Decreto y nueva regulación

Estos son los barrios que podrían perder apartamentos turísticos en Barcelona

La ciudad tiene una treintena de zonas sin pisos para viajeros o donde se cuentan con una mano

Collboni reducirá los apartamentos turísticos en zonas calientes como Ciutat Vella

El Govern pacta con el PSC que cada municipio decida el tope de pisos turísticos

Barcelona supera la barrera psicológica de los 10.000 pisos turísticos

Queja de los vecinos contra los pisos turísticos que el ayuntamiento tuvo que autorizar recientemente en el Eixample.

Queja de los vecinos contra los pisos turísticos que el ayuntamiento tuvo que autorizar recientemente en el Eixample. / JORDI OTIX

Patricia Castán

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El nuevo decreto de limitación de pisos turísticos en los 140 municipios donde se considera que el mercado de la vivienda está tensionado tendrá especial efecto en Barcelona, como anunció el pasado martes el alcalde Jaume Collboni, decidido a reducirlos en zonas con saturación de alojamiento. Los términos del decreto introducen finalmente la condición de que cada municipio fije el tope de plazas que considere adecuadas y que deberán tramitar una licencia urbanística. La capital catalana cuenta con casi 10.000 pisos con este uso legalizado, que el alcalde considera "excesivo" en el marco de la falta de vivienda que sufre la ciudad. Puso como ejemplo el caso de Ciutat Vella, el distrito turístico por excelencia, pero otros barrios tienen una concentración destacada de viviendas de uso turístico, y serían susceptibles de una reducción o traspaso de la actividad hacia otros barrios más 'vírgenes' en este sentido.

El consistorio aguarda la tramitación final (como proyecto de ley, dados los cambios introducidos a cambio del apoyo del PSC en el Parlament), que se espera que quede lista el 31 de marzo. A partir de esa fecha podrá decidir como "reordenar" el repertorio de pisos de uso turístico de Barcelona. Cabe recordar que el fenómeno irrumpió hace más de dos décadas, y durante un periodo --cuando el gobierno municipal de CiU abrió la ventanilla administrativa para hacer "aflorar" toda la oferta hasta ese momento alegal-- se permitió tramitar licencias (a 230 euros) de cara a su regulación. Cuando se cortó el grifo en 2014 había unas 9.600 legalizadas.

Territorialmente, la propia demanda del mercado había marcado su irrupción en las zonas con más tirón turístico. Ahora, una modificación o reformulación del plan especial urbanístico de alojamiento turístico de Barcelona (PEUAT) servirá para rebajar el volumen total o bien equilibrarlos a lo largo y ancho de la ciudad en el plazo de cinco años, a criterio del ayuntamiento. Las nuevas licencias ya no serán vitalicias, pero sí prorrogables de forma automática cada cinco años si no hay incompatibilidades urbanísticas.

De hecho, Ciutat Vella pese a su peso turístico tiene una cuota discreta de pisos turísticos legales en el conjunto de la ciudad, debido a que el distrito ya tuvo que poner coto al fenómeno antes de que se extendiera al resto de la metrópolis. En el resto de distritos propietarios y operadores corrieron para sumarse un negocio que nació como 'economía colaborativa' pero pronto se convirtió en una mina de oro y profesionalizó. Quienes no formalizaron la licencia se convirtieron en ilegales de la noche a la mañana --a los que se sumaron miles más-- que paulatinamente fueron perseguidos por los diferentes gobiernos municipales desde entonces, especialmente con la alcaldesa Ada Colau al timón.

Reordenar y más

El decreto abre, pues la puerta a otra reordenación y a descomprimir algunas zonas. ¿Cuáles podrían estar en el punto de mira? Tomando el último censo publicado por el ayuntamiento en 2022, que no incluye los cientos de pisos beneficiados por una grieta legal vinculada al PEUAT original y que ahora están en litigio, Barcelona sumaba 9.411 tras algunos ajustes. En el caso de Ciutat Vella, mencionado explícitamente por Collboni, el barrio del Raval sumaba hace un año 199, por 194 el Gòtic, 64 la Barceloneta y 159 el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. Pero en términos de densidad la purga sería previsible en la Vila de Gràcia, que concentra 725. O el Poblenou, con 386. O en la Sagrada Família, con 750, así como en el Poble Sec con 487.

El Eixample es el distrito rey con más viviendas destinadas al turista, pero la concentración salpica también a la Vila de Gràcia, Poblenou, Poble Sec, Sants y otros

En cifras absolutas (sin tener en cuenta la mayor dimensión del barrio o población total), el barrio estrella de los pisos turísticos es la Dreta del Eixample con 1.631. La Antiga Esquerra de l'Eixample aglutina 670, frente a las 520 de la Nova Esquerra. Su potencial reducción podría depender de que el criterio sea de proporcionalidad sobre el total de residentes de cada barrio. En este distrito, no obstante, de facto serán muchos más: allí se se presentaron cientos de peticiones de licencia que Barcelona está teniendo que encajar. Esta situación se produjo durante el periodo en que un juez tumbó el primer PEUAT (en 2019) y el ayuntamiento interpuso un recurso que no evitó una rendija legal que fue aprovechada por muchos operadores.

Otros barrios con notable presencia de pisos turísticos son Sant Antoni con 554, Sants con 243, Sant Gervasi-Galvany con 239, el Fort Pienc 328...

En el lado opuesto, hay una treintena de barrios donde la oferta se cuenta con los dedos de la mano o incluso no hay ni un solo apartamento por días para viajeros, como Montbau, la Clota, el Turó de la Peira, Can Peguera, Trinitat Nova, Torre Baró, Ciutat Meridiana, Vallbona o Baró de Viver. La mayoría de casos están en Nou Barris, Horta-Guinardó, Sant Andreu o parte de Sant Martí, en los puntos más alejados del centro. Está por ver si en caso de que Barcelona potencie la redistribución de las actuales licencias, habrá propietarios u operadores profesionales interesados en explotar la actividad en esos enclaves.

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