Sector turístico

Barcelona tendrá en 2023 un 58% de cruceristas iniciando rutas en la ciudad y un tercio de lujo

El Port afronta su primer año de plena normalidad tras la pandemia con la previsión de estabilizar su afluencia de pasajeros pero lograr una cuota récord como base de operaciones. El 62% de buques tendrán menos de 10 años y crecen los propulsados con gas

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PI Studio

Patricia Castán

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A un mes del inicio de la temporada alta de cruceros en Barcelona, el 2023 se perfila como el año del regreso a la plena normalidad del sector, que el año pasado aún vivió unos primeros meses de poca actividad por las restricciones que mantenían algunas navieras y puertos. El reto del Port de Barcelona es que la recuperación de las cifras juegue a favor de la ciudad, es decir, sin aumentar volúmenes de movimiento de pasajeros pero creciendo en el porcentaje de los que inician o acaban rutas en la ciudad, por ser los que más impacto económico conllevan. Se estima que este año se alcanzará un 58% de récord en este sentido, en los 800 cruceros previstos. Otro elemento importante es que pese a la atención mediática que generan los estrenos de megacruceros, la ciudad recibe sobre un 33% de buques integrados en las categorías de lujo y Premium, que se caracterizan por un menor tamaño, servicios muy exclusivos y sus usuarios que dejan mucho más dinero en los destinos visitados.

La previsión en número de escalas es similar a la de 2022, pero con más viajeros a bordo que el año pasado, cuando todavía hubo muchas rutas con menos pasaje del habitual por los coletazos de la pandemia. El año se cerró con 2,39 millones de movimientos de pasajeros, aunque hay que precisar que esta cifra no equivale a ‘personas’ ya que los que inician y acaban ruta se contabilizan dos veces. Y son pocos los itinerarios que empiezan en un puerto y finalizan en otro. Cuando esto último sucede, como en el ámbito del superlujo con rutas usualmente no regulares, es frecuente que los viajeros se alojen en hoteles, tanto en la ciudad de inicio como en la que acaban. De ese modo, el año pasado se registraron 650.000 pasajeros de embarque, una cifra similar en desembarque y casi 1,03 millones en tránsito (escala de unas horas). El último año con operativa normal, 2019, sumó 3,13 millones de movimientos.

Cruceristas del 'Azamara Pursuit' se disponen a tomar un bus turístico en el muelle del World Trade Center.

Cruceristas del 'Azamara Pursuit' se disponen a tomar un bus turístico en el muelle del World Trade Center. / RICARD CUGAT

El ayuntamiento trabaja con el puerto para promover las salidas iniciadas en la ciudad, de modo que los usuarios pasan varias jornadas en ella, realizan más gasto (unos 230 euros de media, más del triple que el resto) y sus visitas turísticas quedan más distribuidas en el conjunto de la urbe en lugar de saturar el centro.

Combustibles menos contaminantes

Pero otro de los frentes, el medioambiental, se centra en la estrategia de atraer las naves más modernas de la flota mundial, porque incorporan la últimas tecnologías para reducir la huella contaminante y resultar más sostenibles. También se ha impulsado un pacto sectorial. En este sentido, los pasos dados por la infraestructura para su electrificación en 2026 (para cruceros) y para que los buques que funcionan con gas natural licuado (GNL) puedan repostar en la ciudad están dando fruto. Fuentes portuarias avanzan a este diario que en 2023 el 20% de las escalas serán de buques preparados para utilizar dicho combustible, gracias a la instalación permanente de una gabarra de suministro desde hace unos meses. Y en paralelo subrayan que la mayoría de naves no consumen agua local durante sus atraques, en alusión a la sequía que la alcaldesa Colau ha puesto ahora sobre la mesa.

Imagen del 'MSC World Europa' navegando.

Imagen del 'MSC World Europa' navegando. /

Las grandes novedades del sector también darán protagonismo a Barcelona, que eligen por estas facilidades y por el hecho de contar con las terminales más modernas del sur del Europa. Ambos hechos parecen compensar en buena medida a las compañías de cruceros por las tasas turísticas que deben abonar en la capital catalana (este año de 5,75 euros para buques que hagan noche en el puerto, y de 3,75 euros para escalas de menos de 12 horas) y asumen ellas, lo que no sucede en la mayoría de puertos.

Así, a lo largo del año el puerto contará con ocho barcos que harán escala por primera vez en la capital catalana. O la llegada de novedades que apostarán por la ciudad como uno de sus puertos base. Entre ellos destacan, por ejemplo, el nuevo 'MSC World Europa' de la naviera italiana, propulsado por GNL y plagado de sorpresas para los adictos a las vacaciones en el mar, con salidas semanales. Esta compañía sumará en total 111 visitas a Barcelona este año, con 550.000 potenciales movimientos de cruceristas. Con gas licuado habrá también estrenos por parte de Aida, Costa Cruceros y P&O, la mayoría como puerto base.

Render de las piscinas interiores del 'NCL Viva', que visitará Barcelona este año.

Render de las piscinas interiores del 'NCL Viva', que visitará Barcelona este año. /

Pero además se repetirá el desfile de los barcos más vanguardistas en cuanto a diseño y prestaciones. Entre otras llegadas destacables destacan el 'NCL Prima', de 2022, para 3.215 pasajeros y que destaca por su oferta gastronómica y recreativa, como primero de esta nueva serie y con algunas llegadas o finales de ruta en la ciudad. Su novísimo hermano gemelo 'NCL Viva' aportará escalas puntuales en sus itinerarios más largos desde el norte de Europa.

Barcos de lujo y flotas renovadas

El Port de Barcelona subraya que este año el 62% de las escalas serán de buques que tienen menos de 10 años. Por tanto, más "eficientes y sostenibles", incluso pese a sus grandes dimensiones. La compañía Royal Caribbean, por ejemplo, posicionará toda la temporada alta al espectacular 'Symphony of the Seas', inaugurado hace cinco años ya con rutas mediterráneas y que ahora regresa a Barcelona.

Pero aunque los grandes cruceros resulten los más llamativos, el puerto barcelonés no ha dejado de tentar a los operadores de lujo o categoría Premium, cuyas características se definen, en esencia, por la calidad y personalización de su servicio, el ratio de espacio por pasajero, la exclusividad de sus excursiones y sus tarifas. Según datos a los que ha tenido acceso este diario, suponen actualmente un tercio de la operativa local, tomando como muestra el 2022. Se estima que de ellos, un  51,1% son barcos de pequeño tamaño; un 46,7% son medianos y solo el 2,2% son barcos considerados grandes (más de 4.500 pasajeros, en el apartado Premium, y que alinea a navieras como P&O, Cunard, Celebrity, Crystal, Explora, Holland America, Oceania, Princess o Virgin). Entre las principales incorporaciones del año en este segmento, destaca el 'Oceania Vista', que destaca por su elegancia y calidad gastronómica, y que recalará en la capital catalana a partir de agosto. También, de menor tamaño, los lujosos 'Seabourn Pursuit' y 'Silver Nova'.

Mayores de 60 años

Mientras que el Ayuntamiento de Barcelona ha intensificado en los últimos meses su campaña para recortar el volumen de cruceros --que en escalas de unas horas suponen solo una pequeña parte del cómputo de excursionistas que visitan la ciudad en autocar o trenes procedentes de otros municipios turísticos--, el sector se defiende destacando aspectos como la edad de estos viajeros, que la aleja de los patrones del turismo 'low cost' juvenil o incívico que llega a la ciudad por otras vías. Los definen como “respetuosos” con la ciudad y con sus habitantes. Con datos de 2022, un 14% eran menores de 18 años; un 6% tenían entre 18 y 25 años; un 5%, en 26 y 30; un 11% de 31 a 40 años; un 15% de 41 a 50; un 18%, de 51 a 60; y un 31% mayores de 60 años.

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