Crisis humanitaria

El colapso de los centros de menores del Govern obliga 355 adolescentes migrantes a dormir en comisarías

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Un adolescente migrante solo descansa en la comisaría del Eixample de Barcelona para ser atendido en un centro de menores de la Generalitat.

Un adolescente migrante solo descansa en la comisaría del Eixample de Barcelona para ser atendido en un centro de menores de la Generalitat. / Zowy Voeten

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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Sus pasaportes y libros de famila expedidos en Gambia muestran que nacieron a finales de 2006: tienen 17 años. Los documentos, revisados por los Mossos y la Fiscalía de Menores, son veraces. Mamadou y Samba son niños. Tal y como dicta la legislación, deben ser acogidos en centros de menores de la Generalitat. Sin embargo, han estado 36 horas aguardando en la sala de espera de la comisaría de los Mossos d'Esquadra del Eixample de Barcelona, durmiendo en bancos de madera. "Así es imposible dormir y descansar", dice Samba, que entrecierra los ojos al hablar, muerto de cansancio. No son los únicos.

Más de 350 menores han pernoctado en dependencias policiales catalanas desde el pasado noviembre ante la falta de plazas en centros de acogida

Según datos de los Mossos, desde el pasado noviembre, 355 menores recién llegados a Catalunya han tenido que dormir en dependencias policiales. De estos, 198 lo han hecho en comisarias de Barcelona, mientras que los 157 restantes lo han hecho en comisarias del resto de Catalunya. Mes a mes, las cifras han ido en ascenso: de los 8 de noviembre se pasó a los 80 de diciembre (una media de tres al día). El mes más crítico fue este pasado enero, cuando un total de 244 niños y adolescentes (una media de 8 al día) pasaron al menos una noche en comisaria. En lo que va de febrero, la cifra es de 23.

Desde el pasado octubre se ha duplicado la llegada de menores solos: de 150 al mes se ha pasado a los actuales 300

Y es que las llegadas de niños migrantes a Catalunya -unos 300 al mes, la mayoría de Gambia y Senegal- se han duplicado desde el pasado octubre, cuando estalló la crisis migratoria en las Canarias, y han tensionado la red de acogida a menores. Un 50% de estos menores -unos 150- han llegado en patera por la ruta canaria, según fuentes de la Conselleria de Drets Socials. Una cifra que fuentes policiales consultadas por este diario elevan al 85%.

Según Drets Socials, un 50% de estos menores llegan por la ruta canaria, cifra que fuentes policiales elevan al 85%

El Govern ha pedido ayuda al Gobierno para redistribuirlos o bien para obtener más fondos. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones argumenta que al tratarse de menores el tema "no es su competencia".

Varios menores duermen en la comisaría del Eixample de Barcelona el pasado diciembre.

Varios menores duermen en la comisaría del Eixample de Barcelona el pasado diciembre. / El Periódico

En 2017, las imágenes de menores magrebís durmiendo en los suelos de la Fiscalía de Menores de Barcelona impactaron a la opinion pública. El problema se enquistó y en 2018 fueron otras decenas los niños que tuvieron que dormir en las comisarías catalanas, desatando una auténtica crisis en la Conselleria de Drets Socials. El Govern no estaba preparado para atender a esos niños y adolescentes.

"No nos gusta que estos menores duerman en comisarias. Estamos tratando de resolverlo"

Oriol Amorós

— Secretario general de Drets Socials

A raíz de aquella crisis se abrió un centro, gestionado por la Cruz Roja, pensado solo para las primeras acogidas de los menores migrantes. Con la nueva crisis migratoria, sus 50 plazas hace meses que están llenas. El resultado es que desde finales de 2023 las escenas de menores durmiendo en comisarías se están volviendo a repetir.

La decena de equipamientos que ha habilitado el Govern para una primera atención de emergencia están llenos

Fuentes del sistema de protección explican que ya a finales de octubre había noches en las que debían dejar a menores durmiendo en las comisarías catalanas. Pero en este último mes y medio el problema se ha enquistado y se repite a diario. Hay niños que han llegado a estar hasta tres días en dependencias policiales, a pesar de no haber cometido ningún delito.

En Girona, los abogados ya han afeado la actuación del Govern. En Figueres, fuentes policiales explican que prácticamente a diario deben atender a niños migrantes que esperan plaza en algún centro de la Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència de la Generalitat (DGAIA). Hablan, por ejemplo, del caso de un grupo de cinco niños que fueron detectados en el interior de un camión con el que pretendían cruzar la frontera.

Drets Socials trabaja con el escenario de que este 2024 deberá atender a unos 4.000 menores recién llegados

"Pasaron varias noches tumbados en la sala de espera de la comisaría". En diciembre, el Govern abrió un centro de emergencia en la capital del Alt Empordà. "En dos días se llenó y volvimos a tener a los niños en comisaría otra vez", cuentan. Otro joven magrebí, según estas mismas fuentes, tuvo que celebrar su 16º cumpleaños en comisaría esperando plaza para tener una cama. No son casos aislados. Tarragona y Lleida también han vivido algún caso, incluso en Vilanova i la Geltrú. En Barcelona, los menores se distribuyen en tres comisarías: Eixample, Ciutat Vella y Sant Martí.

Varios menores duermen en la comisaría del Eixample de Barcelona el pasado diciembre.

Varios menores duermen en la comisaría del Eixample de Barcelona el pasado diciembre. / El Periódico

"Es una situación indigna para estos niños y que contraviene los derechos humanos", se queja Imma Viudes, miembro del sindicato SAP de los Mossos d'Esquadra. También cuestiona que, en algunas comisarías, dada la afluencia constante de menores migrantes, los agentes deben dejar sus funciones para hacerse cargo de los niños: estar pendientes por si necesitan algo y comprarles desayuno, comida y cena. Según algunas fuentes siempre es lo mismo: bocadillos de tortilla.

En algunas comisarías, los agentes deben aparcar sus funciones para atender a los niños, según el sindicato SAP

Los datos de la Generalitat muestran cómo las llegadas de menores migrantes solos se han duplicado desde el pasado octubre: de media, se desplazan hasta Catalunya unos 300 cada mes. Unos 10 al día; 70 a la semana. De estos, un 50% llegaron en patera a las islas Canarias, según fuentes de Drets Socials.

"Si seguimos al mismo ritmo, superaremos el récord de llegadas de menores migrantes solos en Catalunya"

Oriol Amorós

— Secretario general de Drets Socials

"Si seguimos al mismo ritmo, superaremos el récord de llegadas de menores migrantes solos en Catalunya", advierte el secretario de la Conselleria Drets Socials, Oriol Amorós. El Govern trabaja con el escenario de que deberán atender a unos 4.000 menores. En 2018, el año en el que llegaron más, se hicieron cargo de 3.709. En 2023 se acogieron 2.392 menores solos.

La mayoría son niños que proceden de países subsaharianos, especialmente de Gambia y Senegal, que han llegado a España en patera. Han sobrevivido a la ruta más mortífera hasta Canarias, que estos últimos meses ha vivido un repunte histórico. Cuando los Mossos toman sus huellas dactilares, comprueban que la Policía Nacional ya había registrado su identidad en Gran Canaria, Tenerife o El Hierro.

Los Mossos d'Esquadra acompañan a la fiscalía de Menores a unos de los adolescentes migrantes recién llegados para tomarles las huellas dactilares.

Los Mossos d'Esquadra acompañan a la fiscalía de Menores a unos de los adolescentes migrantes recién llegados para tomarles las huellas dactilares. / Zowy Voeten

Algunos de ellos han sido acogidos en centros de menores canarios; otros, al llegar a las islas, declararon que eran mayores de edad y nadie corroboró que eso fuera así. La mayoría vienen con pasaporte o con libro de familia verdaderos. Los que no viajan con documentación deben someterse a radiografías dentales y a las pruebas médicas de medición de tobillo que determinan la edad con mayor precisión. Son una minoría –entre un 10 y un 30%– los que terminan en la calle por ser mayores de edad.

Una ludoteca no apta

Para acoger a estos menores, en los últimos meses el Govern ha abierto una decena de centros y equipamientos que realizan una primera atención de emergencia, en colaboración con los ayuntamientos y las asociaciones municipales. Algunos de ellos se han instalado en edificios de la Generalitat.

Desde hace ya meses también se ha habilitado cada noche una pequeña ludoteca de la DGAIA con capacidad para que cinco menores duerman en sofás o tumbonas. Un lugar que, según un informe al que ha tenido acceso este diario sobre riesgos laborales, no está acondicionado para la pernocta de estos niños.

Fuentes del sistema de protección también explican que se están sobreocupando los Centros Residenciales de Atención Educativa, el hogar de los niños a los que ya se les ha hecho un estudio y de los que se conoce bien su caso. "Hay que encontrarles un lugar más adecuado", se quejan educadores sociales. "No nos gusta que estos menores estén en estas circunstancias, durmiendo en dependencias policiales, estamos negociando aperturas de centros constantemente y tratamos de resolver esta cuestión lo antes posible", insiste Amorós.

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