, además de “una persona respetada y un ejemplo para todos y todas”. Integrantes de las asociaciones que han firmado el documento manifiestan a este diario una visión distinta de la gestión de Piñar, a quien sí valoran como una persona inteligente, y de la FAV durante los últimos años. Entre otras cuestiones, critican que “Piñar hacía y deshacía” en la Federació y que, por ejemplo, hacía declaraciones públicas que “no se habían consensuado”

División

La división del movimiento vecinal queda pantente con tan solo ver que dos barrios de L'Hospitalet han tenido escisiones de sus respectivas asociaciones vecinales: Bellvitge y La Florida-Les Planes, donde operan un total de cuatro entidades, dos en cada barrio. Así, Khristian Giménez, miembro de la Som Santa Eulàlia, recuerda que cuando hicieron un relevo en la asociación, entre 2017 y 2018, y hasta los primeros años pospandemia, acudían a la FAV a “intentar aportar”, pero que ya tras el covid-19 ven que la FAV L’H “no va a ningún sitio” y que ya en verano de 2023 dejaron de asistir a la mayoría de reuniones “porque es una pérdida de tiempo absoluta” y que solo acuden cuando “hay temas fuera de lo de siempre”.

Las cuatro asociaciones reprochan también que las cuentas del 2023 no se cerraron de forma adecuada, dado que se presentó un déficit de 9.400 euros, e insisten en la necesidad de reestructurar el funcionamiento interno de la Federació.

Preguntada por estas cuestiones, de la Concha dice que “dos terceras partes [de la FAV L’H] no están de acuerdo con estas afirmaciones”. Además, consultada por cómo se ha llegado a estos niveles de guerras intestinas y división interna, la nueva presidenta dice que “dos tercios [de la Federació] tienen un proyecto de ciudad y un tercio otro”, y que los grupos más críticos “entraron nuevos en el movimiento vecinal con otras motivaciones”.

Sin embargo, algunas críticas van más allá de las cuatro asociaciones firmantes. Daniel Giménez, presidente de Asociación de Vecinos Pubilla Cases, quien afirma que en ocasiones tampoco ha estado de acuerdo sobre algunos movimientos de estas cuatro entidades, explica que para él también fue una sorpresa la dimisión de Piñar y la elección de Maite de la Concha para sucederle. “No me gustó la forma en la que se procedió y me abstuve”, apunta.

Diferencias en las prioridades

En una cuestión en la que sí que coinciden las distintas ‘familias’ dentro de la Federació de L’Hospitalet es en señalar la falta de relevo generacional, una situación que amenaza la continuidad de algunas asociaciones. 

Representantes de las de las asociaciones más críticas con la FAV reclaman que se destine dinero del presupuesto anual a atraer jóvenes y que se encaren retos más allá de luchas históricas como el soterramiento de las vías de tren o el nuevo Hospital General, como los problemas del acceso a la vivienda, la gentrificación, la inclusión del movimiento feminista o el derecho al padrón. “A estas alturas, todas las asociaciones deberíamos haber hecho protagonistas a las personas ‘nouvingudes’ para afrontar el problema del cambio generacional”, defiende por su parte Emilià Almodóvar, miembro de la asociación de vecinos de La Florida.

Maite de la Concha defiende que ya se trabaja en atraer a gente joven: “Será maravilloso que los jóvenes se asocien y aprendan de los veteranos a cuidar de toda la ciudad y nos enseñen su visión”. Pese a ello, inciden en que, en relación con las críticas de las cuatro asociaciones, “si dos tercios [de la FAV L’H] no estamos de acuerdo con su discurso, por algo será”. “Todos creemos que nuestro proyecto es el mejor y algunos puede que piensen que van a salvar el mundo, pero si no nos ponemos de acuerdo en cómo hacerlo, habrá que aceptar lo que acuerde la mayoría", añade de la Concha.