L'Hospitalet que heredó
y el que deja Núria Marín

L'Hospitalet que heredó y el que deja Núria Marín

Un reportaje de Àlex Rebollo
Infografías de Francisco J. Moya

Núria Marín deja la alcaldía de L'Hospitalet de Llobregat después de 16 años al frente del Ayuntamiento. Se hizo con la vara de mando justo cuando estallaba la crisis económica del 2008 y en un momento en el que ni se hablaba de 'procés' independentista. Desde entonces, tanto la política y la sociedad como la segunda ciudad de Catalunya han experimentado un sinfín de cambios.

Comparamos aquí algunos indicadores para conocer cómo ha evolucionado la localidad en esta década y media.

Población

Desde el 2014, el número de habitantes de L'Hospitalet ha crecido sin freno -salvo por un parón coincidiendo con la crisis del covid-19- y los últimos datos hablan de 274.455 habitantes. Sin embargo, entidades vecinales alertan desde hace tiempo de un considerable volumen de población sin empadronar y que elevaría la suma "real" a alrededor de las 300.000 personas, esa mítica cifra a la que aspiraban llegar algunos alcaldes en el franquismo para poder ocupar un cargo de procurador de las Cortes Españolas.

L'Hospitalet dispone de una superficie de 12,4 km2, un terreno similar al de Castelldefels, pero con una población cuatro veces mayor. Es decir, en L'Hospitalet de Llobregat vive mucha gente en muy poco espacio. Tanto es así que el municipio contiene ya el primer y segundo kilómetro cuadrado más densamente poblados de toda la Unión Europea, como reflejan los últimos datos del Eurostat. Una herencia maldita del 'desarrollismo' franquista —etapa en la que un urbanismo descontrolado no tuvo en cuenta equipamientos ni futuras necesidades de los barrios— y que ha contribuido a perpetuar problemas estructurales en materia de vivienda, educación y salud.

La calle del Progrès, en 2017. Foto: Danny Caminal

La calle del Progrès, en 2017. Foto: Danny Caminal

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Inmigración

Desde principios del siglo XX, L'Hospitalet ha sido una ciudad de acogida, marcada por las diversas oleadas migratorias que han ido construyendo su idiosincrasia. Así, aunque la población nacida en Catalunya se ha mantenido estable, durante las últimas décadas los residentes nacidos en el resto de España han ido disminuyendo, mientras que los extranjeros han ido ganando peso en el conjunto del municipio: en 2001, este último grupo suponía el 7,38% de los habitantes de la ciudad; en 2011 ya rozaba el 26%; y en 2023 era el 36,18% del total.

Renta per cápita

Sin tener L'Hospitalet una 'zona alta', las vías de tren a su paso por la ciudad funcionan como una frontera casi perfecta a la hora de encorsetar los barrios más pobres de la localidad. Aunque en el Centre, Santa Eulàlia o Bellvitge las rentas han crecido desde 2015, Collblanc, la Florida o Pubilla Cases, todos ellos en el tramo norte, se han mantenido como las áreas más vulnerables. Además, son precisamente estos los barrios con mayor densidad y mayor porcentaje de población extranjera. En esta línea, Marín ha seguido el modelo que también promovió su predecesor, Celestino Corbacho: impulsar la economía en el sur de la ciudad para, vía impuestos, financiar las necesidades sociales del norte. Sin embargo, los problemas por encima de la vía ferroviaria siguen enquistados y su resolución recaerá ahora en el nuevo alcalde.

Paro

Como ocurrió en toda España, el número de parados en L'Hospitalet de Llobregat se disparó entre 2008 y 2009. Con los años, la economía ha ido creciendo y la ciudad ha ido recuperándose, aún sin llegar a las cifras previas a la crisis económica. A su vez, los últimos datos de la Cambra de Comerç de L'Hospitalet remarcan que en la ciudad ha crecido tanto el número de vecinos afiliados a la Seguridad Social, como el número de autónomos y empleados en empresas con sede en L'Hospitalet. En esta línea, la ciudad cerró el primer trimestre de 2024 con la mejor cifra de puestos de trabajo desde 2008: con un total de 107.800 personas que trabajan en empresas localizadas en la ciudad.

La Florida, Les Planes y Pubilla Cases. Foto: Zowy Voeten

La Florida, Les Planes y Pubilla Cases. Foto: Zowy Voeten

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Alquiler

Cuando la todavía alcaldesa se hizo con la vara de mando de L'Hospitalet, en materia de vivienda empezaba el drama de los desahucios, entonces vinculados en gran medida a ejecuciones hipotecarias. Aunque estas no han desaparecido, como ya ocurre en toda el área metropolitana de Barcelona, los alquileres encabezan ahora los principales dolores de cabeza de las familias hospitalenses. Más allá de la escalada de precios, en barrios como el de Collblanc, limítrofe con la capital catalana, ya hace meses que aparecen casos de vecinos a los que no les renuevan el contrato porque la propiedad quiere alquilar el piso por habitaciones, un negocio más rentable que el alquiler regular. En el caso de familias vulnerables que pierden la vivienda, además, la ciudad se ve muchas veces incapaz de ofrecer alternativas habitacionales por la falta de vivienda pública y social.

Grandes proyectos
económicos y culturales

Núria Marín ha tratado de arrancar en los últimos años la "tercera gran transformación" de L'Hospitalet. Si la primera fue la urbanización de la ciudad y la llegada de los primeros servicios tras el franquismo y la segunda el desarrollo de la Granvía y la creación de un polo económico —la plaza Europa—, la tercera incluye distintos proyectos para impulsar la urbe como motor cultural y económico.

Es en la parte cultural donde la alcaldesa de la segunda ciudad de Catalunya ha logrado más éxitos. Concretamente, con el desarrollo del 'Districte Cultural', que al principio lo integraban algunas naves abandonadas en las que se instalaron artistas expulsados de Barcelona por los altos precios y que el Ayuntamiento ha ampliado al conjunto de la ciudad. El proyecto ya acoge a más de 500 artistas y mantiene sus perspectivas de crecimiento.

Además, también logró vincularse con la marca del Mobile World Congress (MWC), celebrado en el recinto de la Fira de Barcelona en la Granvia hospitalense. Así, el consistorio ha querido explotar un turismo de negocios vinculado a los eventos feriales como el Mobile. Precisamente, en 2023, los establecimientos hoteleros de L’Hospitalet alcanzaron 1.051.000 de pernoctaciones, superando por primera vez la cifra del millón.

En la parte económica, esta tercera gran transformación incluye también proyectos urbanísticos como el de Can Rigal, el polo biomédico al sur de la Granvia o el soterramiento de las vías de tren. Sin embargo, Marín dejará la alcaldía sin que ninguno de estos grandes planes haya empezado a desarrollarse. Recursos judiciales, oposición vecinal o las crisis económicas han ido lastrando algunas de estas iniciativas. Eso sí, hace algo menos de dos meses, se aprobó de forma definitiva el plan director urbanístico para desplegar ese futuro nodo biomédico.

Durante las últimas décadas, L'Hospitalet también ha logrado ciertos reconocimientos internacionales a su 'skyline'. La otorgación del Premio Pritzker 2023 al arquitecto británico David Chipperfield, diseñador de la icónica Ciutat de la Justícia que unificó diecisiete sedes judiciales desperdigadas por Barcelona y L'Hospitalet, supuso más que un galardón internacional para la Granvia hospitalense. La emblemática avenida que enlaza L'Hospitalet con Barcelona cuenta ya con hasta cinco edificios cuyos autores han sido premiados con el Prizker, el máximo reconocimiento mundial de arquitectura.

La plaza Europa. Foto: Ferran Nadeu

La plaza Europa. Foto: Álvaro Monge

La plaza Europa. Foto: Ferran Nadeu

La plaza Europa. Foto: Ferran Nadeu

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Àlex Rebollo
Infografías:
Francisco J. Moya
Coordinación:
Rafa Julve