Vial reurbanizado

La nueva Diagonal da los primeros pasos hacia la esperada resurrección comercial

El tramo que se acaba de reformar de Sant Joan a Glòries ya tiene algunos locales en obras o con nuevos operadores

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La 'milla de oro' de la decoración de l a Diagonal se expande y propulsa al eje comercial

La nueva tienda Zag Bijoux BCN, en Diagonal 311, con las aceras ampliadas vistas desde su escaparate.

La nueva tienda Zag Bijoux BCN, en Diagonal 311, con las aceras ampliadas vistas desde su escaparate. / Ferran Nadeu

Patricia Castán

Patricia Castán

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Hace poco más de una década, el tramo central de la Diagonal, de Francesc Macià a paseo de Gràcia sumaba medio centenar de comercios vacíos cuando se sumergió en una reurbanización que dos años después lo sacó de la UCI y posteriormente lo devolvió a la primera liga del comercio local. Con ese precedente, los nuevos tramos de avenida que apuran ahora su reforma (de paseo de Sant Joan a Glôries) confían en una anhelada dinamización, y la reciente desaparición de algunos carteles de ‘se alquila’ parece darles la razón. La radiografía comercial de ambos tramos no es comparable, pero la ampliación de aceras y las consiguientes rutas de paseo que se abren (a autóctonos y turistas) están alentando el despegue.

Como informó el jueves este diario, el final de obras --con ligero retraso— llega tras un gran desgaste vecinal y de la actividad económica. Lo resume la propietaria de la cafetería El Burgà, en el 303, junto a Nàpols. “Han sido dos años muy duros para el negocio”, no solo por ruidos y polvo. También porque su estrecha acera estaba vallada y “casi daba miedo pasar”. Hace poco que la acera ha completado la ampliación hasta alcanzar unos generosos 7,5 metros, pendiente de la recta final de obras solo en el tramo central hasta marzo como mucho, lo que ha dado cierto oxígeno a su negocio. “Pero todavía no nos hemos recuperado”, afirma. No obstante, se aferra al optimismo de que lo mejor está por llegar en términos de afluencia de clientela: “Ahora será cómodo pasear, y por aquí pasará mucho turista que irá hacia la Sagrada Família”, vaticina.

Uno de los escaparates de la nueva tienda de interiorismo de Suenh Luderna, en el 299 de la Diagonal.

Uno de los escaparates de la nueva tienda de interiorismo de Suenh Luderna, en el 299 de la Diagonal. / Ferran Nadeu

Ni la sección de la Diagonal que va del paseo de Gràcia al paseo de Sant Joan (plaza Jacint Verdaguer) ni la que prosigue hasta Glòries han sido nunca ejes comerciales potentes. Sus esmirriadas aceras, el impacto del tráfico y su oferta más bien de proximidad, de locales de servicios, bancos y despachos, no invitaban al comprador del resto de la ciudad y limitaban su influencia al barrio. Pero la situación se degradó especialmente desde principios de 2015, cuando el tramo estrella (del paseo de Gràcia a Francesc Macià) había estrando reforma y esta no prosiguió en el resto de la avenida, como estaba previsto. La intervención se congeló hasta saber qué iba a pasar con la conexión de los tranvías, y esa espera fue letal.

Desde la asociación Diagonal Bulevard (que aglutina al comercio del tramo 'noble' en términos comerciales) se apremió a la reurbanización urgente del siguiente tramo de la avenida, donde históricamente habían contado con asociados. Su gerente, Àlex Miró, confía en que cuando acaben las obras del Tram (que ahora afectan entre Girona y paseo de Sant Joan y se prologarán unos meses) todo ese ámbito se empiece a contagiar de actividad. No obstante, allí quedará pendiente la ampliación de aceras, a la espera del desenlace de la conexión del tranvía. “No será rápido y habrá que tener paciencia, porque los operadores querrán ver cómo evoluciona, pero seguro que se revalorizará”, mantiene.

Luz al final del túnel

En el siguiente tramo de Sant a Joan a Glòries, que a finales de marzo quedará listo y urbanizado, la esperanza sí se abre paso tras el letargo. Los primeros desembarcos, en locales que se habían vaciado, parecen avalar esa tesis. En el número 299, donde antes hubo oficinas, hace poco más de un mes que se ha instalado Suenh Luderna, con su impresionante tienda de interiorismo de “estilo escandinavo pero con toques de color”, con muebles que ellos mismos fábrican o que importan de países nórdicos. Debutaron en 2018 en la calle de Castillejos, y ahora se han mudado al nuevo local de más de 400 metros cuadrados, convencidos del potencial de la Diagonal reurbanizada. “Creemos que esta zona quedará muy bien y el tranvía le dará un gran impulso”, señala un portavoz, que ya está organizando una próxima fiesta de inauguración.  

Locales aún vacíos, en la acera de montaña de Diagonal, en recta final de obras.

Locales aún vacíos, en la acera de montaña de Diagonal, en recta final de obras. / Ferran Nadeu

La misma sensación llevó a la firma francesa Zag Bijoux, cuya seña de identidad es la bisutería artesanal sobre todo con acero inoxidable de 316 L., a instalarse en esta parte de la Diagonal el pasado otoño, relatan. Su amplia oferta y el tirón de su producto, que personalizan, será sin duda un reclamo para la zona.

En el lado montaña también un local está en pleno proceso de reforma integral para acoger en breve una panadería. Y algún cartel que anunciaba disponibilidad ha desaparecido, informa algún vecino, aunque todavía sean demasiadas las persianas bajadas.

Incertidumbre sobre las licencias

Desde la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, su directora de Retail & High Street, Ángela Sánchez no duda de que en la nueva etapa los locales se van a "revalorizar" y se disparará la demanda respecto al pasado. Cree que la ciudad necesita ganar zonas comerciales potentes, pero alerta de que todo este proceso estará "condicionado" a las facilidades o no que dé el ayuntamiento para nuevos negocios. Opina que si se pone coto a la restauración y las terrazas o a negocios y servicios vinculados al turismo, el proceso de reactivación "se verá afectado". Teme también que los precios de los alquileres no sean realistas --vistas las subidas en otras zonas-- y se conviertan en un freno para el desembarco de emprendedores y marcas.

Quienes aguardan tiempos mejores son los comerciantes del cercano Mercat dels Encants. Su presidente, Josep Nebot, relata que para los vendedores "estas obras con sido un añadido considerable a la ya mala situación económica" que están sufriendo. Aunque alaban la actuación del ayuntamiento, lamentan que BIMSA --empresa municipal que lleva la obra-- "haya trabajado en todo momento de manera unilateral, sin ningún tipo de información y sin tener en cuenta a los más de 300 comercios del recinto". Critica los cortes de accesos a su mercado, tanto a pie, como en transporte public o coche, y sin señalización actualizada para clientes y proveedores.

Y es que los dos años de trabajos han dolido mucho en este vial que durante ese tiempo quedó huérfano, con facturaciones bajo mínimos, y en su entorno. Por su longitud implica a comercio integrado en Fort Pienc (lado mar), y también parcialmente al sur de la Sagrada Família. Desde el primer eje, tienen claro que en cuanto se retiren las piquetas y las vallas "tocará dinamizarlo" el comercio para darle el pulso, más allá de los previsibles paseantes que la conquisten, señala un portavoz.

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