El pueblo llano de la Europa del sur

“No puedo gastarme el dinero en alcohol y mujeres y después pedir ayuda”. Con estas declaraciones incendiarias -pero quizá no exentas de razón, en el fondo que no las formas-, el jefe del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem, se ha referido a aquellos países del sur de Europa que de alguna manera han solicitado a los organismos europeos ayudas (llámense rescates o cualquier otro eufemismo).

Quizá a muchos no se les escapara que las palabras de este holandés de nombre impronunciable, es lo que piensan buena parte de nuestros vecinos del norte. Educados, la mayoría de ellos en una estricta moral  y rigidez protestante, nuestro país solo es bueno para sus destinos vacacionales: sol,  playas y demás tópicos con los que en general nos asocian. 

Esta triste fama que parece precedernos, no se debería asociar a los que nos gobiernan, ya sea  en Grecia, Portugal o el mismo estado español, por citar algunos de los países a los que se refiere Dijsselbloem; Sino con aquellos dirigentes que nos llevaron a situaciones extremas. 

El pueblo liso y llano esta más que harto de que nos roben la sanidad, la educación, y que se nos pida más y más sacrificios para que otros se llenen los bolsillos. Y por último, cabe recordarle (por si no lo sabe) que tenemos a las generaciones mejor preparadas de nuestra juventud en mucho tiempo, y que en muchos casos se ven obligados a un 'exilio forzoso,' por las oportunidades que aquí no se les brindaron.