Obras a partir de octubre

La metamorfosis de los jardines de las Tres Xemeneies del Paral·lel para tratar de contener la inseguridad

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El Ayuntamiento proyecta una cancha de baloncesto, sillas más alejadas de las viviendas y derribos para tratar de paliar molestias

El parque de las Tres Xemeneies del Paral·lel, en Barcelona.

El parque de las Tres Xemeneies del Paral·lel, en Barcelona. / JORDI OTIX

Jordi Ribalaygue

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Los botellones y el ruido suelen incordiar por la noche a los afincados en el entorno del parque de las Tres Xemeneies del Paral·lel, en Barcelona. A la espera de que el deshabitado complejo industrial se rehaga a partir del verano de 2024 para reabrir con oficinas y equipamientos públicos hacia finales de 2025, el Ayuntamiento trata de atajar el deterioro que ha ido apoderándose de los jardines. El paliativo que el consistorio pergeña como preludio a la remodelación del recinto consiste en someter la plaza a un lavado de cara, desprenderse de mobiliario dañado y redecorarla para que devenga un circuito deportivo “de referencia”. El objetivo de fondo es que los residentes retomen el lugar, más bien desapacible y que hace las veces de improvisado salón de fiestas a la intemperie. 

Al menos esa es la pretensión que inspira el proyecto del consistorio, que se desprende de un proceso participativo en que se dio turno a los vecinos para que identificaran los defectos de los jardines. Los planos marcan que la “acción principal” de la reforma será la construcción de una pista de baloncesto en el centro de la explanada, en un espacio por ahora "oculto detrás del muro”, describen.

La cancha cubrirá parte del terreno que ocupan 16 bancos, que serán arrancados. Los sustituirán asientos de hormigón. También se eliminarán los muretes de hormigón maltrechos que dan a la avenida del Paral·lel. Como piezas que se mueven sobre un tablero, se relevarán seis bancos más y se instalarán otros cinco nuevos, así como 20 sillas. Los asientos, igual que las mesas de pícnic, se reubicarán “más alejados de las fachadas de viviendas” para “evitar problemas asociados al ruido nocturno”, indica el ayuntamiento.  

Aparte, se derriban los muros situados en medio de la plaza, referentes del arte urbano en Barcelona. Los grafiteros han dado sentido a las tapias, que el ayuntamiento cree que es “imprescindible” que desaparezcan para que el parque se abra diáfano a los vecinos y lo frecuenten como lugar de tránsito. Como compensación, se reservará otra pared para que los artistas la aderecen dentro de la superficie a rehabilitar, de 10.290 metros cuadrados. 

Las obras en los jardines -presupuestadas en 366.171,87 euros- deberían empezar a finales del próximo octubre y durar unos cuatro meses, precisa el consistorio. El proyecto ejecutivo la cataloga de “mejora puntual” para “dignificar la zona” y transformarla en un “espacio de estancia amable” para los vecinos. “Los espacios de los jardines de las Tres Xemeneies presentan diversos problemas relacionados con la inseguridad, la falta de inclusividad y la degradación”, reconoce el ayuntamiento, que agrega que la mejora pretende “reorientar” las inercias que embargan al parque y atraer “un público más amplio y diverso”.

Deterioro patente

El análisis del ayuntamiento admite que el pavimento y el mobiliario urbano están “bastante degradados”. “Los jardines de las Tres Xemeneies son uno de los espacios con mayor presión de actividad de la ciudad”, agrega. Además, la inquietud por la delincuencia en la plaza ha arraigado en las inmediaciones. Los planos se han trazado partiendo de la base de que se deben “eliminar barreras arquitectónicas” y “evitar zonas ocultas y poco visibles”. 

El propósito se concretará demoliendo los muros tomados por los grafitis. En todo caso, se mantendrá una parte, la que cubre unos respiraderos de ventilación de un garaje subterráneo, aunque con la altura rebajada a la propia de un banco. También se echará abajo un quiosco de hormigón, que “genera un espacio problemático” e “imposibilita la colocación de escenarios” en las celebraciones del barrio, argumenta el plan. También se derruirá el pórtico metálico del centro de la planicie, “sin ninguna utilidad”, señala el consistorio. Cinco mesas de pícnic desgastadas se retirarán y se descarta reemplazarlas. 

A su vez, el ayuntamiento aspira a que la plaza conecte el Raval, el Paral·lel y el Poble-sec. No renuncia a conservar el tirón que goza entre los ‘skaters’. A su vez, concibe que la nueva pista de baloncesto ejerza de “elemento articulador”. Suplirá a una canasta solitaria que se alza en el parque y permitirá "redistribuir el espacio, sin generar volúmenes ni barreras”, subraya. Alrededor de la cancha, se prevé la instalación de un “gimnasio al aire libre”, colocar unas mesas nuevas de tenis de mesa y unas señales sobre el pavimento que "creen circuitos" para ejercitarse.

El consistorio sostiene que el plan está impregnado de “un cierto grado de temporalidad a la espera de la resolución de una operación urbanística de mayor alcance” de los edificios de las Tres Xemeneies. El gobierno municipal de la alcaldesa Ada Colau y el propietario mayoritario, Conren Tramway, desbrozaron las negociaciones para sellar un acuerdo en febrero pasado. Ya refrendado, se concede que el titular comercialice oficinas en un inmueble de 20.000 metros cuadrados para que la ciudad se asegure compensaciones valoradas en 11,2 millones, incluida una nueva sede para el Centro de Coordinación Operativa de Emergencias de Barcelona (Cecor).

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