Paseo de Gràcia y Rambla Catalunya

Los súpers 24 horas se consolidan entre las tiendas premium del centro de Barcelona

Más de una veintena de autoservicios operan actualmente en el corazón comercial del Eixample

El plan de usos ha frenado los colmados nocturnos y solo pueden abrirse autoservicios mayores y diurnos

La nueva Diagonal da los primeros pasos hacia la esperada resurrección comercial

Los siete mapas imprescindibles para entender el plan de usos del Eixample

Un autoservicio 24 horas en Consell de Cent con Rambla Catalunya.

Un autoservicio 24 horas en Consell de Cent con Rambla Catalunya. / Jordi Cotrina

Patricia Castán

Patricia Castán

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La proliferación de autoservicios de horario maratoniano (muchos de ellos de 24 horas) en Barcelona ha sido constante desde hace tres lustros. Hoy, a cualquier hora de la noche, un vecino puede bajar en pantuflas a comprar un brick de leche o un turista conseguir algo para beber o comer caminando apenas unos pasos. Aunque el consistorio ha limitado su presencia en algunas zonas mediante planes de usos, la expansión incluye barrios de todo tipo, incluso áreas comerciales premium. Así, las calles que cruzan perpendicularmente los cotizadísimos ejes de Rambla Catalunya y el paseo de Gràcia ya concentren más de una veintena de estos establecimientos alimentarios en activo.

El distrito del Eixample puso coto a la apertura de estos y otros negocios el año pasado, pero solo en el caso de espacios de venta inferiores a 150 metros cuadrados, los denominados autoservicios. No obstante, sí pueden implantarse negocios alimentarios de más de 150 a 300 metros cuadrados, considerados superservicios. E incluso mayores si no son de horario libre.

Otro super abierto sin interrupción en la zona, en la calle de Aragó.

Otro super abierto sin interrupción en la zona, en la calle de Aragó. / Jordi Cotrina

Este diario ha hecho un recuento de la oferta de la zona, que solo entre Balmes y el paseo de Gràcia, yendo en zigzag por calles perpendiculares hasta Diputació, suma 17 establecimientos, la mayoría de horario ininterrumpido y --aparentemente por sus dimensiones-- en la mayoría de casos autoservicios. Si se alcanza la Gran Via y se incluye la trama de calles hasta llegar a Pau Claris, también al calor del tirón del paseo de Gràcia, la cifra sigue creciendo.

El auge de estos negocios en el centro del Eixample sorprende en tanto que los precios de los locales comerciales son mucho más altos que en el resto de distritos y la aparente sobreoferta puede plantear dudas sobre la rentabilidad de nuevas aperturas. Pero el argumento turístico avala su presencia. Según fuentes del sector proveedor, algunos operadores concentran varios negocios, de forma que es más fácil abarcar mercado y ser competitivo.

La compleja regulación a varias bandas y con múltiples casuísticas no ayuda a despejar dudas entre vecinos y comerciantes. Según detalla la subdirectora de Comerç de la Generalitat, Montserrat Gallardo, el horario XXL está avalado por la normativa estatal, que lo permite a los establecimientos de menos de 300 metros cuadrados que no sean de grandes empresas. Por otro lado, el propio Govern especifica que en el caso de comercio alimentario pueden tener libre horario incluso pertenenciendo a grandes cadenas, dentro de esa dimensión.

Limitación cada 100 metros de radio

Pero entran después en escena los ayuntamientos, que pueden poner "techo" o reducir el volumen o concentración según las necesidades de cada trama urbana, subraya Gallardo. En este caso, el plan especial urbanístico de ordenación de las actividades de pública concurrencia, comercios alimentarios y otras actividades del distrito del Eixample de 2023 establece en el caso del área de Rambla Catalunya que la actividad de autoservicio de alimentación y/o tienda de conveniencia "se admite si cumple la condición de un máximo de 20 establecimientos de las siguientes tipologías: actividades musicales, de restauración, autoservicios (de menos de 150 metros cuadrados), tiendas de conveniencia y comercios alimentarios con degustación, en un radio de 100 metros".

Otro ejemplo de autoservicio en la zona, en la calle de Provença junto a Rambla Catalunya.

Otro ejemplo de autoservicio en la zona, en la calle de Provença junto a Rambla Catalunya. / Jordi Cotrina

De hecho, en el cruce con Consell de Cent la regulación es aún más restrictiva, enfatizan fuentes municipales, porque están incluidos en el Área de Tratamiento Específico (ATE) de este vial peatonalizado recientemente. Sobre el papel cualquier nueva apertura debe cumplir esas distancias en la actualidad, lo que imposibilita nuevos autoservicios en muchos puntos.

Sí tendrían cabida, en términos de densidad, nuevos superservicios (de más de 150 m2) y supermercados de más de 400 m2, aunque estos ya sin libertad horaria. En muchos de estos establecimientos el alcohol ocupa un puesto destacado en las estanterías, por lo que el recorte horario de su venta afecta de pleno a su facturación. El ayuntamiento ha actuado acotando los más pequeños en tanto que eran los que más proliferaban y los que podían afectar a la convivencia al poder operar de madrugada.

Equilibrio comercial y efecto

Colateralmente, la proliferación durante años de esta oferta abre en el seno del comercio de la zona cierto debate sobre la cantidad y también sobre su aportación al mix comercial. Algunos operadores son muy críticos con la estética en tramos donde se ha cuidado mucho la imagen de los comercios.

María Callis, especialista en la creación, optimización y desarrollo de conceptos de retail, descarta cuestionar la imagen u oferta de un determinado comercio según la ubicación porque "todo barrio merece un entorno comercial con calidad" que acaba otorgando un determinado estilo de vida, argumenta. En este caso cree que el enfoque de los autoservicios más céntricos es eminentemente turístico y lo que pone sobre la mesa es que empresas, inmobiliarias y ayuntamiento (con las licencias) deben ir de la mano para favorecer una oferta variada y con identidad ante la globalización imperante en las grandes ciudades.

Desde la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, su directora de Retail & High Street, Ángela Sánchez, apunta que la alineación de comercios y su imagen afecta al desarrollo de cada calle comercial. "Hay operadores en la zona que buscan local pero no quieren estar al lado de súpers de 24 horas", admite. Del mismo modo, explica que hay propietarios que son muy selectivos con el tipo de producto y horario que albergará su local antes de firmar su alquiler, mientras que otros aceptan simplemente las mejores ofertas económicas. En ocasiones alcanzan las cinco cifras.

Suscríbete para seguir leyendo