Barcelona suspende un año nuevas licencias de ocio nocturno y alimentación en el Triángulo Golfo y Rogent

La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, y el concejal de Sant Martí, David Escudé, han anunciado este viernes que el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido abrir un proceso de revisión del plan de usos que regula las condiciones de apertura de establecimientos en el distrito, que data de 2016, y para afrontar esa labor ha decidido suspender durante un año la concesión de nuevas licencias en la zona del llamado Triángulo Golfo –el consistorio lo denomina Triángulo Lúdico y en el entorno de la calle de Rogent, donde los residentes llevan años quejándose de los problemas que tienen para descansar a causa del ocio nocturno.

La decisión fue aprobada el jueves en la comisión de gobierno y la suspensión afecta a licencias de actividades musicales, de restauración, de autoservicios, de tiendas de conveniencia, y de comercio alimentario y degustación en, por una parte, el ámbito delimitado por la avenida Meridiana, la Diagonal, la calle de Llacuna, Pallars, Badajoz y Marina. El Museu del Disseny no se incluye en la restricción. Durante 12 meses no se concederán licencias ni permisos de obras vinculados con las actividades citadas.

Proliferación de establecimientos

El otro ámbito afectado es del entorno de la calle de Rogent, el espacio que está entre las calle de Còrsega, de la Muntanya, del Ter, de soler i Rovirosa, de Claperós, de Hernán Cortés, Joan I, La Corunya y Xifré. En esta zona se apreció un incremento de la aparición de supermercados 24 horas y locales de restauración en el que se basa la nueva regulación.

Este aumento se debió en parte, considera el consistorio, a que la restricción que se impone ahora ya regía en el 22@, el sud de la diagonal y la Rambla del Poblenou y su entorno, desplaza a zonas cercanas la actividad.

Bonet ha explicado que el ayuntamiento ha analizado la situación del espacio en los últimos meses, y Escudé ha recalcado que el gobierno del PSC trabaja en contacto con los vecinos, los comerciantes y los empresarios del ocio.

El descanso y el comercio de proximidad

Bonet ha subrayado que la suspensión y la revisión del plan de usos persiguen defender el descanso de los vecinos y la actividad del comercio de proximidad. Los primeros llevan mucho tiempo protestando, en gran parte por el ruido que genera la presencia de gente en la calle, en botellones o accediendo a locales.

Los responsables de los establecimientos llevan mucho intentando minimizar las molestias que causan los clientes al entrar y salir, pero los vecinos no parecen muy satisfechos de los resultados de estos intentos. En septiembre, se puso en marcha el plan antiruido en el Triángulo Golfo, que entre otros aspectos adelante el cierre de terrazas a las 23.00 todos los días.