Transformación de la ciudad

Aprobado definitivamente el plan urbanístico para desarrollar el futuro polo biomédico de L’Hospitalet

Tras años de recesos y conflictos judiciales, el PDU Biopol-Granvia avanza ahora hacia la licitación de las obras

CONTEXTO | Soterrar la Gran Via, proteger Can Trabal y el 1,8% del PIB catalán: guía para entender L'Hospitalet del futuro

Vista aérea de cómo será el futuro polo biomédico de L'Hospitalet de Llobregat.

Vista aérea de cómo será el futuro polo biomédico de L'Hospitalet de Llobregat. / Departament de Territori

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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Ha tardado varios años más de lo previsto, pero el Plan Director Urbanístico (PDU) Biopol-Granvia de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) ha recibido el 'ok' definitivo este jueves 4 de abril. De este modo, el macroproyecto urbanístico y económico vislumbra al fin su desenlace tras la reformulación a la que fue sometida hace unos tres años, después de que los tribunales lo declarasen nulo a finales del 2020

La Comisión de Urbanismo de la Generalitat de Catalunya, integrada por el Departament de Territori y otras instituciones que participan de la resolución, ha aprobado de forma definitiva el plan, que aspira a desarrollar la reforma urbana más ambiciosa de L'Hospitalet. Esta prevé una afectación de un 8% de su territorio —unas 96 hectáreas del término municipal hospitalense— y contempla una inversión de unos 230 millones de euros.

Del total del ámbito sobre el que tiene afectación el PDU, 11,3 hectáreas se califican como suelo de actividad económica destinada al Biopol-Granvia. Estas se concentran, mayoritariamente, al sur de la Granvia, que es el ámbito más urbanizado, y las administraciones implicadas calculan que podrán edificarse 556.418 metros cuadrados de techo para actividad económica.

El objetivo final es la implantación de un nuevo polo de actividad económica vinculado a la investigación, a la investigación biomédica y a las ciencias de la salud, en las inmediaciones del tamo final de la avenida de la Granvia de L'Hospitalet. Tras la aprobación definitiva, se dará paso ahora a la licitación de las obras, las cuales se prevé que puedan iniciarse en algún momento del primer semestre de 2025.

Vista aérea del futuro aspecto del tramo final de la Granvia de L'Hospitalet tras el desarrollo del PDU Biopol-Granvia.

Vista aérea del futuro aspecto del tramo final de la Granvia de L'Hospitalet tras el desarrollo del PDU Biopol-Granvia. / Departament de Territori

Polo biomédico

El PDU Biopol-Granvia es un proyecto a "15 o 20 años vista" que comprende cambios sustanciales como el soterramiento de la Granvia de L'Hospitalet, que no es el objetivo principal del Plan, sino una consecuencia. No es la única. El plan urbanístico, valorado como un proyecto estratégico de país, pretende también resolver los accesos al río Llobregat a ambos lados de la Granvia, una demanda históricamente reivindicada en la ciudad, o la rehabilitación de las masías catalogadas de Cal Trabal, Cal Masover Nou y la Torre Gran.

Son consecuencia, concretamente, de la creación del Biopol, es decir, de un polo de empresas vinculadas al sector de la biomedicina, y en el que tendrán presencia el Hospital de Bellvitge; el campus de Ciencias de la Salut de la Universitat de Barcelona (UB); eI Institut d'Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL); y el Hospital Duran i Reynals, sede del Institut Català d'Oncologia (ICO), así como el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat. 

Este "cluster de investigación", sostiene el Consorci per a la Reforma de la Gran Via —entidad pública integrada por Generalitat y Ayuntamiento de L'Hospitalet—, está llamado a "convertirse en el más importante del sur de Europa" y a "tener un fuerte impacto en el mercado laboral y en el PIB catalán". Según cálculos de un estudio que el propio Consorci encargó a la UB, el clúster biomédico, a pleno rendimiento, generaría potencialmente una contribución de hasta el 1,86% del PIB total de Catalunya —unos 4.500 millones de euros anuales—.

Recreación de cómo quedará uno d elos accesos al río Llobregat desde L'Hospitalet tras el desarrollo del PDU Biopol-Granvia.

Recreación de cómo quedará uno d elos accesos al río Llobregat desde L'Hospitalet tras el desarrollo del PDU Biopol-Granvia. / Departament de Territori

Aunque el plan original contó con el rechazo de distintos grupos políticos, tras su reformulación y la inclusión de aspectos como la preservación de los usos agrícolas en Cal Trabal, la recuperación del patrimonio arquitectónico o la incorporación de criterios medioambientales en los criterios del proyecto, logró el consenso político, más allá de algunos matices sobre las volumetrías de los edificios proyectados.

Críticas ambientales y transformación de la ciudad

El Departament de Territori y el Ayuntamiento de L'Hospitalet señalan que, durante la fase de información pública, el PDU recibió un total 90 escritos de alegaciones. Fruto del estudio de estas alegaciones, dicen "se han introducido pequeños ajustes" en el Plan director, que entrará en vigor una vez se publique en el DOGC.

Sin embargo, estos cambios y argumentos no convencen a algunas entidades vecinales de L’Hospitalet, que, lideradas por la plataforma No Més Blocs, han replicado las críticas medioambientales al anterior PDU. De hecho, la entidad ha iniciado una campaña de financiación para presentar un contencioso con la intención de que los tribunales paralicen el proyecto.

Más allá del polo biomédico y su relevancia a nivel catalán, el proyecto se enmarca también en el desarrollo del modelo de ciudad proyectado durante las últimas décadas por los distintos gobiernos del PSC: crear riqueza en el sur para financiar las necesidades del norte de la ciudad. Así, su desarrollo pretende contribuir a esa "tercera gran transformación" de L'Hospitalet que en tantas ocasiones ha reivindicado la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín (PSC). Una "transformación" que depende también de otro macroproyecto que se ha ido eternizando en la segunda ciudad de Catalunya: el soterramiento de las vías de tren a su paso por la ciudad.