Núria Marín

La alcaldesa que quiso convertir la ciudad dormitorio de L'Hospitalet en un motor económico

Un reportaje de Àlex Rebollo

La proximidad con Barcelona hace que mucha gente olvide o ignore que L'Hospitalet de Llobregat es la segunda ciudad de Catalunya. Los distintos estigmas con los que ha tenido que cargar el municipio a lo largo de las últimas décadas tampoco han remado a su favor. Sin embargo, el municipio, desde la sociedad civil a empresas y políticos, lleva ya tiempo tratando de dejar estas cargas atrás y transformarse.

Durante los últimos 16 años, este cometido ha recaído, principalmente, en manos de Núria Marín (L'Hospitalet, 1963), la primera mujer alcaldesa de la ciudad y la más longeva desde la vuelta de la democracia, etapa desde la que los socialistas han gobernado en la localidad de forma ininterrumpida. Ahora, Marín deja la alcaldía y cederá esta misión al socialista David Quirós.

Marín fue nombrada alcaldesa en 2008. Faltaba poco entonces para que estallara la crisis económica, cuyas consecuencias aún hoy colean. Desde entonces, L'Hospitalet ha tratado de transformarse vía pequeños y grandes proyectos, algunos de los cuales han corrido más suerte que otros.

Además, desde que los socialistas perdieron la alcaldía de Barcelona en 2011, Marín y L'Hospitalet se convirtieron también en la primera plaza del PSC. Un rol que la aún hoy alcaldesa vio reforzado cuando, en 2019, asumió también la presidencia de la Diputación de Barcelona, desde la que ejerció de contrapeso al 'colauismo' que durante ocho años gobernó en la capital catalana.

L'Hospitalet, con Barcelona al fondo, en 2009. Foto: Xavier Jubierre.

L'Hospitalet, con Barcelona al fondo, en 2009. Foto: Xavier Jubierre.

Núria Marín y Celestino Corbacho, el día en que este le cedió la alcaldía. Foto: Núria Puentes.

Núria Marín y Celestino Corbacho, el día en que este le cedió la alcaldía. Foto: Núria Puentes.

Marín ha estado toda su vida vinculada al PSC y al ayuntamiento, uno de los principales feudos socialistas. Empezó a militar en el partido en 1981, con 18 años, aunque previamente ya había militado en las juventudes. Su vínculo con el consistorio llegó poco después, en 1985, cuando tenía 22 años. Sin embargo, en ese momento no ostentaba ningún cargo político, sino que entró como funcionaria.

Diplomada en Ciencias Empresariales, ejerció como directora del mercado de Santa Eulàlia. Así, su formación y experiencia le valieron para que el entonces alcalde, Celestino Corbacho, la fichara para encargarse del área de Hacienda del consistorio, en el que entró como concejala en 1995. Corbacho marchó a Madrid como ministro de Trabajo en 2008, un momento en el que Marín ya era primera teniente de alcalde, por lo que automáticamente se apostó por ella como relevo natural.

Más bien campechana, con los años su figura se fue haciendo conocida entre sus conciudadanos, hasta el punto de que, ahora, dar un paseo de 15 minutos con Marín por la ciudad supone que el trayecto se alargue por un tiempo indeterminado debido a los vecinos que la paran para saludarla y comentar situaciones de la ciudad.

Dejar atrás la idea de que L'Hospitalet es una ciudad dormitorio ha sido uno de los principales objetivos de Marín, quien defiende que el municipio se ha convertido en un referente cultural y un polo económico. Así, la todavía alcaldesa ha basado su política en la idea de desarrollar la economía en el sur de la ciudad para que, vía impuestos, la riqueza que se produzca permita luego financiar las necesidades sociales y urbanísticas de los barrios del norte, algunos de entre los más humildes del área de Barcelona y los más densamente poblados de toda la Unión Europea.

Marín ha planteado un modelo en el que la economía del sur de la ciudad financie al norte

Ese planteamiento lo había explotado previamente el mismo Celestino Corbacho, quien promovió en la plaza Europa un núcleo económico y hotelero que, de algún modo, permitió una nueva fuente de ingresos en las arcas municipales y que, una vez consolidado por Marín, ayudaron a su gobierno municipal a capear la crisis económica que estalló poco tiempo después de que ella asumiera la vara de mando.

De este modo, pese a que, con los años, Corbacho y Marín rompieron todo vínculo, la todavía alcaldesa ha buscado repetir ese 'efecto plaza Europa'. "El IBI y el IAE de esos hoteles nos permiten financiar las plazas de guarderías", decía Marín en una entrevista con este diario hace unos años. El gran ejemplo se encuentra en el proyecto del PDU-Biopol Granvia, donde la ciudad aspira a crear un nodo enfocado a la investigación biomédica. Un plan que, tras ser tumbado en los tribunales, ha empezado a rodar después de lograr la aprobación definitiva hace poco más de un mes.

Marín, en la inauguración de la pasarela ferroviaria entre el Gornal y Bellvitge, en 2008. Foto: Ferran Nadeu

Marín, en la inauguración de la pasarela ferroviaria entre el Gornal y Bellvitge, en 2008. Foto: Ferran Nadeu

Núria Marín, en la plaza Europa de L'Hospitalet, en 2011. Foto: Sergio Láinz

Núria Marín, en la plaza Europa de L'Hospitalet, en 2011. Foto: Sergio Láinz

El PDU no es el único gran proyecto que han tratado de desatascar Marín y su escudero más fiel, Fran Belver, al frente del área de Urbanismo del Ayuntamiento durante todos estos años. El soterramiento de las vías de tren a su paso por L'Hospitalet o la reurbanización de la zona de Can Rigal son otros ejemplos, pero la todavía alcaldesa abandonará su cargo antes de que estos planes se pongan en marcha. Fuentes municipales recuerdan también cómo las dos grandes crisis con las que ha lidiado durante su mandato —la de 2008 y la del covid—, han llevado a sus gobiernos a aparcar proyectos para centrarse en las personas.

En una línea similar, Marín ha tratado de explotar siempre su favor las potencialidades de la 'marca Barcelona', eso sí, sin renunciar a la singularidad local tan reivindicada por los hospitalenses, como reflejó con su rechazo a la idea del arquitecto y urbanista Oriol Bohigas de que Barcelona integrara en sus fronteras a L'Hospitalet.

El 'Districte Cultural' es uno de los hitos de los que Marín ha hecho bandera

Es aquí donde encontró mayores éxitos en estos 16 años de sucesivos mandatos. Marín fue hábil al detectar que algunos de los artistas que tenían talleres en Barcelona se empezaron a trasladar a L'Hospitalet atraídos por alquileres más asequibles. Rápidamente, le dio forma y planteó el llamado 'Districte Cultural', que ya acoge a más de 500 artistas y que mantiene sus perspectivas de crecimiento.

También encontró un fuerte apoyo en el hecho de que la Fira de Barcelona y el Mobile World Congress (MWC) se ubiquen en L'Hospitalet. Conocidas son sus salidas por los bares de la segunda ciudad de Catalunya con John Hoffman, CEO de GSMA —la empresa que gestiona el Mobile—, con quien Marín ha ejercido de anfitriona estos años y a quién incluso llegó a nombrar hijo adoptivo de la ciudad.

La zona de Can Rigal, entre L'Hospitalet y Barcelona, en 2023. Foto: Manu Mitru

La zona de Can Rigal, entre L'Hospitalet y Barcelona, en 2023. Foto: Manu Mitru

Núria Marín y el CEO del Mobile World Congress, John Hoffman, en la presentación de actividades del salón de los móviles, el pasado febrero. Foto: Jordi Òtix.

Núria Marín y el CEO del Mobile World Congress, John Hoffman, en la presentación de actividades del salón de los móviles, el pasado febrero. Foto: Jordi Òtix.

En sus años al frente de la ciudad, también ha lidiado con momentos duros, en los que le ha tocado dar la cara —y la ha dado—. Destaca el 1 de octubre de 2017, el día del referéndum independentista, cuando acudió a un instituto de L'Hospitalet en el que la Policía Nacional actuaba para impedir la votación. Reclamó al jefe de operativo que cesaran las cargas y se fueran de la ciudad, además de contactar con el entonces delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, que no realizaran ninguna actuación en el municipio.

Durante sus 16 años, Marín ha gobernado una ciudad con múltiples complejidades sociales, con altos índices de inmigración, de vulnerabilidad social y con una de las densidades de población más altas de la Unión Europea, herencia, en gran medida, de la etapa del 'desarrollismo' franquista, que construyó sin planificar servicios ni espacios públicos.

Marín ha tenido que gobernar una ciudad con altas complejidades sociales

En su última etapa, además, ha tenido que afrontar problemas judiciales en los que se han visto implicados concejales de su gobierno y, de hecho, llegó a estar investigada por el 'caso Consell Esportiu', aunque su causa finalmente quedó archivada.

Ahora, David Quirós será el encargado de asumir el reto de gobernar en la segunda ciudad de Catalunya. De este modo, el próximo 15 de junio, Quirós se convertirá en el cuarto alcalde que L'Hospitalet ha tenido en los 45 años de democracia.

En sus años al frente de la ciudad, también ha lidiado con momentos duros, en los que le ha tocado dar la cara —y la ha dado—. Destaca el 1 de octubre de 2017, el día del referéndum independentista, cuando acudió a un instituto de L'Hospitalet en el que la Policía Nacional actuaba para impedir la votación. Reclamó al jefe de operativo que cesaran las cargas y se fueran de la ciudad, además de contactar con el entonces delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, que no realizaran ninguna actuación en el municipio.

Durante sus 16 años, Marín ha gobernado una ciudad con múltiples complejidades sociales, con altos índices de inmigración, de vulnerabilidad social y con una de las densidades de población más altas de la Unión Europea, herencia, en gran medida, de la etapa del 'desarrollismo' franquista, que construyó sin planificar servicios ni espacios públicos.

En su última etapa, además, ha tenido que afrontar problemas judiciales en los que se han visto implicados concejales de su gobierno y, de hecho, llegó a estar investigada por el 'caso Consell Esportiu', aunque su causa finalmente quedó archivada.

Ahora, David Quirós será el encargado de suceder a Marín y asumir el reto de gobernar en la segunda ciudad de Catalunya. De este modo, el próximo 15 de junio, Quirós se convertirá en el cuarto alcalde que L'Hospitalet ha tenido en los 45 años de democracia.

Un reportaje de EL PERIÓDICO
Textos:
Àlex Rebollo
Infografías:
Ricard Gràcia
Coordinación:
Rafa Julve