Nueva infraestructura

El Port de Barcelona reabre el concurso para su séptima y última terminal de cruceros

Colau exige ahora eliminar dos terminales más de cruceros en Barcelona

Los cruceristas ya pagan 5,75 euros de tasa turística aunque solo estén unas horas en la ciudad

El Port de Barcelona lanza 50 medidas para integrar mejor los cruceros en la ciudad

Pasajeros en otra de las terminales del muelle Adossat.

Pasajeros en otra de las terminales del muelle Adossat. / Jordi Cotrina

Patricia Castán

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El Port de Barcelona ha vuelto a abrir el concurso para adjudicar la que será su séptima y última terminal de cruceros (la denominada G) en el muelle Adossat, tras suspender hace tres meses la convocatoria inicial. Así se ha anunciado este miércoles tras el Consejo de Administración. La medida es necesaria para completar la reordenación de los cruceros prevista y acordada en la ciudad. Pero llega poco después de que la exalcaldesa Ada Colau se desmarcase reclamando dar marcha atrás en dicho proyecto.

El pasado marzo, y tras las quejas de algunos operadores que presentaron un recurso ante el TSJC contra el procedimiento, el puerto optó por tomarse un tiempo para reformular el Pliego de condiciones.

Según subraya el Port, hasta la fecha han mostrado interés en la futura terminal las empresas Catalonia Cruise Terminal C, S.L., del grupo Royal Caribbean; además de una iniciativa conjunta de las navieras Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises.

La terminal G tendrá una superficie de concesión superior a los 54.000 m² y una línea de muelle de 450 metros, lo que le permitirá recibir megacruceros de hasta 400 metros de eslora, como recogen las nuevas bases. También se especifica que el adjudicatario deberá que aportar "un tráfico significativo de puerto base" (embarque y/o desembarque) dado que es el que genera más valor añadido a la ciudad, y en sintonía con las reivindicación del ayuntamiento de Colau en los últimos años. Se estima que el número de cruceristas que inician o acaban rutas es actualmente del 58%.

El concurso pone énfasis también en mejoras ambientales como el uso de energías renovables en la terminal o la puesta en marcha de servicios que faciliten la movilidad sostenible de los pasajeros, como puede ser un servicio de autobuses que conecte la terminal con el aeropuerto de El Prat o la estación de Sants, por ejemplo. De ese modo, se combate la saturación que se produce actualmente cuando algunos pasajeros utilizan los buses hasta la plaza de Colon para buscar otras conexiones, o copan los taxis. Esta idea ya se planteaba en el documento de 50 medidas para integrar mejor esta actividad que avanzó este diario en abril pasado.

En el mismo documento de bases se subraya que todos los barcos construidos posteriormente a 2010 tendrán que conectarse en la red eléctrica una vez estén atracados mediante los sistemas OPS ('onshore power supply') que se instalarán en todo el Adossat. Y los barcos que atraquen en este muelle podrán proveerse de gas natural licuado (GNL), un combustible menos contaminante que ya están adoptando las principales navieras en sus nuevas naves.

Reubicación de la actividad

La activación de la terminal G será determinante para completar la concentración de toda la actividad de cruceros en el Adossat. Como ya pactaron Colau y el Port de Barcelona en 2018, el objetivo era liberar otras pequeñas terminales más próximas a la trama urbana por un triple motivo: medioambiental, ganar espacios portuarios de uso ciudadano y dar un mejor servicio a navieras y pasajeros.

El acuerdo preveía diferentes actuaciones antes de 2028 y culminará con la desaparición de las terminales Norte y Sur del World Trade Center, donde solían atracar cruceros pequeños y de lujo.

El trámite para la séptima y última terminal de nueva generación se ha demorado después de que Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises presentasen un recurso en Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) contra la licitación, admitido a trámite en febrero por la sección quinta de la sala contenciosa administrativa del alto tribunal catalán. Tras ello, poco después la suspendió para "analizar" el pliego de bases, ahora desencallado.