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Imagen de archivo de varios cruceros atracados en el Moll Adossat de Barcelona.

Imagen de archivo de varios cruceros atracados en el Moll Adossat de Barcelona. / RICARD CUGAT

Patricia Castán

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El Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros ya ha dado el primer paso para impulsar un 'market place' que facilite que las navieras puedan aprovisionarse en Barcelona durante las escalas mediante empresas locales. Ya está en marcha el estudio 'Oportunidades de la industria agroalimentaria catalana en el mercado de cruceros', que estará listo a principios de otoño y permitirá aprovechar ese filón de negocios.

El consejo, impulsado por el Port de Barcelona e integrado por diferentes administraciones, entidades y organismos del sector, se creo recientemente para mejorar el impacto y la gestión del turismo de cruceros en Barcelona. En su reunión de este jueves se han creado tres grupos de trabajo de calidad ambiental, movilidad y económico-social. Próximamente está previsto que cada uno de ellos defina sus proyectos, y mediante un coordinador y un secretario técnico, realicen un diagnóstico del sector y acuerden medidas y su seguimiento.

La directora de Análisis Económico de la Cambra de Comerç de Barcelona, Carme Poveda, ha explicado que este organismo está realizando un estudio por encargo del Port de Barcelona, Mercabarna y CLIA (Cruise lines International Association) para analizar el potencial de la industria catalana en el aprovisionamiento de alimentos, bebidas y otros.

El objetivo es tratar de aumentar el impacto económico en el territorio, más allá de los cruceristas que desembarcan, por vía de los suministros que requieren los buques. No es habitual que se aprovisionen de producto alimentario fresco en la ciudad, y es precisamente ese uno de los ámbitos que se quiere potenciar, habida cuenta de que por su emplazamiento y carácter de HUB logístico del sur se Europa, la ciudad sería idónea para proveer frutas, verduras, carnes, pescados, bebidas y demás productos.

Reunión del Consejo para la sostenibilidad de los cruceros en Barcelona, este jueves.

Reunión del Consejo para la sostenibilidad de los cruceros en Barcelona, este jueves. / Port de Barcelona

El director nacional de CLIA, Alfredo Serrano, explica a este diario que quieren conocer las fortalezas y debilidades de Catalunya en el aprovisionamiento, y el tamaño del mercado. "Barcelona es el puerto de cruceros número uno de Europa y reúne condiciones, por las estancias más largas [de los atraques], su condición de HUB, la potencia agroalimentaria que es Catalunya y su tradición" para ese potencial mercado de suministros, destaca. Sin embargo, las empresas catalanas conocen poco esa posible fuente de negocio.

La coyuntura es además favorable porque "las navieras dentro de sus políticas de sostenibilidad están haciendo esfuerzos para aumentar el aprovisionamiento de kilómetro cero", agrega, a la espera de ver qué resultados muestra el estudio.

Cargos y retos

Durante el encuentro de este organismo, también se ha creado la secretaría técnica del organismo, formada por Pep Hurtado, de la Oficina Estratégica del Ámbito Litoral (de la Gerencia Municipal del Ayuntamiento de Barcelona), y Mar Pérez, responsable de Cruceros del Port de Barcelona. También se ha incorporado al Consejo el representante del nuevo equipo de gobierno del ayuntamiento Miquel Rodríguez Planas, gerente de Promoción económica.

El Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros está integrado por representantes del Port, del consistorio, la Generalitat, la Diputación de Barcelona, la Delegación del Gobierno del Estado en Catalunya, CLIA, el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA), Turismo de Barcelona, y entidades económicas y sociales y de la Comunidad Portuaria como la Cambra, Foment del Treball, PIMEC, Barcelona Oberta, los sindicatos CCOO y UGT, la Federació de Associacions de Veïns de Barcelona-FAVB, las asociaciones de guías AGUICAT I APIT y el Instituto Metropolitano del Taxi, entre otros. Se creo a raíz de que el ayuntamiento durante el mandato de Ada Colau se mostrase muy crítico con dicho turismo, que quería recortar. Por contra, el nuevo alcalde, Jaume Collboni, es partidario de mejorar su gestión sin reducir la actividad.

Entre los objetivos que se ha marcado la entidad destacan mejorar la transparencia y comunicación de la actividad de los cruceros en el puerto barcelonés, coordinar las diferentes iniciativas puestas en marcha desde diferentes instituciones, reducir los impactos negativos de los cruceros a nivel ambiental y social, incrementar el retorno social y económico del sector sobre la ciudad y su zona de influencia, y potenciar la vinculación de las empresas de cruceros con el tejido empresarial, formativo y laboral de la ciudad.