Estos son los helados más originales que puedes degustar en Barcelona

La alegría para el cuerpo es que estamos en plena temporada de helados. Una categoría 'foodie' que en los últimos años ha crecido como la espuma. Hoy, cada barrio de Barcelona tener sus heladerías, y más allá de los tradicionales 'stracciatella', turrón, vainilla y chocolate, la diversidad está a la orden del día: helados veganos, polos 'healthy', sorbetes, cremosos a la italiana, de sabores exóticos, dulces, salados...

Los hay para todos los gustos, incluso para cazadores de tendencias gurmet y de creaciones estéticas que quedan bien en Instagram. Pues sí, hay mucha vida para los amantes de los helados en Barcelona. Estos son algunos de los especímenes más originales que hemos encontrado. 

Cono de cruasán y mini 'panettone' relleno de 'soft cream' (L’Atelier Barcelona)

Cruasán y crema helada, 'oh la là', sí, eso existe, eso está en Barcelona y eso es la bomba. Es una combinación ganadora que se puede disfrutar en L'Atelier Barcelona, la pastelería de Eric Ortuño y Ximena Pastor, que en los meses de calor cuenta con una espectacular vitrina de helados de creación propia, entre cuyos sabores originales a descubrir destaca el cúrcuma 'latte'. Pero su buque insignia y maravilla de dulce es el cono de masa de cruasán que rellenan con algún sabor de helado 'soft' como vainilla, praliné́ de avellanas caramelo salado y su ya famosa galleta de Reus. Este año también han inaugurado un nuevo tipo de helado que consiste en un irresistible mini 'panettone' de chocolate (premio al mejor de España), galleta Reus, helado 'soft' de vainilla, praliné de avellana y caramelo salado. El placer ha llegado más allá con esta innovación. Viladomat, 140.

Helados de sabores japoneses (Kurimu)

Los helados de Kurimu, que en japonés significa cremoso, son obra de la pastelería Ochiai y su maestro, Takashi Ochiai. Describen sus creaciones como “helados italianos con un toque japonés”, y podríamos decir que cualquiera de sus helados son una sorpresa y descubrimiento para el paladar, como el sorbete de 'yuzu' o el de sésamo negro. Aunque los más sorprendentes son, sin duda, el de yogur y 'wasabi', y el de cereza y 'umeboshi', un 'ume' (algo así como una ciruela) encurtida en salsa que se consume en Japón. Urgell, 116.

Polos de vicio y sabores estacionales (Paral-lelo)

Imposible hablar de helados sin tener en cuenta Paral-lelo. Helados que se elaboran cada día, de forma 100% artesanal, y con maestría italiana. La larga y permanente cola que se concentra ante el local no deja dudas de que sus helados quitan el hipo. Para los cazadores de tendencias heladitas, hacen ediciones especiales como el de sandía y 'shisho' o el de tamarindo' yogur y 'ras el hanout'; sabores estacionales que sorprenden y conquistan, como el de mantequilla tostada con frutos secos o el de queso trufado; también han lanzado sus propios polos artesanales, tan buenos como bonitos, que creanadicción. Es el caso del de té 'matcha', chocolate blanco y coco, y el de caramelo de coco, arándanos y sésamo. Sèneca, 18.

Sorbete 'light' y otras maravillas (Cloud)

Cloud es una de las jóvenes promesas de la escena heladera local (sección italianos). Llegada hace un año a la ciudad, ya tiene una comunidad de 'lovers' que suspiran por sus creaciones. El de aguacate, extremadamente cremoso, y el 'american breakfast' (crema de cacahuete, bombones salados y frutos del bosque) se llevan la palma a la originalidad. Aunque otra genialidad innovadora es su refrescante y delicioso sorbete de agua de coco con lima, sin azúcar, sin leche y casi, casi, dietético. Plaza de Rovira i Trias, 5.

Helado especial de Sant Joan (Delacrem)

¿Quién no conoce Delacrem? Los sabores pistacho, 'gianduja' y avellanas son los más pedidos (intentad combinar los tres en una tarrina y moriréis de amor), y también triunfan los de productos con DO como las fresas del Maresme, el coco de Sri Lanka. Ahora ha llegado para quedarse su helado de Sant Joan, que convertirá cualquier día de junio en una verbena. Además, los beneficios por su compra irán destinados al Hospital Sant Joan de Déu, otro gran motivo para consumir este helado sin moderación. Enric Granados, 15.

Los más 'instagrameables' (Anita Gelato)

Anita Gelato es la reina de las heladerías instagrameables. Gestada en Tel-Aviv, cosecha el mismo éxito en su país de origen que en Nueva York, Australia o Barcelona, entre otras sedes donde tiene puntos de venta. Si pasáis por delante, veréis que cada día centenares de 'zetas' y 'millennials' eligen esta heladería de Gràcia como 'photocall' con la esperanza de arrasar en 'likes'. Son ya famosas sus copas con cosas -entiendase 'crunchys', salsas, galletas, frutos secos...- indisociables del 'hashtag' 'food porn'. Sus 'gelatos' más nuevos y que más están arrasando son el de crema de macadamia y el 'soft' de 'açaí' (esta baya brasileña considerada un súperalimento se convierte en Anita en una mini montañita de helado). Otra rareza molona es el helado de 'pretzel', para friquis de sabores paranormales: combinado con una bola de chocolate negro, da mucho el pego, la verdad. Plaza de la Vila, 15.

Manzanas al horno (Rocambolesc)

Rocambolesc ya no necesita carta de presentación. La heladería de Jordi Roca es una referencia internacional en creatividad e innovación que cuenta con locales en Girona, Barcelona, Madrid y Houston (Estados Unidos). Si bien su helado de manzanas al horno es una de sus creaciones más estacadas, al igual que sus muy llamativos polos Rocanas, Icephone y Helado Oscuro, hay que probar su helado de yogur con dulce de leche, confitura de guayaba y algodón de azúcar. Un sorpresón. La Rambla, 51-59. 

El helado hamburguesa (Badiani 1932)

Ya que estamos entre originalidades, hablemos del 'gelato' hamburguesa. Una creación de la casa Badiani 1932 que consiste en un 'brioche' calentito relleno con una bola de helado al gusto de cada uno, tuneado con salsa 'fudge' de chocolate. Eso es lo más. 'Mamma mia'! Rosselló, 232.

'Cheese cake' en forma de helado (Gocce di Latte)

Una heladería artesanal de alta cuna que incluso aparece en lagGuía Repsol y que algunos señalan como una de las mejores del casco antiguo de la ciudad. Tienen los sabores más tradicionales pero también alguna combinación de lo más impensable, pero que siempre hace 'match' con obras como el de pulpa de cacao o 'cheese cake'. Pla del Palau, 14.

Sabores de flores (Aurélien Barcelona)

Otro templo en materia de helados artesanales del barrio de Gràcia. El dueño, Aurélien, elabora aquí una gran variedad de sabores tradicionales y también alguna que otra sutileza como sus gama de cremas heladas de flores (hay de jazmín, lavanda, azafrán o rosa saúco, entre otras), y una mezcla que causa furor: miel, dátiles y flor de naranjo. Es probarlo y viajar a parajes mágicos. Los sirve en tarrinas, cucuruchos, con una masa de cruasán o para acompañar crepes y gofres hechos al momento. Una delicia. Plaza del Sol, 9.