Barcelona reparte mapas con rutas descentralizadas para los cruceristas de un día

Los cruceristas en escala de unas horas en Barcelona que la visitan de forma independiente (sin excursiones organizadas) son 969.000 anuales. No son una mayoría, pero sí especialmente visibles porque en ausencia de plan organizado desembarcan de los buques e inician sus recorridos desde el monumento a Colón (donde les deja un bus portuario), para adentrarse en Ciutat Vella por la Rambla. Para tratar de repartir esos flujos por el resto de la ciudad y evitar la saturación, Turismo de Barcelona ha puesto en marcha ya una primera estretegia de descentralización a través de la creación de un mapa de rutas de compras y gastronomía por distintos distritos. De momento se han impreso 100.000 copias que distribuyen ya en dos terminales del muelle Adossat, a las que se incoporararán pronto dos más, así como en los buses del Port y sus paradas.

El mapa se enriquecerá próximamente con la creación específica de rutas culturales. Y también está previsto entregarlo a navieras para que los viajeros ya puedan ir haciendo sus planes previamente. De momento, este primer paso alinea propuestas comerciales y restaurantes que además de descongestionar el centro tengan impacto positivo en la economía de los diferentes barrios.

Los cruceristas que inician o acaban en Barcelona sus rutas (en barcos que tienen puerto base en la ciudad) son los que resultan más interesantes porque se alojan, realizan un turismo menos intensivo y su gasto medio es muy superior (230 euros por día y persona, según el último informe de la UPC). En la capital catalana suponen ya un 58% de los movimientos de pasajeros y el objetivo es que esta cifra crezca. Sin embargo, los que solo hacen escala de unas horas suelen concentrarse en el centro, que recorren a pie.

Peregrinación por la Rambla

Realmente, son una pequeña parte de los 7,2 millones de excursionistas de un día que se estima que visitan Barcelona cada año, muchos de los cuales llegan en tren o coche desde municipios costeros donde se alojan. Pero el crucerista es muy identificable en su ascenso por la Rambla, lo que lo convirtió en foco de las críticas de Ada Colau mientras fue alcaldesa. Pese al relevo del socialista Jaume Collboni, se mantiene en firme el reto de mejorar la integración de este tipo de viajero en Barcelona. Y este es uno de los primeros pasos.

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El consorcio, que lidera la iniciativa, ha hecho llegar a operadores del sector una 'newsletter' donde les informa los detalles y les adjunta un enlace al mapa y los establecimientos que sitúa y recomienda. En él se destacan seis rutas por Montjuïc, el distrito 22@, el eje Horta+Guinardó+Nou Barris, el de Tibidabo+Sarrià+Sant Gervasi, y por Les Corts+Pedralbes, así como próximos a la ciudad (Viladecans y la Roca Village, por sus 'outlets'). Posiblemente, algunos sean poco viables por las distancias, ya que el propio documento enviado apunta que la visita media de estos cruceristas exprés es de 4,3 horas. No obstante, tras el fuerte incremento de este año, pagan a la ciudad 5,75 euros de tasa turística al día. Más que los que pernoctan, penalizando así este tipo de visita intensiva.

El listado por el reverso del mapa incluye algunos establecimientos en Sant Andreu o Sant Martí, por ejemplo. Y ubica también ejes comerciales como Creu Coberta, Sant Antoni, Diagonal Boulevard, los Encants... Aunque sin dejar de hacer constar ejes y negocios de Ciutat Vella y el Eixample, porque muchos turistas lo considerarán imprescindible, y porque también entre los miembros asociados a Turismo de Barcelona suponen una cuota importante.

Nuevos contenidos

En el comunicado se relata la importancia de la "gestión de los flujos de crucerista" y que el proyecto de descentralización persigue mejorar la convivencias entre residentes y visitantes, a la par que crear nuevos contenidos turísticos con ese fin. Siempre con la premisa de una mayor sostenibilidad de la actividad, se enfatiza.

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Se aportan datos sobre ese crucerista en tránsito, que según los últimos estudios oficiales (2014) y a la espera de un nuevo informe que estará listo en otoño, tiene entre sus principales hábitos pasear (52%), visitar monumentos o equipamientos culturales (38,5%), hacer compras (32,6%) e ir a restaurantes (22,2%). Pero tradicionalmente concentran esta actividad en el frente marítimo, la Rambla y el Gòtic, o bien toman taxis o buses turísticos para peinar la ciudad.

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