Mollet del Vallès saca a concurso tres pequeños quioscos para destinarlos a "diferentes usos comerciales"

La subsistencia de los quioscos se ha convertido en serio peligro desde hace años en la mayoría de grandes urbes catalanas. Un ejemplo es que durante este mes de abril, el Ayuntamiento de Mollet del Vallès ha iniciado los trámites para retirar tres quioscos de prensa inactivos ("desde hace años", según fuentes municipales) para reconvertirlos en futuros locales destinados a diversas actividades comerciales que podrán acoger pequeños negocios que van desde la hostelería y la floristería hasta la venta de prensa o puestos de venta multicomercial. Dotarles así de nueva actividad con un contrato de 15 años, que no admite prórroga, según consta en la Plataforma de Servicios de Contratación Pública de Catalunya, que el consistorio vallesano ha sacado a concurso público, cuyo plazo terminará el próximo 13 de mayo.

Los tres quioscos municipales son el del Pau Casals, ubicado en la avenida Libertad; el de Pompeu Fabra, en la rambla Pompeu Fabra esquina con la calle de Ordidores, y el de Can Borrell, en la avenida Rivoli con Jaume Coll. Los tres se adjudican por un valor de 114.345 euros y los tres locales contarán con suministro de agua y electricidad.

El plan de supervivencia de los quioscos de Barcelona descarrila antes de las elecciones

“Uno de los objetivos que teníamos era poner en funcionamiento estos espacios que tenemos disponibles en la ciudad, pero con la posibilidad de transformarlos para que también ofrezcan servicios con ideas innovadoras. De este modo, ampliamos el abanico de opciones de estos espacios con el deseo de darles una nueva oportunidad", señala la alcaldesa de Mollet, Mireia Dionisio (PSC).

Paralelamente al concurso, según fuentes municipales, el Ayuntamiento ha empezado a realizar labores de rehabilitación de los quioscos para arreglar tanto el interior como el exterior y garantizar un buen espacio para las actividades comerciales que se desarrollarán.

Para contextualizar la situación de los quioscos, es necesario poner cifras sobre la mesa. Fuentes del sector calculan que, tal como ya avanzaba este diario, las ventas han caído más de un 60% desde 2008 en los puntos de venta de Barcelona. Además, añaden que el 90% de la recaudación se obtenía mediante la venta de periódicos y revistas, incluyendo todas sus promociones. Ahora, estos productos no representan ni el 40%.

Así, el declive de los periódicos en papel, los nuevos hábitos centrados en los medios digitales y una clientela envejecida sin relevo generacional ponen en riesgo objetivo de extinción a los puestos de prensa.

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