Barcelona sella el acuerdo económico que desencalla el "agujero negro" de las Tres Xemeneies del Paral·lel

En noviembre de 2022, la propuesta del Ayuntamiento de Barcelona era, a ojos de la inmobiliaria Conren Tramway, "unilateral y arbitraria". Solo tres meses después, los inversores que en 2017 compraron dos de los edificios emblemáticos del entorno de las Tres Xemeneies del Paral·lel por unos 20 millones de euros se han fundido en un abrazo simbólico con el consistorio tras cerrar un acuerdo que ambas partes han blandido este martes como ejemplo de lo que debería ser la colaboración público-privada en la ciudad. En una carambola que parece beneficiar a todos, los inversores, que no han escondido que existen "diferencias muy significativas" podrán aprovecharse de una recalificación urbanística que les permitirá albergar oficinas de todo tipo, lo que generará una revalorización del suelo de 22,5 millones, la mitad de los cuales se usarán para transformar la plaza y ubicar en el inmueble de menor tamaño el Centro de Coordinación Operativa de Emergencias de Barcelona (Cecor), ahora sito en la calle de Lleida.

Pasan los años y sucede que cuando un rincón de la ciudad se abandona y se enquista, termina por llenarse de cosas que solo los vecinos más inmediatos sufren a diario. Incivismo en todas sus expresiones urbanas. Eso es lo que precisamente empezó a suceder hace más de diez años en este lugar simbólico del Poble-sec pero también de toda la ciudad, porque aquí tenía su sede la empresa La Canadenca, nombre con el que se conocía a la compañía Barcelona Traction, Light and Power Company, una poderosa eléctrica de capital precisamente norteamericano. En este lugar se produjo, en 1919, una huelga que puso la ciudad patas arriba y que colocó los cimientos de la jornada laboral de ocho horas.

Sin rencor

"Es un día muy feliz porque damos solución a una situación que no podía alargarse más", ha compartido la alcaldesa Ada Colau. Han intervenido la teniente de alcaldesa de Urbanismo, el teniente de alcalde de Seguridad, el concejal de Sants-Montjuïc, representantes vecinales y comerciales y un portavoz de la empresa promotora. Siete personas en total cuyo tono invita a intuir una suerte de 'pax romana', porque a pesar de que se han confesado "discrepancias muy significativas" por parte de Paco Hugas, uno de los cofundadores de Conren Tramway, este martes se ha optado por dejar el resquemor a un lado y blandir lo positivo.

La recalificación urbanística permitirá al privado llenar su edificio de más de 20.000 metros cuadrados con oficinas de todo tipo, pues la clave actual solo le permite albergar compañías vinculadas con el suministro de servicios esenciales (luz, agua, gas y telecomunicaciones). Como es obvio, esto hará que el solar incremente su valor de 13 a 35,5 millones. La diferencia entre ambas cantidades (22,5 millones) es lo que se reparten a partes iguales el promotor y el consistorio.

"No todos los problemas se solucionan con limitaciones", ha defendido Paco Hugas, cofundador de Conren Tramway

La parte destinada a la ciudad, 11,2 millones de euros, es lo que permitirá revitalizar una plaza que los vecinos y comerciantes definen como un "agujero negro". La cesión del edificio Llac, de 2.500 metros cuadrados y una valor de 2,3 millones, permitirá instalar ahí el Cecor, para que sea más grande y moderno, y porque el de la calle de Lleida, más pronto que tarde se irá al suelo porque está afectado por el plan urbanístico de Fira de Barcelona que ahí contempla la construcción de vivienda social. La urbanización de la plaza suma a la cesta otros 2,7 millones de euros que también asumirá la empresa privada. Faltan unos 6,6 millones de euros que se destinarán a equipamientos y vivienda asequible en el barrio, a repartir entre 2,2 millones provenientes del 10% del aprovechamiento urbanístico y 4 millones de aportación adicional por parte de Conren Tramway.

Una parcela en la calle de Blesa podría albergar hasta un centenar de pisos, una operación que el consistorio ve con buenos ojos. Lo que se quedará igual, por ahora, son las oficinas que Red Eléctrica Española tiene en el edificio que hace esquina con la calle de Cabanes. Eso se deja para más adelante, para otra negociación.

Sin demonizar, por favor

¿Es un buen acuerdo? ¿Alguien sale ganando o perdiendo? Hay muchos factores, como la voluntad de ambas partes de no llegar a los tribunales, el deseo local de cerrar esto a las puertas de unas elecciones municipales o el anhelo de la empres de poder dar una respuesta a sus inversores tras más de diez años con la finca en barbecho. En cualquier caso, Hugas, midiendo muy bien sus palabras, ha reclamado "no demonizar a los promotores inmobiliarios", y ha recordado que la iniciativa privada "es necesaria". "No todos los problemas se solucionan con limitaciones", ha concluido.

A partir de ahora se pone en marcha toda la maquinaria que debe permitir que todo esto salga adelante. Al ritmo de la cosa pública, ya saben. Tras las aprobaciones pertinentes por parte del consistorio, la idea es que todo, las obras en edificios y plaza, empiecen al mismo tiempo, a más tardar en verano de 2024 para que todo esté listo en 2025. Sergi Gázquez, presidente de la asociación de vecinos del Poble-sec, ha reclamado que la plaza se cierre por las noches una vez esté terminada la obra. El concejal de Sants-Montjuïc, Marc Serra, ha recogido el guante, pero al decir que es un lugar "sin muros que no está segregado del entorno", no parece que sea una propuesta con demasiado recorrido.