Nuevo desastre

Las lluvias provocan estragos y muertos en el sur de Brasil y otra vez llevan la marca del cambio climático

Las lluvias torrenciales en la ciudad brasileña de Petrópolis dejan al menos 117 muertos

Inundaciones del río Taquari tras intensas lluvias en el estado de Rio Grande do Sul

Inundaciones del río Taquari tras intensas lluvias en el estado de Rio Grande do Sul / REUTERS/Diego Vara

Abel Gilbert

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 Río Grande del Sur, uno de los estados más importantes de Brasil, es escenario una vez más de una catástrofe provocada por intensos días de lluvia. Su gobernador, Eduardo Leite, habló de un "escenario de guerra". Al menos 40 personas han fallecido. Un total de 147 municipios quedaron afectados, casi 10.000 personas perdieron sus casas y unos 68.000 residentes se han visto afectados por las precipitaciones que, a su vez, provocaron cortes de electricidad. La situación se ha agravado debido a que la represa 14 de Julio, que se encuentra entre los municipios de Cotiporã y Bento Gonçalves, fue desbordada como consecuencia de la acumulación de agua caída desde el cielo. Su rotura y el posterior riesgo de derrumbe obligó a Leite a considerar que las zonas aledañas se encontraban en "estado de calamidad pública". De acuerdo con Defensa Civil del segundo de los municipios, las circunstancias empeorarán con la crecida del río Taquari.

 "Ya habíamos evacuado a la gente en algunos lugares y seguíamos intentando proporcionar apoyo aéreo", dijo Leite. "La represa se ha roto. Por favor, les pido, si todavía hay alguien en Santa Tereza que esté en zona de riesgo, vayan a los municipios vecinos", pidió en un tono dramático la alcaldesa de esa ciudad, Gisele Caumo. Las redes sociales han dado testimonio de la desesperación de los habitantes.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajó al corazón del desastre. "Todo lo que el Gobierno federal pueda hacer, ya sea a través de los ministros, la sociedad civil o nuestros militares, será hecho. Dedicaremos 24 horas de esfuerzo para satisfacer las necesidades básicas de las personas que están aisladas". Lula dijo que, a la vez, es imperativo salvar vidas. "Tenemos que cuidar de la gente". Y, además, "tendremos que hacer una evaluación de los daños y, a partir de ahí, empezar a pensar en cómo encontrar el dinero para que podamos repararlos".

El cambio climático

Según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), en algunas zonas, especialmente en el amplio centro de los valles, en las laderas de las montañas y en el área metropolitana, superaron los 150 milímetros en 24 horas. Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, había registrado precipitaciones acumuladas de 174,0 mm en todo el mes de mayo de 2023. Según el Inmet, las lluvias tienen la influencia del fenómeno de El Niño, responsable del calentamiento de las aguas del Pacífico.

El estado sureño había sido escenario de una situación semejante en setiembre de 2023. Leite aseguró entonces que el desastre había llegado "más allá de lo que se esperaba". En aquella oportunidad perdieron la vida casi 80 personas. "Hacer frente a la emergencia climática debe ser una prioridad para las autoridades públicas", remarcó Greenpeace ocho meses atrás. El "efecto sorpresa", sostuvo, ya no podía ser una excusa frente a la falta de políticas estatales capaces de anticiparse a las amenazas meteorológicas cada vez más intensas y frecuentes. "¿Cuántas personas más tendrán que morir o perderlo todo para que el Gobierno garantice ciudades seguras para todos?", se preguntó Igor Travassos. El interrogante volvió a cobrar importancia con parte de Río Grande del sur bajo las aguas.